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martes, 17 de octubre de 2023

LA COLINA DE WATERSHIP - RICHARD ADAMS




        La colina de Watership, publicado 1972, es una reconocida novela de supervivencia y aventuras, de corte infantil pese a su importante trasfondo metafórico sobre las sociedades humanas y su crítica hacia temas como el medio ambiente y el animalismo. Puede entenderse como una revisión de las fabulas, los cuentos sobre animales. Pese a ese contexto infantil, realmente es una novela que encierra una fuerte violencia. A veces es bastante bestia. Moral, pero bestia.

        La historia se ubica en las cercanías de Newbury (ciudad natal del autor, Richard Adams), en la zona de las comarcas de Hampshire y Berkshire, Inglaterra. Los protagonistas de esta novela son los conejos, a quienes el autor otorga capacidades humanas, y poseen su propia cultura, lengua, proverbios, mitología… Por ejemplo todas las conejeras poseen un Conejo Jefe, que defiende su posición apoyado por la Ousla, una elite de “conejos guerreros”  fuertes que actúan como su guardia personal y tenientes. Hablan en lapino, la lengua de los conejos, de la cual Adams nos deja caer diferentes términos propios (“Ousla”, “siflar” que es comer, o los “elil”, que son todos los enemigos de los conejos, sus depredadores), y el libro nos incluye un glosario final con todos ellos, para consultar. En cuanto a mitología, todos los conejos creen que el mundo fue creado por una especie de dios sol o Fri, pero su pueblo fue guiado por El-Arairal, Príncipe de los Conejos o Príncipe de los Mil Enemigos, un personaje astuto que siempre se las apaña para robar comida para su pueblo o engañar a los elil. Entienden la muerte a través de una oscura entidad conocida como el Conejo Negro, que los viene a buscar llegada la hora. Tienen muchos mitos e historias respecto a estas figuras, y nos van siendo contadas a modo de interludios.





Todo el mundo será tu enemigo. Príncipe de los Mil Enemigos y, donde quiera que te atrapen, te matarán. Pero primero deberán atraparte, cavador, atento, corredor, príncipe del rápido aviso. Sé astuto y lleno de tretas y tu pueblo nunca perecerá.


        Al comienzo de la novela, los protagonistas viven una vida más o menos tranquila en una conejera en Sandleford, pero entonces un pequeño conejo llamado Quinto tiene la premonición de que va a suceder algo terrible. Su hermano, Avellano, un conejo muy astuto y con dotes de líder, quien sabe que las premoniciones de Quinto suelen acertar, intenta convencer al Conejo Jefe para evacuar, pero ante la negativa, reúne un pequeño grupo de sus más leales amigos y juntos deciden abandonar su hogar. Entre estos amigos se encuentran Diente de León, un hábil cuentacuentos (es quien narra los mitos, su voz es la que nos cuenta las historias del pueblo lapino), o Frambueso, un conejo especialmente inteligente a nivel técnico (como un inventor). A ellos se unen dos miembros del Ousla de Sandleford: Plateado y Pelucón. Pelucón es un conejo extraordinariamente fuerte y temible, y con mal genio, y hace un poco del Rambo de la novela, y pese a que es el que más ostias recibe no lo tumban nunca.

        A partir de aquí la novela se convierte en una huida a través de distintos peligros (trampas humanas, depredadores, ríos, etc.) que los conejos van atravesando para llegar a un lugar que puedan llamar hogar, mientras el liderazgo de Avellano se va reforzando cada vez más. La fuerza de Pelucón, las ocurrencias y la inventiva de Frambueso o las premoniciones de Quinto, todo ello coordinado y guiado por su comandante, Avellano, son los pilares de su peligroso éxodo.

 

(…) los que están agotados y vagan en comarcas extrañas no son exigentes en cuanto a la morada.


        Un aporte interesante es que Adams conceptualiza adecuadamente el hecho de que los conejos no poseen pensamiento abstracto, por tanto ellos no dibujan ni retratan, no lo conciben, ni tampoco entienden que para atravesar un rio puedes montarte encima de algo que flote. La idea de subirte tú a algo que flote, y encima de eso atravesar una masa de agua y bajarte al otro lado, algo tan sencillo para nosotros, supone un encadenamiento de ideas fuera de su alcance. Si quieres atravesar un rio, nadas. Pero Frambueso, su inventor, sí que logra entenderlo y desentrañar conceptos como estos, dando lugar a “inventos” (una rama en la que subirte, sí, pero es que son conejos, tampoco van a ponerse con inventos steampunk).




        Cuando finalmente se establecen en la colina de Watership y comienzan a construir una nueva conejera, descubren que relativamente cerca tienen una peligrosa nación rival: Efrafa. Efrafa es un estado de conejos centralizado y militarista dirigido por un consejo que a su vez controla un siniestro y brutal conejo: el general Mostazo, un dictador cruel y sin piedad. Mostazo es un conejo gigantesco (más grande y fuerte aún que Pelucón) y marcado por las cicatrices de muchas batallas. Somete por la fuerza a todas las conejeras que sus patrullas periódicas localizan y mata a quienes se le oponen. Tiene dividida a Efrafa en diferentes sub-conejeras aisladas unas de otras, cada una de ellas comandadas por un capitán, y todos los capitanes responden directa y únicamente ante Mostazo. Es todo muy orwelliano, un estado absoluto y terrible. Escapar de las garras de Mostazo y evitar ser absorbidos por Efrafa supone el verdadero arco central de la novela.




El general Mostazo con sus tropas de Efrafa.

        Richard Adams trata muchos temas en estas novelas. El arco del héroe de Avellano ligado al viaje y reforzado por la profecía de Quinto es un arco de héroe clásico, algo similar al de Odiseo/Ulises (la Odisea de Homero), el arco del héroe viajero. Un poco Moisés también, arrastra consigo a su pueblo en una huida hacia delante hasta la tierra prometida, donde puedan fundar su propio país. Además, es interesante observar como Adams construye toda una sociedad en los conejos, con todas sus características (religión, mitología, idioma), y algunos de sus acervos culturales. Estas características dan mucha fuerza a la trama del crecimiento de Avellano como su nuevo líder y salvador. Para el resto de los conejos es una especie de reencarnación de El-Arairal, el Príncipe de los Conejos mítico.



Avellano y el resto de sus amigos durante su travesía.

        Además hace un importante ataque a la capacidad humana por destruir las vidas que le rodean en su imparable expansión industrial, principalmente en el acto inicial, donde los humanos atacan y destruyen una conejera con humo, gas, y excavadoras, para construir encima una urbanización nueva. Adams habla de cómo los humanos no saben convivir, mientras que los animales solo hacen lo que deben hacer para sobrevivir, no matan por crueldad ni se expanden de forma abusiva, incluso llegan a ejercer la simbiosis con otros animales (que Adams representa también de forma muy imaginativa).

 

Nos mataron porque les resultaba cómodo. Porque estábamos en su camino.

