Mostrando entradas con la etiqueta LGTBI. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta LGTBI. Mostrar todas las entradas

viernes, 7 de octubre de 2022

ROSA LA SANGUINARIA - NICHOLAS EAMES



        En 2018 Nicholas Eames estrenó Rosa la Sanguinaria, la segunda parte de su saga La banda. Novela de fantasía, de tipo grimdark, con altas dosis de humor, mala leche, macarreo, priva, muerte, mercenarios, y divertidos clichés. La misma línea que en la primera parte, Reyes de la Tierra Salvaje. Al igual que en esta primera parte, la estructura de la novela compara todo el mundo de mercenarios y las clásicas películas de Rock and Roll, con las bandas de músicos y las giras y el famoseo, los grupis, etc. Como todos los libros del sello de Gamon tiene su propio booktráiler, que se puede ver aquí. Además, en la web de Nicholas Eames podemos ver las imágenes de la obra dibujadas por artistas como Richard Anderson o Félix Ortiz (ver aquí). Se puede leer de forma independiente, pero se recomienda leerlo tras el anterior.

        Tras el primer libro, el mundo ha cambiado. El cruel Brozaparda, Vástago del Otoño e hijo del arconte Vespian, murió en la Batalla de las Bandas y la Horda de la Tierra Salvaje fue destruida. La salvada Castia renació como un imperio bajo el gobierno del Emperador Matrick Machacacráneos. Ganelon y Consuelda tuvieron una breve relación tras la que separaron y el enorme guerrero volvió solo a Grandual para regresar a su antigua prisión y convertirse en piedra de nuevo, dejando el juramento de despertar si ella venia por él. La podredumbre se convirtió en un mal recuerdo tras ser curada por Arcandius Moog, y Gabriel y Clay Cooper se retiraron del mundo de los mercenarios, para vivir tranquilamente su vejez. Cooper volvió al lado de su mujer y su hija, como siempre deseó.

        Finalmente, Rosa, la hija de Gabriel, regresó a Grandual junto a ese misterioso druin que luchó a su lado en Castia para forjar una nueva banda, y continuar su escalada de fama para alcanzar las cimas de su padre y el resto de Saga. Y aquí es donde comienza la novela.

        Tam Hashford es una joven camarera de Ardburgo, la capital del reino norteño de Kaskar, e hija de unos famosos  mercenarios del pasado. Su madre murió hace muchos años, y su padre abandonó ese mundo para siempre consumido por el dolor. Tam es una super grupi de los mercenarios, que admira sus vidas, y desea por encima de todo convertirse en la barda de una de ellas, como lo fue su madre, y cantar gestas de leyenda. Pero jamás imagino que ese deseo se vería cumplido al convertirse en la barda de Fábula, la mejor banda de todo Grandual, los sucesores de Saga, dirigida por la mismísima Rosa la Sanguinaria. Tam marcha junto a ellos camino a la aventura, y lo que encontrará será su propia historia, siguiendo la estela de gloria de la banda, lo que desde el primer momento la ascenderá al estatus de leyenda, conocida como Tam la Barda. Una aventura de proporciones épicas que solo puede acabar en gloria o muerte.

 

Nadie puede elegir lo que los demás creen que somos. Ahora eres una leyenda, niña.

 

        Fábula está formada, aparte de su líder Rosa, por su esposo Cirrolibre, un habilidoso druin que cuida de sus compañeros como un tierno amigo, amable, preocupado y con un punto melancólico, portador de Madrigal, una de las tres espadas que empuñó Brozaparda. Cura, conocida como la Bruja de Tinta, una invocadora, un tipo de hechicería muy especial que le permite conjurar seres que luchan para ella, aunque su poder es mucho más siniestro que el del resto. Cura no tiene desperdicio, es áspera, cortante, gótica (una verdadera zorra gótica), ultra tatuada,… Y Brune, un vargyr, un chamán norteño gigantesco capaz de convertirse en un oso enorme, pese a lo cual es un osito amoroso con los suyos. Brune y Cura cargan, cada uno el suyo, con un terrible pasado que los atormenta y condiciona, secretos inconfesables y poderes oscuros. Además, está el fauno Roderick, el agente de Fábula.



Fábula al completo. Rosa la Sanguinaria en primer plano, y detrás, de derecha a izquierda, Tam (de rojo), Cirrolibre (con orejas de conejo), Brune (grande y de barba) y Cura (pálida, pelo y ropa negras). Roderick no esta.

        Más allá de Kaskar y de sus montañas, en los helados e inexplorados Yermos de la Bruma, una nueva Horda se ha convocado, reunida a partir de los restos de la de Brozaparda, y se la conoce como la Horda de la Bruma. Dirigida por el temible gigante Bronturo se dispone a atravesar las montañas y asolar Grandual. Una guerra final contra los humanos. Y en este nuevo conflicto, siguiendo los dictados de la fogosa y pasional Rosa, Fábula marcha en dirección contraria. Pretenden cumplir una extensa agenda de combates en coliseos por todo Kaskar, contra bestias cautivas, y después llevar a cabo una misión secreta de la que solo Rosa sabe el objetivo. Una misión que les llevara a enfrentar un peligro por encima de cualquier cosa que haya hecho nadie antes.

        Pero, en la oscuridad, un enemigo más antiguo de lo que nadie recuerda se fortalece y teje sus planes, y llevará a los protagonistas hasta el límite.

 

Había llegado el amanecer, y con él, la Horda.

 

        Al igual que la primera parte, tiene un importante contenido de humor (incluyendo humor negro) y mala leche. Cervezas, fiestas, borracheras, tabernas, priva a punta pala, sexo (orgias), chistes malos y soeces, peleas,… Joder, Cura es como esa amiga tuya borde que a veces cuando va ciega se pone súper intensa, tiene su propia lista de gente a la que tirarse, pero después de tirárselos los mando de una patada al camino y se pira con sus colegas. Totalmente bisexual además. Y en todo este rollo llega Tam, una adorable novata con una importante habilidad para cantar, tocar y componer, que aunque lleva tiempo siendo camarera en una taberna fiestera, es bastante inexperta en estas lides. Fábula le enseña las mieles de la fiesta y el desenfreno, y Tam se une de pleno a esa espiral de peleas, farra y…sexo. Por cierto, Tam es lesbiana.


Otra imagen de Fábula, esta vez por Pierre Santamaria.


        Fábula se dedica a marchar por las ciudades y prácticamente cada noche se pillan un ciego para al día siguiente, con la buena resaca, seguir su camino, o incluso, si les toca, combatir. A veces se van a las peleas en los coliseos de empalmada, aun medio ciegos, y habitualmente y aun así, ganan fácilmente. Son unos maquinas, incluyendo a Tam, que como buena barda, desarrolla una buena habilidad para el arco, como support, y además es bastante valiente (aunque Tam solo lucha cuando no queda otra). Las fiestas tras los combates son como esas megafiestas que te pegas varias semanas esperando, y son ya el desenfreno padre.

        Los mercenarios son los rockeros famosos de este mundo, con sus propios grupis, fans, seguidores, etc. y Fábula son los mejores, y sus juergas son acorde a ello.

        Pero no todo es fiesta. Esta segunda parte es considerablemente más adulta, reflexiva y dura que la primera. Todos los integrantes de Fábula (a excepción de Tam, que menos por la muerte de su madre, ha tenido una buena infancia criada por un buen padre, aunque algo sobreprotector) son un desastre emocional. Destaca la propia Rosa, una mujer fuerte y despiadada, incomparablemente leal a sus compañeros, pero consumida por el inagotable deseo de superar la cima de su padre y de Saga, los mejores mercenarios de la historia. Rosa ha vivido toda su vida bajo la sombra de esos gigantes, un peso del que jamás ha podido liberarse. Como una líder nata, una persona de un carisma arrollador y una personalidad magnética, Rosa arrastra consigo a todo el resto de la banda, hacia destinos peligrosos. Rosa no puede detenerse por nada en su camino que busca la gloria y la eternidad, y atraídos como polillas por el fuego de la Sanguinaria, sus amigos la siguen hasta el fin del mundo.

