AVISO IMPORTANTE: para leer este
libro es importante y necesario haber leído los otros tres volúmenes de El ciclo de la Luna Roja: La cosecha de
Samhein (1), Los hijos de las
tinieblas (2) y La sombra de la Luna (3).
Empieza donde estos lo dejaron. Coda es
como una cuarta parte de la trilogía original (¿algo asi como la imposible trilogía
de cinco partes sobre La guía del
autoestopista galáctico de Douglas Adams?), aunque casi sería mejor
considerarla un epílogo.
De su autor ya hable en la citada
reseña sobre la trilogía original, aunque hemos he de decir que para este libro
sus facultades oscuras, góticas y trágicas han evolucionado hasta alcanzar los
niveles de una verdadera Boda Roja. Al igual que los otros, pertenece a la fantasía oscura con muchos componentes de literatura gótica. El libro esta autopublicado por el propio
autor, José Antonio Cotrina, y por Gabriella Campbell, al igual que los otros
tres, y la portada obra de Liber Libelula (Libertad Delgado) es una maravilla
como las otras. Se puede comprar por Amazon, incluyendo en opción ebook, y si se
lo pides por su web Loextrañoylomaravilloso te lo envían ellos mismos caligrafiado con
mucho arte. Podía habértelo entregado el mismísimo Denéstor Tul.
La novela comienza un año después
de los acontecimientos de La sombra de la
Luna. Hurza y Harex, los terribles y antiquísimos hermanos fundadores del
reino, han sido derrotados y esta vez los protagonistas se han asegurado de destruirles para siempre. La
batalla donde todo el pasado lejano y cercano del reino retornó de la muerte y
de la piedra ha terminado, y la mayor parte de los antiguos habitantes de la ciudad
también han muerto: Denéstor Tul, Dama Sueño, Esmael, Mistral,… Además, la
cruel ciudad se ha cobrado un duro sacrificio, y más de la mitad de la última
cosecha de Denéstor Tul ha caído: Marco, Alex, Rachel, Ricardo, Lizbeth, Darío
y Sedalar Tul (Bruno) son los últimos niños sacrificados en el altar de
Rocavarancolia. Pero como dijo Sedalar: “No termina. Ahora es cuando todo
comienza”.
La ciudad estuvo a punto de ser
destruida hace 30 años y sobrevivió. Aguantó durante tres décadas existiendo al
borde del fin, sumida en la decadencia, resistió el retorno de sus fundadores,
y renació en un estallido de gloria y magia. Ahora, Rocavarancolia, el reino de
la maravilla y el espanto, ha regresado.
El Consejo ahora está formado por
los miembros supervivientes de la cosecha: el ángel negro Héctor, la vampiresa
Marina, la bruja de las sombras Dama Sedalar, el piromante Andras Sula, y la
loba Roja. Son ayudados por lo que queda del reino, principalmente por los
gemelos Lexel, Dama Desgarro y Dama Araña. Y las cosas están cambiando. Han
decidido crear un reino distinto, diferente. Un reino que no se nutra del dolor
y ejerza el terror. Rocavarancolia siempre estará cuajada de oscuridad, y es
que ese poder terrible protege la belleza que contiene, pero han tomado la
decisión de controlar ese mal hasta que sea necesario liberarlo.
Le contó una historia rocambolesca sobre una ciudad sombría que quería
dejar de serlo y el grupo de seres portentosos que intentaba domar lo indomable
y apuntalar un mundo nuevo sobre las cenizas de un reino en ruinas.
Corren vientos nuevos, llega la
hora de cosechas nuevas, y la criba ha sido suprimida. Todos los cosechados
podrán volver a su mundo de origen sin represalias (únicamente se les borrara
la memoria). Sin la criba, serán protegidos y guiados para alcanzar todo su
potencial cuando salga la Luna. En la primera cosecha llegarán personajes que
pasaran también a integrarse en la dirección del reino, como el cambiante Tifón
(un asesino despiadado), dama Eco (una lectora de mentes), la improbable dama
Velada, el enorme Montaña, el trágico Roto, etc.
Ahora Rocavarancolia os reconocerá como suyos y nunca volveréis a estar
solos. Seréis vampiros y brujos. Magos, ángeles guerreros y bestias. Seréis
prodigios y milagros. Héroes y, tal vez, villanos. Seréis nuestro futuro. Seréis
nuestros hermanos.