 

Todos los otros elil hacen lo que deben hacer y Fri los mueve como nos mueve a nosotros. Viven de la tierra y necesitan comida. Los hombres no descansarán hasta haber estropeado la tierra y destruido a los animales.

 

        El único animal de la novela verdaderamente malo, como los humanos, y que de hecho comparte muchísimas características con ellos, es Mostazo. Mostazo al final no puede entenderse como un conejo, es el elil que supera a todos los elil: un humano. Un destructor, un corruptor, consumido por la ira y la rabia de su pasado. Con su estado orwelliano distópico y dictatorial, su “conejera de hierro” lleva la corrupción a la pureza del reino animal. Tanto es así que Avellano y su gente temen mucho más a Mostazo y el mal que trae consigo que a sus elil tradicionales (gatos, perros, etc.). No temen a sus depredadores naturales con los que al final llevan coextiendo desde el inicio de los tiempos (y como ellos son creaciones de Fri, el dios sol), y saben cómo evitarlos aunque a veces les atrapen, si no a la destrucción de todo su mundo y sus existencias que tanto los humanos como Mostazo representan. La muerte y la subyugación por si mismas, no natural, si no transgrediendo la naturaleza misma. Pervirtiendo.

 

Los animales no se comportan como los hombres -dijo-. Si tienen que pelear, pelean, y si tienen que matar, matan. Pero no se sientan y utilizan su ingenio para maquinar maneras de destrozar la vida de las otras criaturas y herirlas. Poseen dignidad y animalidad. Tú has perdido la animalidad.

 

        La escena de la batalla final contra las tropas de Efrafa y contra la locura destructora de Mostazo, que no piensa detenerse ante nada en su obsesión por someter, es bastante intensa. Con la fuerza de Pelucón que ejerce como un general de primera fila luchando al frente, las profecías de Quinto, y Avellano ejerciendo de comandante al mando.

        En la novela podemos encontrar diversas inspiraciones. Por un lado es fácil que veamos el tema clásico de la búsqueda junto a su pueblo, el éxodo, muy grecolatino: especialmente la Eneida de Virgilio y la Odisea de Homero. De hecho es más evidentemente en la Eneida, ya que Eneas estaba buscando una tierra en la que establecerse con los supervivientes de su pueblo, tras la destrucción de Troya, como hace Avellano. Pero Odiseo/Ulises solo se está retirando de vuelta a su tierra, Ítaca, junto a sus soldados, tras la guerra, y le van pasando mil cosas y los dioses le putean y acaba regresando solo y 10 años después. Pero no busca un nuevo hogar. Explora los temas del exilio, la supervivencia, el heroísmo, el liderazgo, “la creación del héroe”, “el viaje del héroe”. Puede contemplarse incluso desde las perspectivas respecto al héroe y la literatura del mitólogo Joseph Campbell.   



        También es muy fácil identificar a George Orwell: el estado efrafiano corrupto contrapuesto a la utopía natural de Avellano (que solo trata de reflejar una vida natural) nos lleva directamente a Rebelión en la granja (1945). Y la dictadura de Efrafa apunta al estado distópico terrible y deshumanizante de 1984 (1949). Refleja las luchas eternas entre la tiranía y la libertad; la razón y la emoción ciega; el individuo y el estado corporativo.

 

Hay un mal atroz suelto por el mundo.

 

        Además, sacó la información sobre el comportamiento de la vida de los conejos de The Private Life of the Rabbit: An Account of the Life History and Social Behavior of the Wild Rabbit (“La vida privada del conejo”) del naturalista galés Richard Lockley (quien acabó siendo amigo personal de Adams).

        El libro alcanzó una alta popularidad y ganó varios premios (pese a que al principio fue rechazado 6 veces por distintas editoriales), pero no estuvo exento de críticas. Ya en los 90 se criticó que su forma de tratar los roles de género estaba fuera de lugar y de tiempo: ya que en esta historia las conejas son prácticamente solo instrumentos de reproducción para que el resto de protas, los conejos machos (Avellano y su grupo), puedan reproducirse, y por tanto su éxodo no sea solo una existencia vacía. A fin de cuentas para fundar un país hacen falta machos y hembras que puedan aparearse y crear una comunidad. La verdad es que ciertamente poca trama tienen fuera de aquí. En 1996 Adams publicó una secuela, Cuentos de la colina de Watership, donde a causa de las críticas recibidas introdujo más peso de trama a las conejas.

        Además, la trama como tal en si no vale mucho. Es muy simple y directa, poco desarrollada. Y su escritura y estilo son algo encorsetados, arcaicos. Los diálogos son poco naturales, la trama a ratos se hace pesada y cansa, carece de interés. Incluso en las escenas más intensas se nota que, por decirlo así, se podía haber escrito mejor. Más estilístico. Pero por otro lado, lo que representa, el trasfondo de la trama, sus reflexiones, si valen la pena. Por tanto, en general es recomendable.

        Ha sido adaptada varias veces a la pantalla. En 1978 Martin Rosen escribió y dirigió una adaptación animada cuyo elenco de voces incluía a John Hurt, cuyo título en español fue Orejas largas (bastante lamentable esa traducción, en mi opinión). La película omite bastantes cosas y resume otras, pero se centra en lo importante, y su estilo antiguo de animación, con los fondos dibujados a mano que casi parece cuadros y sus escenas sanguinarias (principalmente las que protagoniza el terrible Mostazo) dan un rollo siniestro y anticuado guay. Martin Rosen participo en una nueva adaptación en serie de TV de 1999 a 2001, con una animación más clásica y plana, de colores satinados, que abre nuevas tramas y alarga situaciones para adaptarla 39 capítulos dividida en 3 temporadas. Finalmente en 2018 la BBC y Netflix sacaron una miniserie de 4 episodios con animación por CGI, con James McAvoy poniendo la voz a Avellano y Ben Kingsley a Mostazo Se puede ver en Netflix. La miniserie adapta la obra a narraciones más convencionales, y mantiene el estilo que mezcla infantil con adulto y siniestro, aportándole mal rollito. Aunque la que más mal rollo da es la primera.




Película La colina de Watership de 1978.


Serie La colina de Watership de 1999 a 2001.

Película La colina de Watership de 2018.


        Una de las obras que inspiró La colina de Watership es El ciclo de la Luna Roja, de José Antonio Cotrina, con sus jóvenes muchachos buscando el modo de sobrevivir en ese mundo terrible y sanguinario. Y el propio Cotrina la nombra como una de las novelas que más le inspiró (de hecho yo llegue a ella por él).

        La novela tiene ediciones nuevas por las que puede comprarse, pero existen mil ediciones de ella, y puede adquirirse fácilmente por la segunda mano habitual (Wallapop, Todocolección, Iberlibro, etc.) por dos duros. A mí me costó 1 euro. Suelen traer el glosario del idioma lapino y un mapita de la zona de las comarcas en las que se desarrolla la trama, con las referencias de los lugares por los que van pasando los protas y se suceden las escenas.