 

Un alma en llamas. Una mujer aprisionada por su naturaleza, un peligro para los que se encuentran junto a ella.

 

Nacida a la sombra, con un destino siempre eclipsado por la más reluciente de las estrellas.


        No debe entenderse a Rosa como una villana, es una anti heroína. Es buena, cariñosa, leal, pero tiene una parte oscura y temible, que no puede parar, atormentada. Como ese mito del rockero fiestero que no es que disfrute de la fiesta, si no que ya no puede, ni sabe, ni quiere, detenerse, lleva la fiesta y la búsqueda de la gloria hasta el final, aunque les cueste la salud y la vida, incluyendo establecer siniestros pactos que escapan a su control. Consumir su vida en un breve espacio de tiempo, un estallido breve e inmortal. Esta dualidad de Rosa recubre toda la obra, desde la perspectiva observadora de la Barda. Tam poco a poco ira observando la otra cara de Rosa, su cara más frágil y al mismo tiempo oscura, mientras descubre el verdadero precio de la victoria.

 

Todas las batallas tienen un precio. Hasta las que ganamos.

 


Batalla.

        Además de esto, Nicholas Eames también trata el tema de la crueldad entre especies, el maltrato animal, la crueldad de los deportes consistentes en matar animales. Conforme avanzan, Tam (y sus propios compañeros) empatizan cada vez más con las bestias con las que luchan en los coliseos, criados en cautividad o capturados para obligarlos a enfrentarse a mercenarios hasta morir, condenados solo por no ser humanos. Cada vez son más conscientes de la crueldad de sus acciones, criaturas que podrían ser inocentes sacrificadas en el altar de la fama, para engrandecer sus propias figuras y la de Rosa. A fin de cuentas, dos miembros de la banda, Cirrolibre y el agente Roderick, no son humanos, uno es un druin y el otro un fauno. Fábula no es insensible a estos crímenes, pero no puede detenerse, así que son parte de una dualidad moral. Un doble rasero.

 

 

¡Os prometí la libertad! ¡Y ahora sois libres! ¡Os prometí venganza! ¡Venid conmigo y reclamadla!

 

        Este libro nos muestra mucho más que el anterior el dolor de esas pobres criaturas condenadas, su discriminación, su sufrimiento al morir, al ver morir  a sus hijos, o al vivir en la cautividad de pequeñas jaulas. Su lucha por sobrevivir en un mundo que los rechaza por no ser humanos. A veces es… realmente doloroso para el lector. Antaño, las bandas y los mercenarios se crearon para defender a la débil humanidad de esa sobreabundancia de especies muy superiores físicamente que nos estaban depredando, muchas de las cuales creadas por los druin y propagadas por todo el mundo cuando su Dominio cayó. Ahora nosotros, los humanos, somos su terror, somos los seres que pueblan las pesadillas de esos seres que apenas pueden defenderse del exterminio, y encima nuestra cultura aun los sigue catalogando a ellos de bestias y monstruos (lo mismo que hacemos en nuestro siglo XXI con las películas de tiburones, cocodrilos y leones asesinos). Los mercenarios no son más que asesinos a la caza de una gloria vana, enardecidos por una sociedad decadente que engrandece un espectáculo sanguinario, cruel y corrupto. Eames se mete de lleno en este debate, y hace una defensa de la convivencia ecológica y la biodiversidad (también existe por supuesto una parte de lectura étnica y racial, convivencia multicultural y multiétnica, pero creo que Eames se mete mucho en animalismo, la comparación es muy obvia).

 

Ahora somos nosotros los que acechamos en la noche.

 

¿Convertir el sufrimiento de una criatura en un espectáculo?

 

        El primer libro era sobre unos viejos mercenarios del antiguo estilo que se reúnen, luchando por superar su vejez y sus achaques y se ponen a repartir tortas como panes, para rescatar a la hija de uno de ellos de una matanza. Este es sobre unos jóvenes mercenarios modernos a la búsqueda de la fama en ese mundo más sanguinario y cruel, siguiendo la estela de una kamikaze imparable y consumiéndose a toda velocidad, mientras enfrentan sus propios traumas emocionales. Esta trama es más triste y dura.

        Fábula deberá acabar enfrentándose a esta realidad y sus propios crímenes, y decidir cuál es el camino que quieren seguir, y que línea no piensan traspasar. Ellos, y la humanidad al completo, debe tratar de ver quién es el verdadero enemigo.



        Al igual que en el primero, hay una fuerte presencia de feminismo, destacable en personajes como Rosa, Cura y Tam. Rosa, destructora, una tormenta de fuego y acero, y casadisima con Cirrolibre, monógama y enamorada, llevando ella las riendas de la relación. Cura, traumatizada por un pasado violento que enfrenta de formas siniestras, pero igualmente desenfrenada y fiestera, aunque tema acercarse mucho a las personas. Y Tam, a menudo brújula moral del grupo, no tan fuerte (ni de globo) como el resto pero con una habilidad especial para mantenerlos en pie, su cantora de mitos y canciones. Pero también hay otras mujeres muy interesantes, como Jain y su banda de las Flechas de Seda y muchas otras. Y en todo esto hay también mucho LGTBI y amor homosexual (y bisexual), y en este colectivo, la Bruja de Tinta y la Barda son solo algunas de las representantes. Hay alguna trama de amor LGTBI que es... puro love. 

 

Las chicas solo quieren divertirse.

 

        Como no podía ser de otro modo, algunos de los personajes del primer libro continúan apareciendo en este (aparte de la propia Rosa), y… puede que alguno de Saga aparezca también.

        Amistad, humor, combates, bestias, mercenarios, sexo, fiestas, reflexiones de integración, animalismo, etc. Una novela entretenida, súper bien escrita, amenísima, con ciertas cosas muy épicas. Al igual que la anterior, no es muy sorprendente, vi venir varios de los plot twist a kilómetros, no es esa la intención de este libro. Pretende hacer reír y emocionar, y Eames lo hace de puta madre, una vez más tiene momentazos que quieres levantarte y decir SI JODER. La historia de como se forjó una leyenda, de como se cantó una canción, acerca de una mujer dispuesta a todo por su objetivos, y por los compañeros que decidieron superar sus miedos para ayudarla. Y de como esas personas y un sueño, lograron cambiarlo todo, y salvar a todo el mundo. 

        Esta publicada en un tomo duro con sobrecubierta, con una de las ilustraciones de Richard Anderson en la portada, y un mapa de la ciudad de Conthas, donde sucede cierta parte importante de la trama. Detalle final: no se si con esto acaba la saga, o Eames tiene planeada una tercera parte.


Vive rápido, muere joven.






miércoles, 17 de agosto de 2022

REYES DE LA TIERRA SALVAJE - NICHOLAS EAMES

 


        Yo sigo con el grimdark: esta vez el primer tomo de la saga de La banda, que tiene por nombre Reyes de la Tierra Salvaje, publicado en 2017. Al igual que todo grimdark, se trata de una obra poblada de antihéroes, con escenas truculentas y gores, cinismo, desilusión, violencia, etc. Aunque en esta ocasión está mucho más presente una fuerte presencia del humor (muchísimo humor), y un tono bastante más épico que en otras obras de un grimdark más drástico y agresivo, como La Primera Ley, o El Arcano y el jilguero, etc. No es tan oscuro como estas obras, de hecho está tan cubierto de humor, que apenas es oscuro. Más bien utiliza un humor bastante negro. Una novela de cerveceo, tabernas, colegas, nostalgia y rock viejo. Tiene incluso su propio trailer, que podemos ver en este enlace

        La obra se ubica en un mundo al más puro estilo fantasía y grimdark, de hecho está pensado aposta para reflejar todo el estilo característico, y luego bromear sobre él. Es un mundo donde existe la magia, de tono medieval y con multitud de reinos que conviven en un estado de tensión pacífica. Este territorio se llama Grandual, y en él hay cinco reinos distintos, cada uno con sus particularidades, todas también súper típicas: Narmeer (los sureños, rollo árabe), Fantra (marinos y navegantes, bastante piratas y delincuentes), Kaskar (norteños puros, full guerreros del frio), Cartea (pueblos de los caballos y las estepas, en plan mongoles) y Agria (reino medieval central normal). Existe una ciudad en el centro que funciona como lugar neutral para los cinco, Cinco Reinos.

