Estamos ante el libro número 25
de la saga Mundodisco de Terry Pratchett, publicado en el año 2000, uno de los
pocos que no pertenecen a ninguna de las grandes sub-sagas: ni a la de
Rincewind, ni a la de las Brujas, ni a la de la Guardia, ni a la de la Muerte,
etc. En el pasado ya hice una introducción sobre cómo funciona Mundodisco (ver enlace), que puede servir para cualquiera que no tenga ni pajolera idea de que
estoy hablando con esto de Mundodisco.
Técnicamente este libro pertenecería
a una especie de saga transversal que se ha llamado la de la Revolución
Industrial, ya que nos habla sobre el avance de la sociedad y la ciencia. El
anterior y primer libro de esta línea fue Imágenes
en acción (1990), el cual trata sobre la llegada del cine y sus
consecuencias (al final, como no podía ser de otra manera, acaban abriendo las
puertas a las Dimensiones Mazmorra y liándola parda xD).
La Verdad se ubica en la ciudad multicultural, multirracial (recordemos que Pratchett utiliza la diversidad de razas en la fantasía, como humanos, enanos, vampiros, zombies, trolls, etc. para hacer referencias la diversidad racial del mundo, y a la necesidad de su adecuada integración e inclusión) y multitodo de Ankh-Morpork, la mayor urbe del Mundodisco. En Ankh-Morpork la clase alta son los altos mandos de los Gremios (principalmente el de los Ladrones, el de los Asesinos, el de los Mercaderes, etc.), mientras que la nobleza es una clase decadente que cada vez pinta menos en el gobierno de la ciudad, y esa selva de intereses y dinero es arbitrada por el Patricio: Lord Havelock Vetinari, el gobernante absoluto de Ankh-Morpork. Havelock Vetinari es visto como un tirano por mucha gente (pese a que gobierna con la democracia perfecta: un hombre, un voto. Un hombre: él; un voto, el suyo) pero sin embargo, en general los poderosos no quieren su fin, dado que si se le depusiera, le sucedería alguien o mucho peor o mucho más incompetente. Vetinari es un hombre práctico que sabe gobernar la ciudad. Además, en general aquellos que se oponen al Patricio, no lo dicen muy alto, dado que pocos se atreven a enfrentarse a él: es un hombre increíblemente inteligente, siempre 30 pasos por delante de sus enemigos, implacable, discreto, y encima graduado suma cum laude en la Escuela de Asesinos. Un hombre que siempre sabe todo lo que está pasando, y nada escapa a su aguda vista.
El libro está protagonizado por William De Worde, hijo pequeño de una de las líneas nobles de más rancio abolengo y antigüedad de la ciudad, la Casa De Worde, caracterizada por ser todos un atajo patriotas, arrogantes y racistas. Rupert De Worde, el hermano de William, murió en la anterior guerra con Klatch (ver el libro ¡Voto a bríos!, de 1997), destino bastante común entre los miembros de su familia. Pero William es el único De Worde que no siente ningún tipo de orgullo nobiliario, ni ningún aprecio por las arcaicas costumbres y tradiciones de la nobleza y de ese pasado perdido que los nobles amargados tanto ansían recuperar.
William abandonó a su estirpe (los
De Worde, con su patriarca Lord De Worde, viven en alguna parte de las llanuras
Sto, negándose a compartir ciudad con tanta minoría étnica) para vivir en una humilde
pensión en la capital, y se dedica a escribir cosas (literalmente: William De Worde: se escriben cosas) para otra gente (cartas, documentos,
etc.). También se dedica a mandar cartas a determinados personajes importantes
del Mundodisco (como Lady Margolotta, la poderosa duquesa vampira de Überwald y se dice
que ex maestra de Vetinari, ver El quinto
elefante, de 1999), cada dos o tres meses, informándoles de las novedades
de la ciudad, servicio por el que cobra una modesta suma. Para hacer estas cartas,
escribe una sola y luego encarga una plancha grabada al Gremio de Grabadores. Usando
esa plancha reproduce el resto de cartas.