        Su autor, Richard Adams nació en 1920 en Newbury, Infglaterra, de familia de granjeros (aunque su padre era médico), y estudio historia moderna en la Universidad, para a continuación servir al ejército británico durante la II Guerra Mundial. Sirvió en Palestina, Asia y Europa Occidental, pero nunca vio ni participó en una acción directa contra los alemanes. Tras la guerra acabó sus estudios, y pasó a trabajar para el Ministerio de Medio Ambiente, ocupándose de los problemas de contaminación de la atmosfera. Tras el éxito de su libro, acabó retirándose para dedicarse a la escritura a tiempo completo. Sus otras novelas también suelen tratar sobre el tema animalista y contar con protagonistas animales de capacidades humanas, en tono de fábula: Shardik (1974) y Los perros de la plaga (1977). Murió en 2016, con 96 años, por complicaciones de un trastorno sanguíneo.

 

Bajo tierra, la historia prosiguió.



jueves, 5 de octubre de 2023

RING SHOUT: NUESTRO CÁNTICO - P. DJÈLÍ CLARK



        Si quieres leer una opción de distinta y alternativa de la historia negra del periodo del KKK, concretamente en 1922, durante el segundo resurgir del Ku Klux Klan, esta es una buena opción. Un libro que mezcla fantasía histórica (al estilo Tim Powers, Clark se cuela en las grietas de la historia para contarnos una versión fantástica de como sucedió un episodio histórico) y fantasía urbana, con un gótico sureño de acento negro (donde los blancos, o al menos esos blancos fanáticos, son los malos), terror pulp de estilo lovecraftiano, genero bizarro (Ciudad revientacraneos, Morder el bordillo) y una ficción especulativa de naturaleza reivindicativa (muy Los ojos bizcos del sol o El club de la lucha). Como cualquier ficción especulativa, es un mezclote importante, como puede apreciarse. Es rara, es original, es diferente, es divertida, es corta (te la lees en uno o dos días), e impacta.

        La obra nos sitúa en la pequeña ciudad de Macon, en Georgia (EE.UU), a unos 130 km de Atlanta. O sea, al sur. En ese sur caluroso, retrogrado, de plantaciones, tradiciones y edificios bajos; de barrios clasificados por el color de sus habitantes; y donde no hace mucho imperaba la ley de los esclavistas, y las familias blancas y su racismo siguen teniendo mucho poder. Donde cuando el Klan resurge (y resurgió unas cuantas, cada vez que se lo aplastaba), lo hace con especial fuerza.

 

Somos la tormenta que asoma por el horizonte.

 

        Un poco de historia: pese a la destrucción del primer Ku Klux Klan (que nació en 1865 fundado por los veteranos confederados que ese mismo año habían perdido la Guerra de Secesión) en la década de 1870, quedó patente la cantidad de racismo y odio contra los negros que quedaba en el país; y en las décadas posteriores, pese a prácticamente no existir ya el grupo supremacista, se siguió viviendo una etapa de muchísimos linchamientos y persecuciones de inocentes. De hecho, 1890 fue el periodo donde más gente negra se linchó.

        Tras un periodo de reagrupamiento y reorganización por parte de algunos nuevos líderes, en 1915 se fundó el segundo Ku Klux Klan, bajo el liderazgo de William J. Simmons con el cargo de Mago Imperial (título que recibe el líder de la organización). Ese mismo año, como un gigantesco impulso para su fundación y la virulencia de su mensaje, se estrenó la película de cine mudo El nacimiento de una nación (fácilmente accesible en Youtube, se puede ver aquí), que apoyaba firmemente el supremacismo blanco y el racismo, dirigida por D.W. Griffith (llegaba al punto que en vez de actores negros, tenía a blancos pintados con betún, como algunos Baltasares de las cabalgatas de Reyes de hace años). Gran parte de la estética clásica del KKK (la ropa blanca, las cruces ardientes, etc.) se sacaron de este filme. La película fue alabada y defendida por Woodrow Wilson, presidente de los EE.UU en aquel momento, un señor que pese a ser teóricamente demócrata simpatizaba con la muerta Confederación y que revivió las políticas de segregación racial, lo que fomentó su difusión y el calado de su mensaje racista. Todo esto produjo que el segundo KKK tuviera una enorme extensión, una organización mucho más jerarquizada y organizada, y un poder considerable en varios estados. Y aquí es donde Clark mete su trama.






Caratula y escenas de El nacimiento de la nación (1915) de D.W. Griffith. Apreciables las estéticas del KKK.


        En esta obra el segundo KKK fue creado en la cima de la Stone Mountain (una monolítica montaña de piedra sagrada para los confederados y por ende para el Klan, ya que en ella hay un grabado gigantesco, de hecho el más grande del mundo, de los tres líderes de la Confederación sureña) por varios viejos brujos malvados bajo el liderazgo del Mago Imperial William J. Simmons por medio de un pacto maligno con poderes oscuros. Este poder oscuro, el poder del odio y el fanatismo, se extendió por el país a través de libros pero sobre todo a través de El nacimiento de una nación. Por medio de la capacidad de extensión de esta película, su mensaje se extendió por todo el país y dominaron cuantas almas necesitaban para despertar las fuerzas malignas. Interesante como combina Clark magia negra con el poder virulento y de convencimiento que puede tener una película (como, por ejemplo, tendría más adelante la propaganda de lavado de cara de EE.UU sobre sus crímenes contra los indios a través de las películas del oeste, donde los indios son malos, o el posterior buen salvaje que se hace amigo de los blancos, y solo hay un blanco malo al que ganan, o mismamente El triunfo de la voluntad, el conocido filme nazi).

 

(…) es como una infección, o como un parasito. Y se alimenta de odio.

 

El nacimiento de una nación les había proporcionao cuantas almas necesitaban pa despertar los viejos poderes malignos. A lo largo y ancho país, incluso los blancos que jamás habían oío hablar Klan sucumbieron al hechizo de las imágenes que se movían. Se convencieron de que el Klan eran los héroes del sur, y la gente de color, los monstruos.

 

        Los líderes del Klan convocaron así unos poderes que invadían el cuerpo de sus fanáticos y los acababan transformando en otra cosa: <<ku klux>>. Unos seres sin cerebro que obedecen ciegamente las ordenes de la inteligencia colectiva que domina el Klan, inhumanos ya, capaces de transformarse en criaturas monstruosas de gran fuerza, violencia y ferocidad. Una especie de orcos blancos con cabeza picuda de hueso (como sus los capirotes picudos blancos del Klan xD) y de miembros largos, que aman la sangre. Los <<ku klux>> serán efectivamente los orcos contra los que luchen los protas toda la novela.


Los <<ku klux>> según las ilustraciones de la edición de Midworld Press.