        Pero más allá de Grandual está la Tierra Salvaje: un bosque gigantesco e interminable que ocupa de lado a lado toda una franja del continente, habitado por toda clase de bestias, solitarias o en manadas. Desde arboles carnívoros, a tribus de ferales y caníbales, y cualquier tipo de monstruo. Todo bicho maligno o bestia que se os ocurra, perteneciente a la fantasía más típica. Centauros, goblins, trasgos, ciclopes, sierpes, gigantes, kobolds,… Incluso seres más chungos, como dragones (aunque estos son raros, y viven en zonas muy aisladas) o ents. El autor usa los bichos para crear referencias a muchas obras clásicas, como El Señor de los Anillos. También hay una enfermedad, la podredumbre, que va petrificando poco a poco el cuerpo de los afectados hasta matarlos. Un lugar terrible, y son escasísimas las bandas de mercenarios que han logrado sobrevivir en ese lugar. Tras el bosque esta la Toga del Emperador, una cadena montañosa también abarrotada de monstruos, y a continuación la República de Castia, una nación humana, ya fuera del bosque y las montañas.

        Antaño, hace milenios, todo el territorio, desde Castia a Grandual, fue gobernado por una raza de seres inmortales con orejas de conejo (literal) proveniente de otro mundo, los druin, y por su monarca, el arconte Vespian. Este imperio, llamado el Dominio, o el Antiguo Dominio, terminó hundiéndose por la propia presión de las bestias y monstruos (algunos creación suya), y la mayor parte de la raza druin, escasa de por sí, fue exterminada. Muy pocos viven hoy.

        15 o 20 años antes del inicio de la novela, una banda de mercenarios (quienes normalmente son los aventureros más valientes y guerreros más fieros y arrojados), cazadores de bestias a sueldo, alcanzó el estatus de leyenda, amos y señores entre todos los mercenarios: Saga. Nadie podía competir con ellos, sus hazañas eran incontables: resistir durante días en asedios imposibles, enfrentarse a seres monstruosos y vencer, rescatar princesas de nigromantes malvados, etc. Tanto es así que fueron conocidos como los Reyes de la Tierra Salvaje, ya que fueron los aventureros que más campañas victoriosas y mayores gestas llegaron a llevar a buen término. Tras varios años de giras, al final se separaron en bastantes malos términos, y apenas se han visto desde entonces.

        Ahora, los mercenarios se hallan en decadencia, más centrados en las apariencias que en combatir monstruos de verdad, acumulando famas y ganancias exterminando cuatro goblins viejunos en algún pueblucho o un centauro perdido por las afueras de una ciudad. Y las bestias se han multiplicado de nuevo, la Tierra Salvaje hierve de nuevo. Una nueva Horda de la Tierra Salvaje se ha alzado, mayor de lo que nadie recuerda en ninguna historia. Dirigida por un misterioso personaje llamado el Duque de los Confines, ha asolado la República de Castia, y ha exterminado al ejército republicano y a las tropas mercenarias de Grandual que acudieron a buscar la gloria. Solo la ciudad de Castia resiste, en un asedio terrible, que no podrán aguantar mucho tiempo.



El Duque de los Confines con su temible montura alada, fanart por Félix Ortiz. 

        En la ciudad de Vegabrupta, en Agria, uno de los miembros de Saga, Clay Cooper, conocido como Mano Lenta (debido a que siempre permite el primer golpe al rival), vive tranquilamente su vida en el anonimato. Casi nadie recuerda ya que él fue un héroe en el pasado, gana un buen sueldo como guardia de la ciudad, y vive con su mujer y su hija pequeña. Evidentemente su mujer no quiere saber nada de todas esas historias de grandeza, y el propio Clay, ya viejo, no está interesado en regresar al ruedo. Pero todo cambia con la visita del antiguo líder de la banda, Gabriel, Gabe el Gualdo (una mala traducción de Golden Gabe, podían haber puesto Gabe Dorado o así), que viene a pedirle ayuda.  Su hija Rosa, una mercenaria conocida como la Sanguinaria o Rosa de Sangre, y su banda, estaban entre los mercenarios que acudieron a Castia, y acabaron atrapados en la ciudad. Gabe necesita que la banda vuelva a reunirse de nuevo para sacarla de allí, lo cual es una misión imposible.

 

Ha llegado la hora de reunir a la banda.

 

        Pese a las reticencias que siente, Clay ve que no puede abandonar a su viejo camarada en la estacada, y decide acudir al encuentro de su última y más grande aventura. Por su amigo. Con la bendición de su mujer, quien comprende que debe partir obligado, los dos mercenarios acuden a reunir a los otros tres miembros, y a lograr los medios para su empresa. Arcandius Moog se trata de un excéntrico pero inteligente y sabio mago que renunció a la banda ya que su marido y amor Frederick se contagió de podredumbre. Dedicó todo su esfuerzo a combatir la enfermedad, y tras la muerte de Frederick (mago gay, me encanta), continuó su investigación para tratar de encontrar una cura. Matrick Machacacraneos se casó con la hija del rey de Agria, a quien conoció en una gira, y eventualmente se convirtió en el rey del país. Finalmente, Ganelon, el terrible guerrero sanguinario (prácticamente un genocida) que hacía las veces de su paladín, está preso en la más segura de las cárceles a causa de una traición terrible. Es más, es posible que si lo encuentran les mate a todos.



La banda de Saga: Gabe en el centro, a la derecha: Clay (con el escudo) y Matrick; y a la izquierda: Ganelon y Arcandius Moog. Fanart por Pierre Santamaria.

        Y aunque consiguieran reunir a todos sus miembros, empresa ya de por si complicada ya que tendrán que moverse rápidamente por Agria y parte de Grandual para conseguirlo, y salvar viejas rencillas, aún tendrían que atravesar toda la Tierra Salvaje, y luego romper el asedio de la Horda (lo cual ni un ejército podría hacer) para sacar de allí a su Rosa. Un objetivo imposible 100% incluso para un nutrido grupo de mercenario jóvenes, pero ellos son 5 vejestorios, 5 viejas glorias. Arcandius está medio loco (más) tras tantos años en solitario investigando la podredumbre, Matrick gordo como un tonel por la comida de palacio, además de dominado por su esposa Lilith, y Gabe…es una sombra de lo que fue. Delgado, alicaído, deprimido (se siente un mal padre), casi patético, incluso ha vendido la espada mágica legendaria Vellichor que le legara el arconte druin Vespian en su lecho de muerte. Y aunque Clay conserva bastante bien lo que fue, esta viejo, sus músculos y huesos no son lo que eran, no tiene la resistencia de antes.

 

-Fuimos grandes como gigantes. Famosos. Y ahora…

-Ahora no somos más que unos ancianos cansados.

 

        El quid de la cuestión: evidentemente, como en toda película sobre viejos guerreros o soldados que vuelven a la acción, una vez entren en materia y recuperen algo de ritmo, cuando se ponen a soltar ostias se quedan solos. Más duros que un bocadillo de clavos. Lo cual mola mucho. Son un poco como el tópico del viejo maestro que en realidad es el mejor de todos, solo que a lo grimdark: están más cascados, son más gordos, son más duros, tienen más mala uva, y son más malos. Al menos Ganelón y Matrick, son un par de cabronazos. Pero ni siquiera con ese espíritu a lo Liam Nesson podrán forzar a la Horda a retirarse, son duros, pero son cinco. Durante el trascurso de su aventura deberán encontrar un método para salvar Castia.



Los miembros de Saga luchando en la Batalla de las Bandas, fanart por Félix Ortiz. El primero del escudo es Clay, detrás están Ganelon con el hacha-alabarda, Gabe con la espada, y el Mago Arcandius Moog y Matrick con sus dagas.