Pero no todo es hermoso en la
tierra del Monstruo. Los jóvenes gobernantes deberán aprender a lidiar con algunas
de las transformaciones más terribles, o solventar los problemas mágicos que
pueden surgir en un reino tan inestable, con tanto potencial. Deberán aprender
las sutilezas del gobierno, y a ser implacables cuando deben.
Y mientras todo esto se
desarrolla, el pasado vuelve a asomarse a Rocavarancolia. La antigua Alianza
que venció a la ciudad y a los ejércitos del rey Sardaurlar en el pasado ha
detectado que la pesadilla ha renacido, y con el mundo de Astria (cuya fuerza
se basa en una avanzada tecnología y ciencia que también contiene magia) al
frente, están dispuestos a mandarles al olvido para siempre. Pero Rocavanrcolia
no está dispuesta a dejarse vencer. Ella es una fuerza de la naturaleza, una
potencia viva. Y nuestros protagonistas lucharan por ella, porque le
pertenecen. Porque aman ese reino terrible. Porque pese a todo lo que les ha
arrebatado, ese es su hogar. Están dispuestos a demostrar a los mundos de la
Alianza que puede que sean pocos, puede que carezcan de la gloria y el poder de
los reyes pasados, pero ellos son La Pesadilla. Ellos son El Terror. Ellos cabalgan sombras, dan órdenes
al fuego y se mueven entre los sueños de otros. Ellos ya lograron lo imposible
al sobrevivir a la criba y vencer a Hurza y Harex, pueden volver a hacerlo y someter
a quien osé desafiarles.
Aquellos locos habían traído la guerra a las puertas de Rocavarancolia.
Era el momento de hacerles comprender lo que eso significaba de verdad.
¿Aprenderá la Alianza que no puede vencerse al
reino que doblega la realidad a su antojo? ¿Y aceptarán nuestros protagonistas
el precio que debe pagarse por existir en ese reino terrible?
Da igual lo que hagan. Da igual lo que intenten. El alma de esta ciudad
es oscura y perversa. Devorará sus buenas intenciones. Las convertirá en nada.
En cien años serán nosotros. Y Rocavarancolia volverá a abrirse paso a sangre y
magia a través de la creación.
Hilados con esta historia, Cotrina
nos ira contando escenas del pasado de Rocavarancolia que no conocíamos: el
breve gobierno del Rey Cadáver, el reinado de los reyes araña (los reyes araña
son sobrecogedores, menudo nido del mal). También conoceremos brevemente otros
mundos: Tomar, Astria, Voraz (un reino religioso fanático basado en el culto a
la muerte que adora a un rey semidiós), etc. Y nuevas relaciones, incluso surgirán
personajes LGTBI, aunque no diré cuales. Pero son maravillosos, siempre mola
ver cosas así.
Es una novela trágica y dolorosa,
el libro más gótico, oscuro y trágico de la saga. Real que me costó leerlo,
porque hay escenas verdaderamente dolorosas. Te rompe. Pero como estoy seguro
que diría Andras Sula, pese a ello, merece la pena leerlo, porque es hermoso. Y
en toda esa dureza, hay gloria y épica, la gloria y la épica de un reino
condenado que se niega a ser vencido. La gloria y la épica de unos chicos que
se atrevieron a soñar con lo imposible y a hacerlo realidad, pese al coste, y a
pactar con una ciudad plagada de maldad y maravillas. La gloria y la épica del
espanto que reconoce lo que es, pero conserva su humanidad.
Puede que sea la última historia
de Rocavarancolia que leamos (Cotrina ha dicho que es así), pero no es la última
que ocurrirá, puesto que lo único claro es que el reino de Rocavarancolia jamás
perecerá. No puede vencerse, sobrevivirá siempre. Seguirá latiendo en alguna
parte del multiverso, enviando pesadillas y malos sueños a otros mundos.
Ahora, firma con tu sangre, monta en el dragón, y ponte en camino hacia la leyenda.
Y comprendieron al fin lo que era Rocavarancolia: un grito a bocajarro, el corazón siempre en la garganta. Lo perverso y lo divino entremezclado. El poder. La furia. Vivir siempre en la leyenda.
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