        La principal protagonista de la novela y que nos habla en primera persona es Maryse Boudreaux, una joven negra paladina de los espíritus buenos que empuña una espada sagrada que porta la ira y el resentimiento de todos los esclavos y personas negras maltratadas, que es capaz de destruir fácilmente a las bestias blancas. Maryse esconde un pasado violento y de maltrato, una víctima más del supremacismo blanco, pero ahora forma parte del principal grupo de acción directa de Macan, que se resiste al poder del Klan. Junto a ella combaten sus dos mejores amigas, negras también: Sadie, una chica de campo cuyo abuelo fue asesinado por el KKK, y que ahora usa las habilidades con su viejo fusil que este le enseñó como una francotiradora de elite para exterminarlos uno a uno. Y Chef, o Cordy, una mujer ex miembro de los Harlem Hellfighters (“Luchadores del Infierno de Harlem”, una fuerza expedicionaria estadounidense compuesta casi enteramente por negros conocidos por su ferocidad que combatió a los alemanes en la I Guerra Mundial). Este grupo es dirigido por Nana Jean, una vieja mujer negra sagrada conectada a los espíritus y las fuerzas del bien.

 

Esta arma es un instrumento de venganza. Quien la empuña debe verter en ella su rabia y su dolor.

 

        Durante su lucha, pronto descubrirán que el enemigo es más listo de lo que se creían, y que está forjando un plan que desembocara en un remolino de odio infinito que consumirá al mundo, a no ser que logren evitarlo. Y para ello deberán hacer sacrificios, pactar con poderes a los que sería mejor no acercarse (“para combatir a monstruos, hacen falta tus propios monstruos”), y tomar decisiones imposibles.



Maryse con su espada según las ilustraciones de la edición de Midworld Press.


        La trama es veloz, no son más que 204 paginas, pero contiene unos cuantos mensajes, aunque los dos más firmes son la justa lucha de la gente negra por su libertad y sus derechos, reivindicada aquí a través de un relato fantástico; y el peligro de la cadena de odio. El peligro de que todas las personas, clases, etnias (ya no se dice raza), se vean consumidas por una espiral de odio y violencia en la que cada uno crea justificada su causa. La magia negra del odio. El resultado final es satisfactorio.

        La forma de conectar con unos dioses antiguos terribles más allá de nuestro plano que desean entrar recuerda inequívocamente a Lovecraft y sus mitos de Cthulhu, además de que tenemos aquí un doble guiño. Por estas mismas fechas, en los tiempos del segundo Klan, Lovecraft, que era en realidad una persona bastante ingenua y deprimida y no un cultista devoramentes, se vio abducido por las tramas del Klan (atraído por un ignorante y pueblerino racismo, y por su estética mística y caballeresca) y por un aliado aún más peligroso: el creciente poder del nazismo estadounidense, conectado y subordinado al alemán. Lovecraft estuvo al borde de escribir una versión norteamericana y en ingles del Mein Kampf de Hitler (para más datos al respecto, leer El libro de Lovecraft, de Richard Lupoff).

 

Viniste a comprender el odio.

 

        Además también es muy observable la estética de nueva carne al estilo Clive Barker (por cierto, hoy día 5 Barker cumple 71 años): seres que se transforman, criaturas de carne fusionada y aberraciones que se mezclan con paradojas de mente colectiva y el concepto de “la masa”, el conjunto estúpido de personas que siguen una doctrina como borregos, etc. No es tan bestia como lo es Barker o Cronenberg (joder es difícil, para algo son sus principales sacerdotes), pero ahí queda el detalle.

        La obra está impregnada de la cultura gullah o gulá (Clark hizo una importante labor de documentación), una cultura y grupo étnico afroamericano (tipo criollos) que proviene de las regiones sureñas de Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia y Florida. Es de naturaleza cristiana y de habla inglesa, pero plagada de africanismos en ambos sentidos. Nana Jean es una matriarca de esta cultura, su magia proviene de aquí. En este mismo sentido, la obra, que nos es narrada por Maryse, está escrita en una versión africanizada del inglés, elidiendo letras y silabas enteras y usando estructuras gramaticales no normativas (diálogos internos incluidos) para tratar de expresar las particularidades lingüísticas de estas personas, y la propia Nana Jean habla en un gullah bastante cerrado. Esto ha sido trasladado al español por su traductor Raúl García Campos tratando de conservar el estilo lo más puro posible, en un considerable esfuerzo de traducción. Por ejemplo en vez de “espada” dice “espá”.

        El titulo Ring Shout (“grito de anillo”) es una danza ritual extática africana practicada por los esclavos llevados a América.



        En general puede definirse así al libro: un cantico, una danza extática (de hecho hay muchas referencias musicales y a canticos). Un cantico de dolor, sangre, rabia, de todas esas almas que claman justicia desde sus tumbas olvidadas a lo largo y ancho del país: y también, una forma de expiar esa rabia e iniciar un nuevo camino, de avanzar pero sin olvidar.

 

Los caciques y los reyes condenaos claman en respuesta a nuestro grito, despertando a los dioses antiguos.


        Además, la forma de narrar de Clark es totalmente hiperbólica, exagerada, con toda esa sangre, monstruos, la magia, la granjera francotiradora, la otra con la espada, la ex soldado lanzando bombas, etc. Muy bizarro. Y como tal, tiene un componente bastante humorístico en su hipérbole. Y también tiene un detallito LGTBI, aunque es bastante anecdótico. Por supuesto, su forma de centrarse en protagonistas mujeres es un grito a las olvidadas entre los olvidados, las mujeres (mujeres negras), una expresión feminista de fantasia. Y ya si una de ellas es lesbiana, pues la bomba. 

        Si tuviera que decir algo en contra es que, por un lado, al ser tan corta te permite poco inmersionarte en la obra, los personajes pierden profundidad, y el mensaje, aunque claro, no te conmueve tanto. Por otro lado, el concepto de que la naturaleza fanática del KKK y su cultura del odio venga promovida por una suerte de magia negra lavacerebros y un culto oculto a unos seres ancestrales oscuros y malignos es metafóricamente interesante y entretenido, pero al mismo tiempo exculpa parcialmente a esa gente de esos crímenes que eligieron cometer.

        La edición de Obscura Editorial es más que adecuada, con una portada clásica, y una calidad de gramaje, papel, etc. excelente.

        El autor, P. Djèlí Clark (nacido en 1971), cuyo nombre real es Dexter Gabriel, es un neoyorquino  afroamericano que aparte de en su ciudad natal, también se crio en Texas y en Trinidad y Tobago (país del Caribe), historiador y profesor asistente de historia en la Universidad de Connecticut. Su estilo de ficción especulativa suele poblarse de elementos de cultura africana que introduce en contextos del siglo XX y en fantasía urbana.

 

Pero esta guerra no ha terminao.


jueves, 20 de julio de 2023

HIJO BLANCO DE LA NOCHE - JUAN GONZÁLEZ MESA

 


        Esta curiosa obra que nos viene de la mano de Obscura Editorial es una ucronía fantástica plagada de componentes steampunks, politiqueo, zombies, y magia vudú. Las ucronías son narraciones especulativas acerca de los posibles advenimientos que habrían acontecido si los sucesos se hubieran desarrollado de forma distinta a como históricamente ocurrieron. Por ejemplo, la ucronía más famosa nos cuenta el estado del mundo si Japón y la Alemania de Hitler hubieran ganado la guerra y tomado el control del mundo: El hombre en el castillo (1962), de Philip K. Dick.