        En este mundo, los mercenarios, que generalmente funcionan por bandas (y llevan un rollo muy bandas musicales de rock, hacen giras, tienen sus propios agentes, cobran tarifas, tienen fans, etc.), son los especialistas en cazar esas criaturas salvajes, esos minotauros, lamias, etc. Hay bandas mejores y otras peores, algunas se atreven con unas bestias, pero otras les superan, y no aceptan x trabajos. O los aceptan y mueren horriblemente. En el pasado los mercenarios eran hombres y mujeres valientes e indomables, si había que morir se moría, pero marchaban a la Tierra Salvaje sin plantearse las consecuencias. Y no daban importancia a las apariencias. Ahora todo es más moderno, mucha más importancia de la apariencia, mucho más espectáculo de masas (antes se iba a la batalla y se acabó, nada de publicidad, si triunfaban ya habría historias). Nuestros viejos guerreros molan el doble por esto: son un grupo de combatientes a la antigua, y pasan por encima de todos esos modernetes. Los miembros de Saga son las verdaderas estrellas de rock de la fantasía, son Iron Maiden o los Rolling Stones, aquellos que marcaron una época, pero ahora están desactualizados.

 

Y aquí la tenemos. Una rueda que va girando y girando hasta convertirnos a todo y a todos en polvo.

 

        La novela tiene un acento nostálgico, con todo el rollo de las viejas glorias volviendo a la acción, ellos fueron grandes, volverán a serlo, etc. Además se acentúa por el hecho de que algunos de ellos no tienen ningún interés en volver, como en parte Gabe, y sobretodo Clay, pero no tienen más remedio. Mezclada con esta nostalgia, estos viejos guerreros de un tiempo en el que todo era más grande y más glorioso, enseñarán a los hijos de esta nueva era decadente hasta dónde puede llegar la épica de una verdadera hazaña. Y vaya si tiene épica. Hay momentos que estaba por coger una espada y salir yo a la calle a buscar la gloria.

 

No debéis elegir entre la vida y la muerte, ¡sino entre la vida y la inmortalidad! Si os quedáis aquí, moriréis en la sombra. Pero si me seguís, ¡seréis eternos!

 

        También tenemos reflexiones bastante severas, como por ejemplo hasta donde es lícita la sensación de justicia de la humanidad salvando a otros humanos, cuando los mercenarios han llevado a cabo desde hace siglos partidas de exterminio sobre poblaciones de seres no humanos. Sin importar si atacaban o habían atacado antes a humanos, si eran bebes o adultos, etc. Se han atrapado y criado en cautividad bestias para luego enfrentarlas en los coliseos entre ellas o a guerreros humanos.



Clay Cooper cargando con su martillo de guerra.

        Finalmente, el centro de la novela, su hilo conductual: el humor. Te partes de risa. Situaciones disparatadas, armas de descojone (un sombrero del que puedes sacar todo tipo de comida, que Moog utiliza para lanzar pollos asados a sus enemigos, o un cuerno que sopla abejas cabreadas). La búsqueda de un oso lechuza, criatura mítica nunca avistada. Clay Cooper hasta la polla de todo el mundo todo el rato, porque es el único con dos dedos de frente. La principal intención de la obra es divertir.  El autor adereza este coctel con fuertes dosis de humor negro: caníbales siendo devorados por sus congéneres, Ganelón cargándose poblaciones enteras como quien mea, la intervención de un curioso inmortal o renacido, los hijo bastardos de algún personaje, o la lluvia de ostias que se lleva algún imbécil cuando le infla lo bastante las narices a algún miembro de Saga. Por poner ejemplos. Por ejemplo, en general con los excéntricos planes de Moog te meas.

 

Un yelmo solo servía para obstaculizar la visión y limitar la capacidad de audición, y además le hacía parecer a uno un tonto de narices. Clay Cooper pasaba de los yelmos. Y se acabó.

 

        Cada personaje, empezando por los de Saga, tiene sus aristas morales, ya que no son perfectos, esto es grimdark. Ganelon es un hombre monstruoso sin conciencia, o casi; Moog un excéntrico parcialmente evadido de la realidad; Gabe un líder manipulador enfrentado a su propio idealismo fracasado; Clay un hombre violento que trata de controlar su propio genio y convivir con su pasado (por esta razón es el más contenido y sensato de todos); y Matrick un criminal sin escrúpulos, que si puede ganar un combate apuñalando por la espalda, mejor. Beben cerveza, fuman, se emborrachan de fiesta en tabernas de mala muerte, incluso se drogan, alguno se va con meretrices, y les gusta la mala vida, aunque alguno trata de ocultarlo. El resto de personajes más de lo mismo, como reinas arpías; el Duque de los Confines, una criatura consumida por un deseo de venganza y una oscuridad ancestral; o Kallorerk, el antiguo agente de Saga, una sanguijuela cobarde y traicionera a la que solo le interesa el dinero.

 


Los de Saga y colegas varios de farra en una taberna. Por Pierre Santamaria.


Todos somos productos de nuestro pasado.

 

        El libro está escrito con un ritmo ágil y trepidante, que no se detiene a analizar mucho lo que pasa, excepto en un par de capítulos más introspectivos. No es una novela muy compleja, la trama es bastante sencilla: su genialidad radica en como se sirve de esa trama fácil para introducir tantas referencias (a tópicos, a otras obras de fantasía, al rock, etc.) y tantas escenas divertidas, graciosas, entretenidas y hasta épicas. En general saltas de una escena a otra, de una chorrada y de una burrada a la siguiente, siempre riéndote. Como hemos dicho, pese al humor constante, el autor sabe imprimir esa tonalidad nostálgica de las viejas glorias de un Rock and Roll que está desapareciendo, pero que piensan irse dando tralla, y en otras escenas, una épica potente. Hay como un momento en que parece que el libro se vuelve súper Alta Fantasía, muy serio y directo. Son más de 500 páginas y se te pasan volando.

        Su autor Nicholas Eames, es un canadiense que abandonó la universidad (estudiaba arte) para dedicarse a la escritura. Esta es su primera obra. Se define como fanático del café negro, el whisky puro, y los videojuegos. Ha recibido algún premio por Reyes de la Tierra Salvaje, y en 2018 publicó su secuela: Rosa la Sanguinaria. Tiene su propia web, que se puede ver aquí.

        En España ha sido publicado por Gamon, una nueva editorial que ha decidido meterse de lleno en el mundo del grimdark y lo oscuro, con otras sagas como Los magos de la pólvora o El legado del Hierro Negro. La novela esta publicada en tapa dura con sobrecubierta, utilizando una de las imágenes de la web del propio Eames, y con un resultón mapa a doble página de todo el mundo de la obra. El gramaje de la obra y la calidad de la tinta, así como de la traducción son geniales, adecuado para los 20,90 euros que vale.





martes, 2 de agosto de 2022

LA SAGA DE LA CIUDAD - JUAN CUADRA PÉREZ


1. Sangre. 688 pags.

2. Carne. 608 pags. 

        Uno de los mayores bombazos que he leído en mi vida, esto sí que es atrevido de cojones. Verdaderamente este autor se rajó el estómago y se sacó sus propias tripas para plasmarlas en La saga de la Ciudad. Una combinación truculentisima de Neil Gaiman y su estilo onírico a la par que mítico, utilizando dioses y figuras de leyenda como personajes, y Clive Barker, con su terror cárnico y su filosofía de la Nueva Carne. Una brutal fusión de American Gods (2001) y Coraline (2002) con los Libros de Sangre (1984) y El corazón condenado (1986) (la obra que inspiró la conocida película Hellraiser y su saga de secuelas). No es una saga apta para estómagos débiles, porque si algo abunda es el gore y la violencia explícita.

        Esta saga se mueve entre la fantasía oscura y urbana, y el terror, y podremos observar diferentes tipos de magia y creencias: neopaganismo, wicca, tarot, magia clásica de leyes, e incluso ásatrú (una neo-religión vikinga, practicada en pequeños círculos actualmente), seres ancestrales de distinto poder compitiendo entre ellos…. Pero sobretodo una verdadera ola de sangre, violencia, barbarie.