El Universo requiere que todo sea observado, no vaya a ser que deje de existir.
Pero todo cambia cuando llega a Ankh-Morpork la primera imprenta, construida por un grupo de enanos dirigidos por Gunilla Buenamontaña. Este espectacularmente barato y productivo método de grabado llama la atención de William, y sin tener muy claro como ha ocurrido, hace una alianza con los enanos y de pronto se encuentra dirigiendo el primer periódico del Mundodisco: el Ankh-Morpork Times, con noticias tan espectaculares como ¡Crece un calabacín de graciosa forma!
Esto es un periódico ¿no? Solo tiene que ser cierto hasta mañana.
Su plantilla se ampliará rápidamente, con
William como editor jefe y reportero, contando con la atractiva y valiente Sacharissa
Cripslock como reportera y enviada especial principal, el vampiro Otto Schriek como fotógrafo
(iconografista) y jefe de fotografía y el troll Rocky como editor de quejas
(matón y guardaespaldas). Se las verán con la singular oposición del Gremio de
Grabadores, que tratarán por todo los medios de boicotearles, puesto que el periódico
se vende cada vez más, y cada vez publican más noticias, y no usan las planchas ni los servicios del gremio. Incluso la banda de
mendigos indeseables formada por Ataud Henry, Viejo Apestoso Ron, etc. y
dirigida secretamente por el inteligente perro parlante Gaspode, se unen, como
repartidores y vendedores.
Sacharissa Cripslock siendo observada por Samuel Vimes, fanart por ruvendevela. Fuente: DevianArt.
Otto Schriek es un puntazo, es un
vampiro miembro de la Liga de la Templanza (uno de sus líderes es Lady Margolotta):
vampiros que han decidido abandonar el consumo de sangre humana (es como rollo alcohólicos),
y en su lugar desarrollan otras obsesiones que atacan con singular dedicación:
en este caso la fotografía y la investigación fotográfica. Esto significa que el
uso de los flashes (¡no solo tienen cámaras, tienen flashes!) le hace un
considerable daño a Otto, a veces llegando a convertirse en polvo durante un
breve tiempo, pero esto no disminuye su entusiasmo. También hace
investigaciones para mejorar la calidad de las fotos (iconografías) e incluso
hacerlas con luz negra.
Mientras esto sucede, una vez más
una siniestra conspiración está tomando forma, y una vez más el Patricio y su
gobierno son su objetivo: aquellos que quieren el retorno de la monarquía y de
las antiguas tradiciones donde la nobleza sea la depositaria del poder social y
político están retornando. Los nobles al mando de esta trama no tienen
intención de mezclarse, pero han contratado (a través de su abogado el señor
Slant, el grimoso y viejo abogado zombie) los servicios de dos sicarios a
sueldo: el señor Alfiler y el señor Tulipán. El señor Alfiler es un canijo
rastrero pero con una mente inteligente, ambicioso y oportunista, capaz de las
peores vilezas para su objetivo. El señor Tulipán es un hombre gigantesco sin
demasiado seso (menos para temas artísticos, en los que es un verdadero
experto) que sigue las ordenes de Alfiler, una bestia sujetada por una correa. Además Tulipán es adicto a cualquier
tipo de droga del Mundodisco, pero con el problema de que todo lo que compra
nunca es droga, asi que se pasa el libro intentando esnifar harina, yeso, comiendo
hongos de pies, etc.
El señor Tulipán y el señor Alfiler, fanart por graffitihead. Fuente: Pinterest.
Mientras la conspiración se desarrolla, William se da cuenta de que algo huele mal en la ciudad, e iniciará una cruzada en pos de descubrir la Verdad acerca de que es lo que esta ocurriendo, y sacar a la luz a los verdaderos culpables y limpiar el nombre de los inocentes. Todo esto ayudado por sus fieles colaboradores. Mientras esto sucede mantendrá una tensa relación con otro conocido sabueso de la ciudad: Samuel Vimes, comandante de la Guardia de la Ciudad, quien también acechará las calles a la búsqueda de los implicados, y pondrá a todos sus hombres en el caso. La Guardia son una especie de protas secundarios en este libro.