        En este caso nos enfrentamos a una realidad alternativa totalmente distinta. En el siglo XVIII los esclavos haitianos se rebelaron contra sus amos franceses usando la magia vudú: los líderes espirituales haitianos decidieron sacrificar su fe en los espíritus (loas) buenos, para pactar con los malignos, a cambio de oscuros poderes. Y por encima de todos esos loas siniestros está el más poderoso de ellos: Papá Ghedé, “el loa de la vida y la muerte, que con un ojo contempla el universo, oscuro y frio, y con el otro vigila su comida”. A cambió de rezarle y rendirle sacrificios de carne y sangre, entre otras artes, los hechiceros bokor levantaron un creciente ejercito de muertos viviente con cada caído haitiano, alimentando una armada sin fin que arrasó con los opresores occidentales.

        Doscientos años después, el poder del vudú y de los hechiceros bokor es la fuerza central del planeta, el único poder verdadero capaz de ejercer milagros, a despecho del Dios cristiano y su Iglesia. La mayoría de estados africanos y sudamericanos que habían sido esclavizados se unieron entorno a los bokors y crearon una enorme confederación llamada el MAE: Ministerio de Abolición de la Esclavitud, dirigida por un secreto consejo de hechiceros bokor cuya estructura de poder nadie parece conocer, lo que los vuelve tremendamente herméticos.




        Pero, en las profundidades del decadente Vaticano, el ambicioso papa Fidel II ha urdido un plan. Fidel II es un hombre complejo: sus extremidades fueron arrancadas por ministros del MAE, y ahora dirige lo que queda de la Cristiandad desde un trono del cual no puede moverse sin ayuda, solo un tronco y una cabeza, pero su mente se ha vuelto retorcida. Desea con todo su ser devolver a la Iglesia su gloria y destruir el poder del vudú, y ahora Fidel II ha descubierto el lugar secreto y la fecha en que los lideres bokor del MAE se reúnen, la sede de su Estado Mayor. Su objetivo es arriesgar un solo mazazo que barra toda la pirámide de poder, atacando y exterminando a sus líderes, en una cruzada que será llamada “El Martillo de Dios”. El papa busca ser el salvador de los cristianos, el instrumento más afilado del Creador.

 

El final de un siglo impío será el comienzo de un milenio sagrado.

 

Cuando acabéis, el mundo no volverá a ser el mismo.

 

        Para ello, al frente de sus tropas cristianas, irá el capitán Augusto Vidocq, descendiente de un antiguo héroe que en el pasado acabó con la vida de un papa genocida (un antipapa, tipo Borgia) que casi hundió la Iglesia, el cual deberá enfrentarse no solo a enemigos naturales y sobrenaturales, si no a sus propias creencias.





        Además, cuenta con dos aliados principales. El primero de ellos es el Reino de Tenerife, un estado neutral demasiado cercano al núcleo de poder del MAE, pero que también desea el final de su yugo. La reina Abenohara, además de proporcionar un cierto apoyo tácito y logístico, ha enviado como consejera secreta de la cruzada a su discípula Cristina Bey, quien iniciará con el capitán Vidocq una sensual y compleja relación.

 

Iré a buscarte a la tierra de los muertos si no vuelves.

 

        En segundo lugar, está la Nación de la Pradera y el Rio, abreviada como Nación India (indios navajos, siux, comanches, agrupados bajo un solo estado central): los mejores cazadores de brujos del mundo, un estado que prácticamente se ha construido entorno a desafiar y cazar abiertamente a los hechiceros. El rey Tukulma ha enviado un destacamento con sus mejores cazadores de elite, cuya primera misión es adiestrar a los elegidos de las tropas vaticanas en los fundamentos del combate contra zombies y brujos.




        Mientras el autor nos va contando como parten desde el Vaticano, pasan por Tenerife, y viajan hasta su destino y lo que allí les depara, atendemos a una trama de movimientos inadvertidos y política subterránea entre diversas fuerzas, algunas terrenales, como el MAE o el Vaticano, y personajes como Octavia Vidocq (hermana de Augusto y gobernadora de París) o el camarlengo del Papa. Otros no son de este plano, como el propio Papá Ghedé, cuyo poder se ha vuelto desmedido tras dos siglos de alimentarse a manos llenas y sin pausa, el Barón Samedi (otro siniestro loa, aunque de menor poder a Ghedé, que busca su trono), o Erzulie, una loa que se opone a los bokors.

 

No quiero irme de este mundo sin enfrentarme a un dios.

 

        Es un poco grimdark todo en el sentido de que la mayoría de los personajes son bastante grises y retorcidos, tienen motivaciones ocultas, una cara siniestra, etc.

        Además se ubica dentro del género steampunk: tecnología basada en al vapor, pese a que ocurre en un supuesto S.XX todo parece muy XIX como máximo, incluso tenemos dirigibles armados con cañones.

        Lo mejor de la novela es su originalidad en cuanto al tema del vudú, lo cabrón que es el autor con los protas y lo mal que se lo hace pasar lo que le da un toque de realismo, y como van cayendo personajes todo el rato. Los indios también son un puntazo, todos molan MUCHISIMO. Sin ellos no se comían una mierda. Lo peor es que nos presenta un mundo muy extenso y la trama apenas lo abarca, es más se queda incompleto. La trama del MAE no se cierra, ni la del propio Vidocq y otros personajes. Podría quedarse así, inconcluso aposta, pero espero que haya una segunda parte. Otro fallo es que presenta muchísimos personajes interesantes, pero realmente conoces a pocos porque si no al autor se le hubiera ido de las manos, pero tienes la sensación de haberte perdido personajes interesantes, incluso hay personajes que mueren sin (a mi entender) haber desarrollado correctamente su arco y sin haber cumplido las expectativas que el autor había puesto sobre ellos.

        La novela es interesante y se lee medianamente rápido, de 446 pags y lectura ágil, y editado con una buena calidad: buen gramaje de papel, bien entintado, una imagen de portada guay, etc. Su precio es 21,90 €.

        Su autor, Juan González Mesa, es un gaditano que ha estudiado Historia y Cinematografía, y además de escritor es corrector y columnista en el diario Andalucía Información. Hijo blanco de la noche es una novela que vio su origen mientras el autor diseñaba un mundo y una narrativa para una partida de rol sobre una ucronía donde los haitianos habían tomado el control del mundo a través de un ejercito zombie. De aquí viene que las distintas facciones y sus poderes (el Vaticano y sus dos Guardias: la Noble y la Suiza, la Nación de la Pradera y el Rio, el Reino de Tenerife, el Ministerio de Abolición de la Esclavitud, etc.), así como sus personajes.  


viernes, 7 de octubre de 2022

ROSA LA SANGUINARIA - NICHOLAS EAMES



        En 2018 Nicholas Eames estrenó Rosa la Sanguinaria, la segunda parte de su saga La banda. Novela de fantasía, de tipo grimdark, con altas dosis de humor, mala leche, macarreo, priva, muerte, mercenarios, y divertidos clichés. La misma línea que en la primera parte, Reyes de la Tierra Salvaje. Al igual que en esta primera parte, la estructura de la novela compara todo el mundo de mercenarios y las clásicas películas de Rock and Roll, con las bandas de músicos y las giras y el famoseo, los grupis, etc. Como todos los libros del sello de Gamon tiene su propio booktráiler, que se puede ver aquí. Además, en la web de Nicholas Eames podemos ver las imágenes de la obra dibujadas por artistas como Richard Anderson o Félix Ortiz (ver aquí). Se puede leer de forma independiente, pero se recomienda leerlo tras el anterior.