        Los libros se ubican en una ciudad cuyo nombre no conocemos ni llegamos nunca a conocer (y esto tiene una explicación) y que más adelante será conocida únicamente como la Ciudad. En esta ciudad se dan cita poderes y fuerzas que llevan siglos y milenios esperando su momento a penetrar en nuestra realidad y hacerse con el control, pero lo más importante, lo que lo desencadena todo, no es ninguna de estas fuerzas. Es una intervención humana. Casi un desliz, un fallo en el entramado de la realidad. Alguien, un humano sencillo, trastornado por un desequilibrio del sueño y obsesionado por sus pesadillas, comienza a estudiar la mitología de estas, descubriendo que más allá de nuestro plano existe un plano donde habitan los malos sueños. Un plano, llamado el Reino, donde se dan forma nuestros miedos y nuestras depravaciones, gobernado por unos poderosos Señores, y por encima de ellos, la reina Mab, dueña y emperatriz de las pesadillas. Y en su trastorno, descubre un método de dar muerte a la reina y a su Dragón…o casi. Sin prestar atención a las nefastas consecuencias que este acto puede acarrear.

        ¿Parece esto la novela? PUES NO. Esto no son más que las primeras dos páginas del prólogo, así es como comienza todo. A partir de este hecho, muchas fuerzas comienzan a ponerse en movimiento, pues la cascada de acontecimientos ya no puede detenerse. En una fría morgue en algún lugar perdido, un Cazador, que no recuerda nada de su pasado ni quien es, ha despertado de la muerte. Solo sabe su nombre, Ivo Lain, y que tiene una presa. No sabe quién es su presa, no sabe porque tiene que atraparla, pero perseguirá a ese ser hasta donde haga falta, y no existe fuerza en el mundo capaz de detenerlo, ya que las armas no son capaces de herirle, ni es posible desviarle de su camino. Es un puto Lobezno de pesadilla, cazador perfecto, se regenera, sin memoria, invulnerable. Personajes con percepción aumentada que se cruzarán en su camino detectan que Ivo es mucho más que un asesino amnésico, que yace en él un poder ancestral.


No era humano. Tal vez lo había sido, pero ya no lo era.



Así me imaginó a Ivo, mas o menos. Encapuchado e imparable.

        Mientras tanto, en lo alto de una azotea Frank R. Schiolla aguarda su momento, reducido a la mendicidad. Antaño un alto ejecutivo de una empresa de seguros, comenzó a establecer pactos con unos poderes oscuros y antiguos, ahora debilitados tras siglos sin apenas adoradores: los Arcontes. Unas sombras malignas deseosas de consumir toda vida posible. Su magia es sencilla: a cambio de la sangre y la carne de seres vivos, de su sacrificio, ellos te concedían deseos y poderes. A través de unas artes tan repulsivas, Frank había llegado lejos en su empresa, para después perderlo todo, y ahora esperaba su momento para servir a sus oscuros amos en un estallido grandioso, un servicio tan grande que lo convirtiera en el rey del mundo. Y ese momento, contra todo pronóstico, está más cerca que nunca, pues Frank está destinado a ser el agente de los Arcontes en los acontecimientos venideros, su hilo de unión con el mundo para enfrentarse a potencias que están manifestándose.


Una sombra de algo mucho mas oscuro y antiguo que cualquier cosa que pudiera imaginar. Era un reflejo de la oscuridad que había antes de que nadie pudiese concebir siquiera la existencia de la luz.


No sé lo que son los Arcontes, pero no están vivos.


        Y finalmente: Sombra, un joven mago pelirrojo irlandés, hijo de una wiccana neopagana y un mago inglés, que aúna en su persona las fuerzas de ambas escuelas. Una combinación poderosa y peligrosa, aunque Sombra nunca ha sido un hombre deseoso de inmiscuirse en asuntos peligrosos, y prefiere vivir apartado, regentando un pequeño negocio extraoficial de proporcionar servicios y baratijas encantadas a gente local. Sombra es uno de los primeros en darse cuenta de que algo ha cambiado, y que toda la ciudad, puede que el mundo, acaba de verse inmerso en una peligrosa partida que llevaba varios miles de años postergándose.



Sombra podía ser así, como el mago Yunke. 

        La primera de las grandes explosiones del libro se produce cuando, en el Reino, ante la amenaza de su reina y su Dragón y guardián, muertos (o casi), y los peligrosos ataques de los Arcontes, que pretenden hacerse con el control del Reino ahora que Mab y su Dragón no pueden protegerlo, los Señores deciden cerrar las Puertas. A partir de este momento las personas no pueden entrar una vez dormidas en el Reino y dar forma a sus pesadillas, descargando así su tensión, para luego salir al despertar. Así que las pesadillas comienzan a manifestarse en nuestro mundo, con una ola de salvajismo sin parangón. La gente comienza a hacer todo aquello que oscuramente desea, muertes muy imaginativas, decapitaciones, cabezas trituradas, canibalismo, de todo. La peña pone en práctica sus pesadillas vamos, su oscuridad oculta. Torturadores y victimas por todas partes. Es tenebroso de flipar. El autor se explaya contándonos todo esto, a través de protagonistas menores, muchos de ellos mueren durante sus capítulos de formas brutales. Podemos contemplar así toda la brutal pesadilla en que se convierte el planeta.









        Es todo muy La Purga. O muy como debería haber sido La Purga (para mi esas pelis siempre han sido demasiado nefeadas, me falta mala leche). Una batalla campal de todos contra todos (con algún grupo pequeño), donde todo vale. Algunos intentan sobrevivir, y otros se esconden, y muchos persiguen satisfacer sus oscuras satisfacciones secretas de muerte, sangre y barbarie. Muchos personajes ceden a ese impulso de convertirse en un monstruo, poniéndose una mascara.


Era como si estuviese descendiendo una pesadilla. Con sus propias normas. Con sus propios señores.


        Sombra consigue mantenerse aislado de la influencia de esta carnicería, gracias a sus poderes, pero apenas consigue ser algo más que un observador. Mientras tanto, Ivo continúa su cacería, que tiene un papel crucial en todo esto, y Frank trata de cumplir la peligrosa misión que sus siniestros señores le han encomendado.

        Tras estos y otros acontecimientos, prácticamente a la mitad del primer libro, entramos en el verdadero turrón de la saga, donde esta vez sí tenemos como protagonista principal a Sombra. El Reino está a salvo, las Puertas han sido abiertas de nuevo, y el equilibrio restaurado…o eso parece. En realidad, Sombra descubre que la ciudad en la que vivía, cuyo nombre no puede recordar (solo se le llama la Ciudad), ha sido literalmente arrancada de la realidad terrestre por algún tipo de fuerza oscura, y arrojada a algún otro plano. Esta ciudad parece la misma…pero al mismo tiempo no lo es. Todo es demasiado normal, no hay rastros de la destrucción que horas antes arrasó el mundo, nadie parece recordarlo, y la gente es… anodina. Viven como autómatas, haciendo sus vidas, sin plantearse nada. Además no es posible salir del radio limitado de esa población, llegado a un punto simplemente no puedes andar más. Y tras las bambalinas, un hombre conocido como el Rey del Mundo controla todo los hilos de esa, su Ciudad. ¿Quién les ha atrapado como hámsters en una rueda, en su jaula, y porque? ¿Quién ha puesto al autoproclamado Rey del Mundo en el trono? ¿A qué oscura necesidad responde esta siniestra magia, esa ciudad-cárcel, de la que solo Sombra es consciente?


Un hambre insaciable, una sed inmensa, un vacío que nunca podría ser llenado, pero que quería, deseaba, exigía siempre lo mismo: carne, sangre, vida.


        Y aquí no acaba todo… a través de unas bocas de metro secretas, es posible llegar a una zona oculta de la Ciudad: las Casas de la Carne, una especie de versión siniestra de la Isla de los Juegos de Pinocho, donde puedes cumplir cualquier fantasía, si pagas el precio. Y el precio se paga en sangre y carne. Juegos mortales, violaciones, comerte a alguien, sodomía, matar lentamente… Lo que quieras. Y Juan Cuadra Pérez es muy imaginativo a la hora de describir estas torturas y muertes. En este lugar de dolor hay dos clases de personas: visitantes (intocables) y carne (puedes hacer con ellos LO QUE QUIERAS, y pertenecen a la personas que los han traído, que también pueden usarlos para venderlos, por partes si quieren, a cambio de otros servicios). Sombra descubre que los visitantes son gente de nuestro plano que de alguna manera han pactado con los siniestros gobernantes de la Ciudad para entrar, y se han traído su propia carne con la que comerciar... y divertirse. Las Casas de la Carne son contraladas por los Amos, tres personas cuya voluntad y palabras es la ley: El Señor de las Casas, la Loba y el Constructor.