La verdad se encontraba en lugares improbables, y contaba con siervos extraños.
En la novela podemos ver muchos elementos que hablan sobre la llegada de los avances y del futuro a este mundo: no solo la creación del primer periódico y la aplicación de la primera imprenta (los magos de la Universidad Invisible comienzan a encargar copias de algunos de sus libros al por mayor y por bajo coste), también tenemos la llegada de un nuevo tipo de criminalidad, casi profesional (tipo solucionadores, como el señor Lobo de Pulp Fiction), o la competición agresiva entre empresas similares (la imprenta de Buenamontaña y el periódico asociado contra el Gremio de Grabadores). O el sistema e industria de reciclaje de la basura, representado a través de Harry, el Rey del Rio de Oro, el empresario que maneja toda la gestión de residuos en Ankh-Morpork. Mientras nosotros aquí, en el Mundobola, estamos a nuestro aire, vivimos tan tranquilos, en el Mundodisco, la sociedad y la ciencia siguen avanzando. La Revolución Industrial ya ha llegado.
Es una novela que versa sobre esos avances, pero como todas las novelas de Pratchett, también es un misil directo contra el machismo, la misoginia y el suelo de cristal para las mujeres, contra el racismo y la xenofobia. A través de la coprotagonista de la novela, Sacharissa, Pratchett nos cuenta como una mujer puede acceder a puestos directivos y de alta responsabilidad, y desarrollarse tan bien o mejor que un hombre (en aspectos organizativos y sociales supera con mucho a William, que es un ratoncillo de biblioteca algo miedoso y cortado); de hecho la vemos dando órdenes al vampiro y al troll del periódico con total tranquilidad. Ese vampiro y ese troll representan el derecho al acceso al trabajo de cualquier persona, sin importar su procedencia. Lo mismo para su asociación con los enanos. Y de hecho vemos como los personajes luchan a capa y espada contra ese racismo clasista, ese arraigo estúpido por un pasado olvidado y por las tradiciones atrasadas, que representan los nobles y los De Worde (menos William). Un nuevo grito del Hombre del Sombrero para que avancemos hacia el futuro, usando lo bueno que nos puede ofrecer (los avances: imprenta, reciclaje, etc.), pero que lo hagamos juntos, hombres y mujeres, todos los pueblos.
Lo que la gente cree que quiere son noticias, pero lo que realmente ansía son cosas ya sabidas.
Finalmente es muy interesante como Pratchett habla sobre el concepto de la Verdad: ese avatar filosófico que los periodistas persiguen y que muchos pierden de vista, mas interesados en el dinero que en transmitir la realidad. También hay unas cuantas reflexiones sobre el concepto de periodismo. Terry Pratchett se formó como periodista, así que es posible que todo esto sean reflexiones que él ya se ha formulado. William De Worde resulta ser un incansable buscador de la verdad, al igual que el propio Samuel Vimes, pero con una singular diferencia: Vimes es un investigador que sirve a la estructura de la Ciudad, y gran parte de su trabajo se desarrolla oculto, desconocido por casi todos (menos quizá para el propio Vetinari); mientras que William siente la necesidad de transmitirlo, revelarlo, abrir la Verdad para cualquiera que desee leerla. El editor deberá descubrir en donde se encuentra el punto exacto de aquello que debe revelar y aquello que por el bien de todos debe permanecer escondido.
Algunas personas son héroes. Y algunas personas toman notas.
Como
siempre, una novela con la que no puedes parar de reírte, dinámica y activa. Positiva, sin ser inocente. Acida, irónica, inteligente; plagada de dobles sentidos y metáforas. Como cualquiera de los libros de Mundodisco puede leerse por separado, ya que cuenta con la suficiente introducción y aclaraciones sobre cada personaje para no ser necesario haber leído los 24 libros anteriores. Aunque la experiencia es mucho mas completa si vas en orden.