        Tras el primer libro, el mundo ha cambiado. El cruel Brozaparda, Vástago del Otoño e hijo del arconte Vespian, murió en la Batalla de las Bandas y la Horda de la Tierra Salvaje fue destruida. La salvada Castia renació como un imperio bajo el gobierno del Emperador Matrick Machacacráneos. Ganelon y Consuelda tuvieron una breve relación tras la que separaron y el enorme guerrero volvió solo a Grandual para regresar a su antigua prisión y convertirse en piedra de nuevo, dejando el juramento de despertar si ella venia por él. La podredumbre se convirtió en un mal recuerdo tras ser curada por Arcandius Moog, y Gabriel y Clay Cooper se retiraron del mundo de los mercenarios, para vivir tranquilamente su vejez. Cooper volvió al lado de su mujer y su hija, como siempre deseó.

        Finalmente, Rosa, la hija de Gabriel, regresó a Grandual junto a ese misterioso druin que luchó a su lado en Castia para forjar una nueva banda, y continuar su escalada de fama para alcanzar las cimas de su padre y el resto de Saga. Y aquí es donde comienza la novela.

        Tam Hashford es una joven camarera de Ardburgo, la capital del reino norteño de Kaskar, e hija de unos famosos  mercenarios del pasado. Su madre murió hace muchos años, y su padre abandonó ese mundo para siempre consumido por el dolor. Tam es una super grupi de los mercenarios, que admira sus vidas, y desea por encima de todo convertirse en la barda de una de ellas, como lo fue su madre, y cantar gestas de leyenda. Pero jamás imagino que ese deseo se vería cumplido al convertirse en la barda de Fábula, la mejor banda de todo Grandual, los sucesores de Saga, dirigida por la mismísima Rosa la Sanguinaria. Tam marcha junto a ellos camino a la aventura, y lo que encontrará será su propia historia, siguiendo la estela de gloria de la banda, lo que desde el primer momento la ascenderá al estatus de leyenda, conocida como Tam la Barda. Una aventura de proporciones épicas que solo puede acabar en gloria o muerte.

 

Nadie puede elegir lo que los demás creen que somos. Ahora eres una leyenda, niña.

 

        Fábula está formada, aparte de su líder Rosa, por su esposo Cirrolibre, un habilidoso druin que cuida de sus compañeros como un tierno amigo, amable, preocupado y con un punto melancólico, portador de Madrigal, una de las tres espadas que empuñó Brozaparda. Cura, conocida como la Bruja de Tinta, una invocadora, un tipo de hechicería muy especial que le permite conjurar seres que luchan para ella, aunque su poder es mucho más siniestro que el del resto. Cura no tiene desperdicio, es áspera, cortante, gótica (una verdadera zorra gótica), ultra tatuada,… Y Brune, un vargyr, un chamán norteño gigantesco capaz de convertirse en un oso enorme, pese a lo cual es un osito amoroso con los suyos. Brune y Cura cargan, cada uno el suyo, con un terrible pasado que los atormenta y condiciona, secretos inconfesables y poderes oscuros. Además, está el fauno Roderick, el agente de Fábula.



Fábula al completo. Rosa la Sanguinaria en primer plano, y detrás, de derecha a izquierda, Tam (de rojo), Cirrolibre (con orejas de conejo), Brune (grande y de barba) y Cura (pálida, pelo y ropa negras). Roderick no esta.

        Más allá de Kaskar y de sus montañas, en los helados e inexplorados Yermos de la Bruma, una nueva Horda se ha convocado, reunida a partir de los restos de la de Brozaparda, y se la conoce como la Horda de la Bruma. Dirigida por el temible gigante Bronturo se dispone a atravesar las montañas y asolar Grandual. Una guerra final contra los humanos. Y en este nuevo conflicto, siguiendo los dictados de la fogosa y pasional Rosa, Fábula marcha en dirección contraria. Pretenden cumplir una extensa agenda de combates en coliseos por todo Kaskar, contra bestias cautivas, y después llevar a cabo una misión secreta de la que solo Rosa sabe el objetivo. Una misión que les llevara a enfrentar un peligro por encima de cualquier cosa que haya hecho nadie antes.

        Pero, en la oscuridad, un enemigo más antiguo de lo que nadie recuerda se fortalece y teje sus planes, y llevará a los protagonistas hasta el límite.

 

Había llegado el amanecer, y con él, la Horda.

 

        Al igual que la primera parte, tiene un importante contenido de humor (incluyendo humor negro) y mala leche. Cervezas, fiestas, borracheras, tabernas, priva a punta pala, sexo (orgias), chistes malos y soeces, peleas,… Joder, Cura es como esa amiga tuya borde que a veces cuando va ciega se pone súper intensa, tiene su propia lista de gente a la que tirarse, pero después de tirárselos los mando de una patada al camino y se pira con sus colegas. Totalmente bisexual además. Y en todo este rollo llega Tam, una adorable novata con una importante habilidad para cantar, tocar y componer, que aunque lleva tiempo siendo camarera en una taberna fiestera, es bastante inexperta en estas lides. Fábula le enseña las mieles de la fiesta y el desenfreno, y Tam se une de pleno a esa espiral de peleas, farra y…sexo. Por cierto, Tam es lesbiana.


Otra imagen de Fábula, esta vez por Pierre Santamaria.


        Fábula se dedica a marchar por las ciudades y prácticamente cada noche se pillan un ciego para al día siguiente, con la buena resaca, seguir su camino, o incluso, si les toca, combatir. A veces se van a las peleas en los coliseos de empalmada, aun medio ciegos, y habitualmente y aun así, ganan fácilmente. Son unos maquinas, incluyendo a Tam, que como buena barda, desarrolla una buena habilidad para el arco, como support, y además es bastante valiente (aunque Tam solo lucha cuando no queda otra). Las fiestas tras los combates son como esas megafiestas que te pegas varias semanas esperando, y son ya el desenfreno padre.

        Los mercenarios son los rockeros famosos de este mundo, con sus propios grupis, fans, seguidores, etc. y Fábula son los mejores, y sus juergas son acorde a ello.