        En este nuevo nivel ya no tenemos la explosión de violencia indiscriminada y las batallas callejeras de La Purga, una cacería sin cuartel. Ahora es un horror mas calculado, cámaras de torturas milimétricamente diseñadas, juegos perversos, planes de mentes enfermizas, todo mucho mas propio de Saw o El ciempiés humano. Paga y haz lo que te de la gana. Hay gente que se contenta con palizas hasta la muerte usando herramientas diversas, a lo A serbian film, pero otros necesitas perversiones mas imaginativas, como ese ciempiés hecho de personas, o los juegos por sobrevivir. De hecho esos juegos llenos de cadenas y maquinarias de Saw se parecen a muchas de los creaciones que podemos ver en las Casas, obra del Constructor, uno de los Amos.

        Horrorizado por todo esto, por la depravación que contempla en las Casas, por estar metido en una siniestra rueda a merced de alguna entidad maligna, Sombra decide hacer aquello que nunca ha querido hacer: salvar el puto mundo. Permanece escondido en la Ciudad mientras realiza sus arduas investigaciones, hace pruebas, pasea por las Casas, y trata de averiguar todo lo posible sobre lo que está pasando y urde estrategias para destruir ese entramado mágico en el que están todos atrapados, antes de que cumpla su oscuro objetivo, sea cual sea. Y todo ello lo hará mientras se preocupa de evitar a los sicarios del Rey del Mundo. 


La Ciudad era una abominación mortal, y había que destruirla.


        Juan Cuadra Pérez nos cuenta una historia sórdida y violenta, descarnada y brutal, donde podemos contemplar lo más sucio de la humanidad. Los deseos y aficiones mas perversas que se esconden tras la fachada de civismo y moralidad de la humanidad. Si puedes ejercer todo el dolor que quieras, si puedes hacer con otra persona lo que quieras, ¿hasta dónde serias capaz de llegar? Es un libro absolutamente gráfico, de una violencia arrolladora: describe con todo detalle verdaderas carnicerías, salvajadas, etc. Y aun así, posee un fuerte efecto estético (si te mola el gore, claro). Es muy Clive Barker y sus Libros de sangre (y casi cualquier otra obra suya), quien es de hecho una de las principales inspiraciones del autor. Casi parece que Juan Cuadra ha traído a nuestro mundo el plano de los cenobitas, el universo de dolor y placer sin limites de donde viene Pinhead, que vemos en El corazón condenado (Hellraiser)


Frente a él, en el corazón del caos, bajo la marea de deseos e impulsos, alguien estaba llevando a cabo un plan, un plan que no era suyo sino de poderes antiguos y siniestros a los que nada importa la vida. Para los cuales la vida era alimento.




        Al mismo tiempo, tiene un ritmo tremendamente ágil, es muy entretenido, absorbente, etc. Las primeras páginas descolocan un poco hasta que te enteras de que es lo que está pasando, pero enseguida coges el ritmo. Algunos personajes son súper guays, como Sombra, su colega Lucian, o los Señores del Reino. También tienen personajes que dan un ascazo tremendo, empezando por el propio Frank R. Schiolla. Es repugnante, un baboso patético que trata de conseguir poder a través de otras entidades, los Arcontes, porque evidentemente el no vale nada. Su personaje está claramente inspirado en Shadwell, el Vendedor, personaje de otra obra de Clive Barker, Sortilegio (1987). Hay más referencias a esta novela en La saga de la Ciudad, como el acento onírico, el mundo dentro de otro mundo, etc.

        También es posible apreciar una fuerte fantasía mítica, con la intervención de seres feéricos, o el propio Reino, el hogar de las pesadillas. El autor construye este mundo no a través de la mención de dioses, como podrían ser Tánatos o Morfeo, sino a través de unos Señores que constituyen los arquetipos jungianos del horror en sí mismos. La Oscuridad, la Cazadora, la Bestia, el Laberinto. Ese sentimiento de brutalidad oculto en nuestro subconsciente, ese temor perpetuo o algo que no podemos discernir, etc.

        Es una saga que se compone únicamente de dos libros, pero aviso, no es precisamente corta. Cada libro tiene 600 y pico páginas y están escritos a letra bastante pequeña. Es una historia bastante larga… lo que mola, ya que el autor recurre a un mecanismo de narración muy preciso, trata de contarte la historia desde la perspectiva de muchos personajes distintos (muchos de ellos mueren a la primera de cambio, y entre terribles sufrimientos, otros, contra todo pronóstico, aguantan más de lo que parecería), y mostrarte esa jodida ciudad en toda la profundidad que puede. Esa sanguinaria guerra anárquica de todos contra todos, instinto oscuro contra deseo perverso, desatada cuando las Puertas se cierran, con Ivo tratando de cazar a su presa y Sombra buscando descubrir que ostias está pasando en su mundo y porque. Las Casas de la Carne, con su economía sanguinaria y brutal, y aquellos que logran medrar o simplemente sobrevivir entre sus calles. Los Amos de las Casas, y las pasiones que ocultan tras su privilegiada posición. Las perversiones del cabronazo de Schiolla, quizá el más asqueroso de toda la saga, no por ser el más enfermo, sino por la combinación de cobardía y crueldad gratuita.

        Violencia. Gore. Lenguaje malsonante. Acción. Magia (rúnica, natural, de sangre, ritual, onírica, e incluso cibermagia). Sangre y carne. Sexo. Pesadillas. Oscuras del copón. Esos son los componentes de La saga de la Ciudad. En mi opinión muy merecedora de ser leída, en primer lugar porque el autor no se calla nada. Si un personaje tiene que morir colgando de sus tripas de un gancho en el techo, lo hace. Si tiene que contarte la escena, lo hace. Los protas, gente como Sombra o Lucian, no dejan de ser supervivientes natos, y si tienen que matar, lo harán, y si tiene que hacerlo a lo bestia, lo harán, y si tienen que ser un poco cabrones para vencer… bueno, pues dale. No se puede hacer una tortilla sin romper los huevos, como diría cualquier fan del grimdark, y eso tiene en común con estas novelas. Además no es gore por gore, es imaginativo, original, incluso épico en ciertas escenas, y muy interesante. Vaya, incluso hay personajes LGTBI. Muchos de sus componentes también pertenecen al Género Bizarro, al igual que obras como El almuerzo desnudo o Morder el bordillo

        Hay quien la ha criticado por su violencia explícita, su capacidad de mostrarte escenas muy chungas de forma muy gráfica. No estoy de acuerdo. Una novela con estas premisas sin violencia explícita… es una cagada, no tiene sentido. Es tratar de vender con la premisa pero luego no tener los arrestos de sacar lo que has prometido. Nadie se imagina una premisa como Crepúsculo sin recargarla de amor y azúcar ¿verdad?  A fin de cuentas es lo que ha prometido. Pues aquí igual, aunque esta violencia este peor vista. Y ello no quiere decir que los consumidores seamos violentos, yo soy pacifista: el terror, el gore, etc. solo son mecanismos para conducir una historia y pueden estar mal o bien usados. Ahora bien, tiene que molarte, ten claro lo que compras. Una vez entres en la Ciudad, ya no podrás salir.

        Realmente la saga se compone de cuatro novelas: El libro de Ivo, El libro de Sombra, El libro de Lucian y El libro de Siiri, y empezaron siendo publicados por Fantascy en unas ediciones bastante bdah. No acabó de publicarlos (no entiendo estas cosas que hace Fantascy) y fueron adquiridos por Insólita Editorial, una casa que suele vender libros que tratan de ser distintos, y acumulados en dos tomos: Sangre y Carne, cada uno a 19€ (me parece un chollazo). Son unas ediciones chulas, en mi opinión trasmiten ese punto de misterio, magia, pesadillas, sangre, oscuridad, etc.