        Pero no todo es fiesta. Esta segunda parte es considerablemente más adulta, reflexiva y dura que la primera. Todos los integrantes de Fábula (a excepción de Tam, que menos por la muerte de su madre, ha tenido una buena infancia criada por un buen padre, aunque algo sobreprotector) son un desastre emocional. Destaca la propia Rosa, una mujer fuerte y despiadada, incomparablemente leal a sus compañeros, pero consumida por el inagotable deseo de superar la cima de su padre y de Saga, los mejores mercenarios de la historia. Rosa ha vivido toda su vida bajo la sombra de esos gigantes, un peso del que jamás ha podido liberarse. Como una líder nata, una persona de un carisma arrollador y una personalidad magnética, Rosa arrastra consigo a todo el resto de la banda, hacia destinos peligrosos. Rosa no puede detenerse por nada en su camino que busca la gloria y la eternidad, y atraídos como polillas por el fuego de la Sanguinaria, sus amigos la siguen hasta el fin del mundo.

 

Un alma en llamas. Una mujer aprisionada por su naturaleza, un peligro para los que se encuentran junto a ella.

 

Nacida a la sombra, con un destino siempre eclipsado por la más reluciente de las estrellas.


        No debe entenderse a Rosa como una villana, es una anti heroína. Es buena, cariñosa, leal, pero tiene una parte oscura y temible, que no puede parar, atormentada. Como ese mito del rockero fiestero que no es que disfrute de la fiesta, si no que ya no puede, ni sabe, ni quiere, detenerse, lleva la fiesta y la búsqueda de la gloria hasta el final, aunque les cueste la salud y la vida, incluyendo establecer siniestros pactos que escapan a su control. Consumir su vida en un breve espacio de tiempo, un estallido breve e inmortal. Esta dualidad de Rosa recubre toda la obra, desde la perspectiva observadora de la Barda. Tam poco a poco ira observando la otra cara de Rosa, su cara más frágil y al mismo tiempo oscura, mientras descubre el verdadero precio de la victoria.

 

Todas las batallas tienen un precio. Hasta las que ganamos.

 


Batalla.

        Además de esto, Nicholas Eames también trata el tema de la crueldad entre especies, el maltrato animal, la crueldad de los deportes consistentes en matar animales. Conforme avanzan, Tam (y sus propios compañeros) empatizan cada vez más con las bestias con las que luchan en los coliseos, criados en cautividad o capturados para obligarlos a enfrentarse a mercenarios hasta morir, condenados solo por no ser humanos. Cada vez son más conscientes de la crueldad de sus acciones, criaturas que podrían ser inocentes sacrificadas en el altar de la fama, para engrandecer sus propias figuras y la de Rosa. A fin de cuentas, dos miembros de la banda, Cirrolibre y el agente Roderick, no son humanos, uno es un druin y el otro un fauno. Fábula no es insensible a estos crímenes, pero no puede detenerse, así que son parte de una dualidad moral. Un doble rasero.

 

 

¡Os prometí la libertad! ¡Y ahora sois libres! ¡Os prometí venganza! ¡Venid conmigo y reclamadla!

 

        Este libro nos muestra mucho más que el anterior el dolor de esas pobres criaturas condenadas, su discriminación, su sufrimiento al morir, al ver morir  a sus hijos, o al vivir en la cautividad de pequeñas jaulas. Su lucha por sobrevivir en un mundo que los rechaza por no ser humanos. A veces es… realmente doloroso para el lector. Antaño, las bandas y los mercenarios se crearon para defender a la débil humanidad de esa sobreabundancia de especies muy superiores físicamente que nos estaban depredando, muchas de las cuales creadas por los druin y propagadas por todo el mundo cuando su Dominio cayó. Ahora nosotros, los humanos, somos su terror, somos los seres que pueblan las pesadillas de esos seres que apenas pueden defenderse del exterminio, y encima nuestra cultura aun los sigue catalogando a ellos de bestias y monstruos (lo mismo que hacemos en nuestro siglo XXI con las películas de tiburones, cocodrilos y leones asesinos). Los mercenarios no son más que asesinos a la caza de una gloria vana, enardecidos por una sociedad decadente que engrandece un espectáculo sanguinario, cruel y corrupto. Eames se mete de lleno en este debate, y hace una defensa de la convivencia ecológica y la biodiversidad (también existe por supuesto una parte de lectura étnica y racial, convivencia multicultural y multiétnica, pero creo que Eames se mete mucho en animalismo, la comparación es muy obvia).

 

Ahora somos nosotros los que acechamos en la noche.

 

¿Convertir el sufrimiento de una criatura en un espectáculo?

 

        El primer libro era sobre unos viejos mercenarios del antiguo estilo que se reúnen, luchando por superar su vejez y sus achaques y se ponen a repartir tortas como panes, para rescatar a la hija de uno de ellos de una matanza. Este es sobre unos jóvenes mercenarios modernos a la búsqueda de la fama en ese mundo más sanguinario y cruel, siguiendo la estela de una kamikaze imparable y consumiéndose a toda velocidad, mientras enfrentan sus propios traumas emocionales. Esta trama es más triste y dura.

        Fábula deberá acabar enfrentándose a esta realidad y sus propios crímenes, y decidir cuál es el camino que quieren seguir, y que línea no piensan traspasar. Ellos, y la humanidad al completo, debe tratar de ver quién es el verdadero enemigo.



        Al igual que en el primero, hay una fuerte presencia de feminismo, destacable en personajes como Rosa, Cura y Tam. Rosa, destructora, una tormenta de fuego y acero, y casadisima con Cirrolibre, monógama y enamorada, llevando ella las riendas de la relación. Cura, traumatizada por un pasado violento que enfrenta de formas siniestras, pero igualmente desenfrenada y fiestera, aunque tema acercarse mucho a las personas. Y Tam, a menudo brújula moral del grupo, no tan fuerte (ni de globo) como el resto pero con una habilidad especial para mantenerlos en pie, su cantora de mitos y canciones. Pero también hay otras mujeres muy interesantes, como Jain y su banda de las Flechas de Seda y muchas otras. Y en todo esto hay también mucho LGTBI y amor homosexual (y bisexual), y en este colectivo, la Bruja de Tinta y la Barda son solo algunas de las representantes. Hay alguna trama de amor LGTBI que es... puro love. 

 

Las chicas solo quieren divertirse.

 

        Como no podía ser de otro modo, algunos de los personajes del primer libro continúan apareciendo en este (aparte de la propia Rosa), y… puede que alguno de Saga aparezca también.

        Amistad, humor, combates, bestias, mercenarios, sexo, fiestas, reflexiones de integración, animalismo, etc. Una novela entretenida, súper bien escrita, amenísima, con ciertas cosas muy épicas. Al igual que la anterior, no es muy sorprendente, vi venir varios de los plot twist a kilómetros, no es esa la intención de este libro. Pretende hacer reír y emocionar, y Eames lo hace de puta madre, una vez más tiene momentazos que quieres levantarte y decir SI JODER. La historia de como se forjó una leyenda, de como se cantó una canción, acerca de una mujer dispuesta a todo por su objetivos, y por los compañeros que decidieron superar sus miedos para ayudarla. Y de como esas personas y un sueño, lograron cambiarlo todo, y salvar a todo el mundo. 

        Esta publicada en un tomo duro con sobrecubierta, con una de las ilustraciones de Richard Anderson en la portada, y un mapa de la ciudad de Conthas, donde sucede cierta parte importante de la trama. Detalle final: no se si con esto acaba la saga, o Eames tiene planeada una tercera parte.