Portadas de las ediciones de Insólita Editorial de La saga de la Ciudad. 


        Su autor, Juan Cuadra Pérez es malagueño, Filólogo Hispánico y profesor de Lengua en institutos, traductor, y rolero y friki de corazón parece (sale con camisetas de Pinhead y todo). Antaño tenía una web (la cotillee en su momento hace tiempo), pero ahora esta caída no sé porque. No parece tener más libros aparte de estos, aunque no me importaría leer alguno más.


jueves, 30 de junio de 2022

EL ARCANO Y EL JILGUERO - FERRAN VARELA



        Jodo, últimamente la fantasía española está que arde. Vaya librazos. En esta ocasión, con El Arcano y el jilguero, nos encontramos por vez primera en el territorio fantástico de Hann: una zona donde existen varios países gobernados desde unas ciudades-estado o ciudades libres, cada una con su propia cultura, religión, etc. Actualmente todo Hann está completamente asolada por una guerra brutal espoleada por el Imperio Leenero, una facción expansionista, militarista y belicista de este territorio. Desde hace varias generaciones, los crueles Emperadores del lugar se habían propuesto someter toda la civilización conocida, pero es el actual Emperador, el despiadado y megalómano Thied Seedveen, quien ha iniciado una campaña que está tomando el control de todo Hann a toda velocidad, sin detenerse ante nada, y sin mostrar misericordia.

        Esto no quiere decir que Sieedveen sea un asesino sin inteligencia, todo lo contrario, pese a que no le conocemos se nos muestra como un hábil tirano. Una vez arrasa los territorios implanta sistemáticamente la cultura Leenera, para exterminar todo rastro de identidad de las ciudades conquistadas, haciendo así definitiva la anexión. Un genocidio cultural en toda regla.



Poco mas o menos como imagino a Thied Seedveen. Un Emperador absoluto y tiránico recubierto de simbología divina y sagrada, que lo legitima. Elegido por los dioses para gobernar. By ChangYuanJou.  


        El Emperador se vale de seis grandes ejércitos con los que arrasa todo el continente, cada uno de ellos comandado por un General (el líder de uno los seis clanes patricios principales, las seis familias más poderosas), todos ellos militares de gran calibre. Son ejércitos extraordinariamente profesionales, cada uno especializado y equipado en un tipo de combate (naval, artillería pesada e incendiaría, infantería pesada y acorazada, etc.) y cada uno recibe el nombre de una criatura fantástica (el Gólem, el Hipocampo, el Basilisco, la Quimera, el Ziz y el Liche). Los gobernantes de cada ciudad anexionada se llaman Protectores, y también suelen ser miembros de uno de los seis clanes patricios. Finalmente, por encima de los Generales, están los cinco hombres que representan todo el poder del Emperador. Los cinco dedos de su terrible garra con la que está destruyendo todo aquello que se le opone, los cinco dedos que todo lo alcanzan: los Altos Oficiales. Knile la Sombra, Soreld la Espiral, Fura la Cicatriz, Zein la Cadena y nuestro protagonista, Mezen el Ariete. Estas cinco personas son casi plenipotenciarias, van donde se les antoja y hablan con la voz del Emperador, cinco personas especialistas en diferentes artes que los convierten en los cinco esbirros más útiles de Seedveen, muchos de ellos envueltos en historias y miedo, personajes temidos y semi-ocultos.

        Podría pensarse que estas cinco personas son las cinco más leales al Imperio, y puede que sea así con alguno de ellos, pero no con Mezen. Mezen se unió al Imperio para evitar un derramamiento de sangre, lo que en su dia le costó un altísimo precio... Y le obligo a cometer la mayor traición de su vida. Mezen el Ariete es un especialista en tortura física y psicológica, en investigación de debilidades (incluyendo las de ciudades enteras) y en su explotación, encargado de rendir sin apenas oposición las ciudades que se resisten y en obligar a arrodillarse a los más encarnizados enemigos del Emperador. La mayor parte del mundo cree que Mezen es en realidad un Arcano del Tormento, un demonio inmortal cuya tarea es la tortura y el dolor, que ha jurado lealtad a Seedveen por algún tipo de pacto oscuro. Fama que Mezen se encarga de fomentar con hábiles espectáculos, escenografías, y sus torturas públicas, y con su temible capa cosida, hecha de rostros humanos cosidos unos a otros. Ayudado por esta reputación, su sola presencia y unos pequeños empujones enfunden tal terror en rivales bien fortificados que rinden rápidamente las plazas.

 


Mezen con su capa de rostros, ilustración por Manuel Gutiérrez. Refleja a la perfección el rollo terrorífico y dramático, y al mismo tiempo melancólico y solitario, de Mezen. 


La victoria sabe a sangre y a enfermedad, a hambruna y a fuego. Su aliento arrastra el aroma de la ceniza y la muerte.

 

        Pero la realidad es que Mezen no siente ningún orgullo por lo que hace, es más, se castiga continuamente, y está convencido de que algún día habrá de rendir cuentas por sus crímenes (“quien a hierro mata…”). No es un creyente (en un universo cuasi-medieval, tenemos a un personaje ateo, sus reflexiones son muy interesantes), pero si lo fuera creería que el peor de los Infiernos y castigos se reserva para él. Lo tiene asumido, carga con ese dolor en soledad, con la única compañía de su caballo Susurro: un monstruo como él no puede tener amigos, no puede tener lazos, solo sirve para destruir y exterminar.

 

Porque eso es lo único que un Arcano del Tormento puede ofrecer: dolor, cenizas y muerte.

 

        Mezen es un hombre inteligente y hábil estudioso y conocedor de la política y la guerra, y como tal, sabe que el Imperio vencerá igualmente, con o sin él, es simplemente demasiado poderoso y numeroso. A él no le importa el Imperio, ni su gloria, ni siquiera le importa él mismo, ya no (a ese punto llega su castigo y autodesprecio). Sus crímenes y atrocidades tienen únicamente un fin: a cambio de la vida y el dolor de unos pocos, consigue rendiciones que salvan miles de vidas. Sin él, el final hubiera sido el mismo, pero con muchas más víctimas. Ha hecho tanto mal, ha pagado un precio tan alto (y ha obligado a incontables personas a pagarlo) que no puede detenerse ante nada en su objetivo: rendir todas las ciudades de Hann al Imperio Leenero, y una vez haya completado su tarea y no exista nada más que el propio Imperio, unificado y pacífico, sin más guerras, esperar a que el hijo de Thied Seedveen alcance la mayoría de edad. Una vez el joven pueda gobernar, Mezen asesinará al Emperador, y con eso su tiempo entre los vivos habrá concluido. Su deber concluido.

 

Llegará el día en que yo reclame tu vida, y saben los dioses que te haré pagar cada gota de sangre derramada.

 

        Pero en una de sus últimas campañas, las cosas comienzan a cambiar irremediablemente. Mezen comienza a acumular los rencores de algunos de los clanes patricios y de los Generales. Al mismo tiempo, Zein la Cadena (otro Alto Oficial, y personaje muy interesante) encarga a Mezen que investigue una extraña epidemia llamada el Azote que asola la ciudad de Usko, en donde Mezen descubre extrañas conspiraciones ligadas a la enfermedad. Pero el mazazo que cambiará su vida para siempre será salvar la vida y conocer a Nara, una joven chica huérfana y abandonada de una región recientemente arrasada por el ejército del Gólem, y la adoptará, en parte contra la voluntad del propio Mezen. Nara recordará a Mezen la humanidad que arde en su corazón, alejará de sí mismo su autoimagen como un monstruo, le ayudará a ver lo bello de la vida…y le entregará un lazo con el mundo de los vivos, una discípula y una hija. Alguien de quien preocuparse, algo de lo cual no se creía merecedor. Por primera vez, una vida que no está dispuesto a sacrificar. La historia de cómo esa chiquilla, ese jilguero, cambia la vida de este autoproclamado Arcano del Tormento, es la historia que este libro pretende contarnos.




Mas o menos así imagino a Mezen el Ariete cuando esta ejecutando sus trucos. Su apariencia maligna, siniestra, terrorífica, y al mismo tiempo sagrada. Inevitable.  