Vive rápido, muere joven.






martes, 4 de octubre de 2022

CIUDAD REVIENTACRÁNEOS - JEREMY ROBERT JOHNSON

 


        Mmmm… Explicar y reseñar a esta interesante obra del género bizarro es cuanto menos complejo, pero supongo que tengo que intentarlo.

        Ciudad revientacráneos, titulo de todo menos discreto, se trata de la narración en primera persona de SP Doyle, y las circunstancias y decisiones que le llevaron a ser un superviviente y protagonista de un terrible apocalipsis que implica a una especie de gorilas que, bueno, pues revientan cráneos. Y cosas mazo chungas.

        SP Doyle es un trabajador de un banco, lo que el mismo considera (tanto a si mismo, como al resto de su calaña) una criatura totalmente repugnante, un cáncer al servicio de un poder corrupto y vampírico. Se autodesprecia tanto como desprecia su lugar de trabajo, a sus jefes, a su entidad bancaria, etc. Acabó metido en ese trabajo por medio casualidad, se acostumbró a un sueldo fijo y a una escalada de promociones, donde cada vez ganaba mas dinero y tenía mejores condiciones, y ahora es un engranaje de algo que odia, con una relación escasa con su madre y sin amigos (a excepción de su tortuga Deckard), exdrogadicto (no tan ex), sin posibilidad de tener pareja, y adicto al porno y al onanismo avanzado. Una existencia vacía y solitaria, en la que está atrapado por el espejismo de la seguridad económica.

 

Me llamaba SP Doyle y era un parásito infrahumano enterrado profundamente en la carne de un dios oscuro. Trabajaba en un banco.

 

Nadie elige convertirse en un empleado de banca, es algo que ocurre sin más. Como el cáncer.

 

        Doyle explota en su frustración cuando tras trece años de servicio, es nombrado responsable de cumplimiento normativo, o sea, un encargado de rastrear la contabilidad para asegurarse de que no hubiera desfalcos, corrupciones, y robos. Que evidentemente que había. Así que su trabajo era hacer parecer que todo cuadraba, hacer la vista gorda, y mantener al FBI lejos de los negocios de sus jefes, y sobretodo no hacer preguntas. Doyle decide que esta es su oportunidad, con su nuevo nivel de acceso puede vigilar todas las cuentas, y descubrir un trama de corrupción lo bastante grande como para hundir todo el banco de mierda, y así lavar su conciencia. Todo comienza, como la mayoría de grandes decisiones complicadas que han llevado nuestras vidas por caminos azarosos, con un ¡A LA MIERDA! ¿POR QUÉ NO?



        Doyle comienza con la complicada y peligrosa tarea de fingir que sigue siendo un “Hombre de Empresa” (así, con mayúsculas), mientras trata de buscar negocios oscuros, y el estrés y la enormidad del trabajo que eso supone para una sola persona le obliga a recurrir a un peligroso aliado: la hexadrina. Una adictiva droga que aumenta al 300% tu capacidad de atención y trabajo a cambio de destruir progresivamente las neuronas de sus usuarios, una adicción y necesidad exacerbada, y una masturbación tan compulsiva que acaba deformando los genitales. Y su único confidente en toda esta misión será Deckard, de quien sospecha que realmente lo desprecia tanto como los demás.

 

Esa era mi misión. El corazón me latía con un nuevo fuego alimentado por lo que era correcto. Un hombre contra el sistema corrupto… ¡y sabía que podía ganar!

 

        La droga es únicamente vendida por un peligroso culto secreto de traficantes con conexiones en todas partes, y misteriosos ritos de sectarios, llamados los vakhtang. Mientras Doyle rastra los movimientos de una siniestra agencia farmacéutica llamada Delta MedWorks, descubre que es posible que los vakhtang y la hexa estén imposiblemente relacionados a algo oscuro y atemporal que siempre los observa.



        La espiral de acontecimientos avanza cada vez más deprisa hacia una verdadera carnicería surrealista que cambiara todo el mundo para siempre, tratando de romper una conspiración que amenaza la vida en todo nuestro planeta. Puede que en el universo.

 


Nuestra realidad se encontraba al filo de un abismo de vacío sin fin. No éramos más que carne en una picadora. Estábamos jodidos más allá de toda jodibilidad.

 

        Es un libro rarísimo de cojones, y como buen exponente del género bizarro, está plagado de argot, situaciones absurdas a la par que bestias, desproporcionadas. Es comedia, pero al mismo tiempo es una obra de ciencia ficción, y por supuesto, una crítica a nuestro capitalismo occidental, a la sociedad de consumo, la vigilancia a través de los algoritmos de internet, y a la corrupción de los bancos y la falsa ética de estos y de las empresas farmacéuticas. Y la conexión de todo esto con la financiación de narcoestados. El autor refleja todo esto con el culto y la adoración a un dios oscuro innominado y destructor. Una buena ficción transgresora, es claramente una obra antisistema.

        Como suele ocurrir en el bizarro, tampoco falta un considerable gore bien distribuido y administrado. Joder, hasta en eso es una locura y raro, lees cosas que piensas JODER. Evidentemente, por el titulo, hay bastantes cráneos reventados, entre otras cosas. Y gente vomitando sus órganos. 

        El libro es una mezcla de El club de la lucha, de Chuck Palahniuk, y John muere al final, de David Wong. El personaje corporativo que se rompe, como el prota anónimo del libro de Palahniuk, la filosofía antisistema, la droga poderosa con poderes de otra dimensión, como con la salsa de soja de John muere al final. También tiene referencias a Laird Barron. Joder incluso tiene a una puta tortuga participando en los acontecimientos, con una complicada relación con el prota, y bastante crucial al final. Las putas tortugas de nuevo, siempre apareciendo en la literatura como seres capitales. Terry Pratchett (Gran A’Tuin y el resto de su gigantesca especie, las astro quelonia), Stephen King (Maturin, el enemigo ancestral y posible hermano benigno de Pennywise, en It), Michael Ende (Vetusta Morla, la tortuga gigante que aconseja a Atreyu en La historia interminable; y Casiopea, la tortuga precognitiva que ayuda a Momo).

 

Alguien estaba intentando conseguir el poder de un dios.

 

        Jeremy Robert Johnson, su autor, es un veterano del bizarro reconocido por Wong y Palahniuk, entre otros, ha escrito varios libros y ha participado en ponencias sobre lo extraño y las metáforas como herramientas de supervivencia.



        La obra está publicada por Orciny Press, la editorial que siempre nos trae el género bizarro a España, con publicaciones como Morder el bordillo, de Alfredo Álamo; y Un dios de paredes hambrientas, de Garrett Cook. Y merece mucho la pena leerla.  



BALADA DE PÁJAROS CANTORES Y SERPIENTES - SUZANNE COLLINS

          Tras 10 años de parón, la autora de Los Juegos del Hambre ha sacado esta precuela de su saga: Balada de pájaros cantores y serpien...