        El libro es una pasada, a caballo entre un tono romántico y trágico, doloroso: todo ese dolor que Mezen siente y vemos de primera mano (el libro es en primera persona, con Mezen); y un tono grimdark. No debemos olvidar que pese a su solitaria existencia cuasimonastica, Mezen no es ningún santo, es el antihéroe perfecto. Su objetivo es loable (la paz) pero para ello ha matado y torturado de formas indescriptibles a decenas, quizá cientos, de personas, y es culpable de la muerte de muchas mas. Su mano no ha temblado a la hora de segar vidas por el Imperio, y que cada vida le castigue no lo hace menos culpable. Una historia cínica, sádica, dolorosa, brutal, descarnada, violenta, plaga de muertes sin sentido ni gloria, personas destripadas, prostitución, miseria, pobreza, enfermedad, hambre. En este caso, el tono de ironía y cuasi-comedia que a veces utilizan otras obras de grimdark, como La Primera Ley de Joe Abercrombie y sus secuelas, es casi inexistente. Existe un tercer tono: el antropológico y cultural. El autor nos propone una descripción, casi una disección, extremadamente analítica y detallista de diversas de las culturas de Hann, desde la de los Leeneros, hasta la de otras regiones y ciudades como la de Usko, Tirvo, el Páramo Helado de Pur, etc.

        Mezen no solo es un torturador y un estratega nato. Es un hombre muy cultivado y estudioso en diversas artes, entre ellas, la historia y la antropología cultural. Conoce las leyendas de las ciudades de todo Hann, sus sistemas creencias, culturas, religiones, mitologías, etc. y las utiliza adecuadamente en su favor para alimentar su propia leyenda como Arcano del Tormento. En cada ciudad sabe de qué hilos tirar según la cultura del lugar. Aunque la que más usa, como hilo conductual, es la Leenera, ya que aparte de ser la del Imperio al que sirve, como es la que más se está extendiendo, es la más universal. De esta manera, nos habla (o le habla a Nara) sobre la historia de los Áureos, los dioses del Imperio, de sus Planos, etc. En El Arcano y el jilguero la mitología cobra un papel propio, y muy cargado, al tiempo que interesante. Su desarrollo e importancia concede a este Imperio de peso, de realidad, casi pareciera que existió de verdad.



Me imagino que ven a los Áureos como algo así. 

        El personaje de Mezen y su dolor están presentes en toda la obra, su proceso de castigarse, de aceptar su pasado, de aceptar a Nara, de resistirse a los sentimientos que están floreciendo en su interior, etc. Es doloroso casi hasta para nosotros. Las andanzas por la oscuridad de un genio que pudo ser mucho más. También mola muchísimo como desenrolla los hilos de ciertas conspiraciones, y que montajes (estilo Kvothe pero en plan sanguinario) urde para destruirlos, con su teatro y todo.

        La tragedia también es una constante en la novela, e incluso hay alguna escena que joder, me ha costado de verdad. Y mira que la veía venir, pero joder que dolor. Y qué bonito.

 

Esta es mi senda, la misma senda que he seguido los últimos dieciséis años, y pienso seguirla hasta el final.

 

        Y muchos preguntareis “vale, pero ¿y la magia?”. Pues no hay. Estamos en un mundo de fantasía, y de hecho hay razas fantásticas como lamias (terribles mujeres serpiente venenosas) de inteligencia escasa o reducida, pero que sepamos de momento no se ha hecho presente ningún tipo de magia, aunque Mezen (y algún otro personaje) tienen una batería de trucos que a veces lo parecen. Por ejemplo, Mezen también es boticario y medico de campaña (más o menos), y su conocimiento de las hierbas le lleva a saber prepararlas, concentrarlas, y aplicarlas adecuadamente para parecer que ha hecho magia. Ya se sabe, entre gente principalmente ignorante, un científico puede parecer un mago.

        Lo cierto es que el punto dramático (DRAMA QUEEN TOTAL) de Mezen, con su rollo de soy un monstruo, merezco el peor de los Infiernos, habré de rendir cuentas, etc. mezclado con su objetivo inamovible, y sus teatros de Arcano del Tormento a lo “Soy inevitable”, “Soy el Apocalipsis de Gotham”, me resultan cautivadores. Es una reina en realidad. Y es genial xD. Lo bien creado que esta todo el universo, Hann, las ciudades libres, el Imperio, etc. es una pasada, vaya trabajazo tiene este autor. Y todo condensado en 378 pags, y no sientes que le falte nada. Aprende Stephen King (The Stand, ejem ejem).

 

Una mujer con el honor suficiente para saldar su deuda con un demonio, la bondad necesaria para sentirse mal por ello, y la valentía para decírselo a la cara.

 

        Ahora bien: NO ES CONCLUSIVA. La obra acaba en un punto donde es necesario más libros, resolver la situación. Esperó que este autor le esté dando cera a este proyecto. De momento solo ha sacado, pocos meses después de publicar El Arcano y el jilguero, un pequeño librito (78 paginas) llamado Historias de Hann donde recopila unas cuentas historias ocurridas en Hann, pero no parecen guardar relación con lo ocurrido con Mezen y Nara. Además, en 2021 publicó la Guía de lectura de Ignotos Mayores, una especie de manual sobre la cartomancia de un tarot existente en una ciudad de Hann, y sobre sus deidades, que en vez de ser los Arcanos Mayores de nuestro tarot, se llaman Ignotos Mayores. Viene con las  cartas y todo.

        Y es que Ferran Varela, su autor, se trata de uno los autores más esquivos y oscuros del panorama nacional. No suele participar en grandes concentraciones de autores, no acude a grandes eventos, vive como muy a su bola. Nació en Barcelona en 1988, es licenciado en Derecho y ejerce la abogacía, y publica principalmente con Ediciones el Transbordador. En 2018 comenzó su carrera como escritor, con La danza del gohut (que no guarda relación con el mundo de Hann) y siguió en 2019 con El Arcano y el jilguero. Ha publicado algunos cuentos con editoriales como Pulpture.

        El libro de El Arcano y el jilguero, aparte de traer una historia cojonuda, interesante, oscura, intrigante, inteligente, distinta, y que merece mucho la pena leer, es una maravilla estética. Ilustrado por Manuel Gutiérrez, ilustrador de éxito, tiene una portada impresionante donde podemos ver a Mezen el Ariete con su capa de rostros, el Arcano del Tormento en todo su poder, y dentro del libro tenemos imágenes de rostros desollados y contorsionados por el dolor, un mapa detallado de Hann, además de un prólogo de Antonio Torrubia (conocido como “el librero del mal”, trabajador habitual de la librería y editorial Gigamesh) y postfacio de Daniel Garrido (creador del blog “El caballero del árbol sonriente”). Para traer tanto detalle, 26 euros y pico me parece barato.






        El ritmo es firme, la trama sólida y muy bien construida, el funcionamiento de la sociedad y del universo detallado. Los personajes están muy bien definidos y construidos, todos con claroscuros, algunos más ambiciosos, otros más buenos, algunos cubiertos por una coraza por el dolor que les han causado, etc. Incluso hay algún personaje LGTBI importante, que siempre mola. Aunque respecto a esto, las relaciones amorosas no tienen prácticamente ningún lugar en esta novela, únicamente puede observarse el cinismo con el que Mezen las contempla debido a un capítulo de su oscuro pasado. Si tuviera que sacarle algún fallo, sería solo la falta de declaraciones o concreción sobre si va a haber una continuación (me van rechinar los dientes como se quede así).

 

Esperaré a que toda Hann sea conquistada. Esperaré a que no sea necesario un ejército, a que no haya adversario contra el que el Imperio pueda luchar. Esperaré a que el hijo del Emperador tenga edad para gobernar, con tal de evitar una guerra civil en pos del Trono de Mesetatrigo. Y entonces os mataré. A ti y al Emperador.




BALADA DE PÁJAROS CANTORES Y SERPIENTES - SUZANNE COLLINS

          Tras 10 años de parón, la autora de Los Juegos del Hambre ha sacado esta precuela de su saga: Balada de pájaros cantores y serpien...