Buuuuffff….tenía unas ganas locas
de hacer reseña de este LIBRAZO. De momento todo lo que escribe Lord Grimdark
(Joe Abercrombie) me está enamorando. La
mejor venganza (publicado en 2009) es una secuela de su trilogía principal La Primera Ley (de la cual ya escribí
una reseña hace tiempo, dejo ahí el link), y como tal se ubica en el universo de fantasía del
Circulo del Mundo, y tiene algunos protagonistas y personajes comunes con esta.
Al situarse después de los tres
libros de La Primera Ley, nos
encontramos en un mundo donde los gurkhos han perdido una segunda guerra contra
La Unión, pero esta también ha salido sensiblemente debilitada del conflicto.
Ninguna de las dos superpotencias tiene suficiente fuerza para intentar una
revancha o atacar de nuevo, por lo que se retiran detrás de sus fronteras a
lamerse las heridas. Es un tiempo de tensa paz, un periodo de
juegos de conspiraciones y guerras menores. La Unión es ahora gobernada por el
Gran Rey Jezal I, una marioneta en manos del verdadero dirigente del reino y titiritero
detrás de las sombras: el Archilector Sand dan Glokta, el hombre más peligroso
del mundo, aquel de quién se dice que jamás se puede escapar. Más
profundamente, como cualquier lector de la trilogía original sabe, se esconde
el amo secreto a quien sirve el mismísimo Glokta, el verdadero amo de la Unión
y de otros territorios.
En cuanto al Norte, Bethod ha
sido derrotado, su gobierno extinguido, y su sucesor, el brevemente Rey de los
Hombres del Norte Logen Nuevededos, fue traicionado, ha desaparecido, y se le
da por muerto. El Norte vuelve a estar en caos, y no se tiene claro si ha
surgido un nuevo rey o quien tiene el mando sobre la ciudad de Carleon, aunque
es probable que ni Dow el Negro ni los hijos de Bethod anden lejos.
En este contexto, dos años
después de la Batalla de Adua y lo ocurrido en El último argumento de los reyes (la trilogía original acaba en
invierno del 577, y La mejor venganza empieza
en el 579, dejo aquí una línea temporal en inglés), Abercrombie da un cambio de perspectiva y nos lleva a la
tumultuosa, libertina y sanguinaria isla de Styria. Styria es una isla muy grande
cuya sociedad se parece a la de la Italia renacentista: cada ciudad es una
ciudad-estado gobernada por un duque, conde, barón, etc. y donde tiene una enorme
importancia el comercio (cualquier cosa puede comprarse en Styria). Entre estos
nobles y estas ciudades-estados destacan los Grandes Duques, los más poderosos,
los gobernantes de las ciudades más importantes. Incluso hay una ciudad-estado que pertenece a La Unión, Westport, bajo el gobierno de un Consejo formado por doce concejales. Styria lleva ya mucho tiempo
atravesando los llamados Años de la Sangre: el ambicioso Gran Duque Orso de
Talins está intentando hacerse con el control de Styria, conquistando todo
cuanto se le opone, y convertirse en rey de toda la isla. Ya tiene muchos territorios y ciudades bajo su dominio.
Recordad al Gran Duque Orso:
intervino al final de la Guerra Gurkha, durante la batalla de Adua, con un
poderoso ejercito, para apoyar a la Unión y a Jezal I, oficialmente porque su
hija Terez de Talins estaba casada con Jezal. Sus verdaderos motivos se debían a
que es empujado a intervenir por los siniestros y secretos señores de la banca
Valint y Balk, la institución todopoderosa que tiene en su mano, bajo lazos de
deuda (el poder del dinero), a todos los gobernantes de este lado del mundo, y
el mismísimo Orso no es una excepción. Valint y Balk no podía permitir la caída
de La Unión, ya que tiene demasiados intereses en ella y demasiado pocos en el
Imperio de Gurkhul, bajo el control del fanatismo religioso dirigido por el
Profeta Khalul.
Nuestra protagonista principal es
Monzcarro (Monza) Murcatto, la Serpiente de Talins, la Carnicera de Caprile,
general al mando de las Mil Espadas, la compañía mercenaria más temible de
Styria, que trabaja para Orso. Monza es la más peligrosa, despiadada y
sanguinaria de las oficiales de Orso, y quien más resultados consigue: vence
las batallas, es respetada y temida por sus hombres, una autentica fiera en el
combate; es considerada por muchos una diosa de la guerra. En muchos sentidos, la
general mercenaria es la principal razón del éxito de Orso, quien le ha encumbrado
a hombre más poderoso de Styria y su próximo rey.
En estos momentos, las tropas de Orso al mando de Monza acaban de prácticamente decapitar el poder de la Liga de los Ocho, la alianza de ciudades y duques rivales del Gran Duque: la ciudad de Borletta conquistada, el ejercito del Gran Duque Salier destruido y su ciudad de Visserine indefensa, el Gran Duque Rogont (el líder de los Ocho) solo ante un enemigo muy superior. Prácticamente nada se interpone ya en el camino de Orso.
Pero hay algo que el Gran Duque
no puede conquistar: la estrella en alza de Monza, la cual ha eclipsado la suya
propia, y teme que la temible general aproveche su fama para derrocarle. No
puede consentir tanto poder rivalizando con el suyo, así que solo le resta la
traición. Orso, junto con su hijo mayor el príncipe Ario, su guardaespaldas Gobba, su
general Ganmark, y el oficial de las Mil Espadas y traidor a Monza Fiel Carpi, además
de con el apoyo implícito del banquero Mauthis (el mismo de la trilogía original, el enviado de Valint y Balk que hace los primeros pactos con Glokta) y la no intervención del conde
Foscar (hijo menor de Orso), tiende una emboscada a Monza y a su hermano Benna,
les cosen a puñaladas tras una brutal paliza, y les arrojan desde el balcón de
su fortaleza de Fontezarmo, en las montañas. El gobierno de las Mil Espadas es
concedido a Fiel Carpi.
Increíblemente, Monza
sobrevive, aunque muy malherida, y es curada por un siniestro
personaje. Recompone sus huesos rotos, cura sus heridas, y cuando Monza
abandona su guarida meses después, puede moverse de nuevo. Ha perdido altura y capacidad de movimiento,
tiene cicatrices que desfiguran parcialmente su cuerpo y su rostro, y una mano
inutilizada, pero está viva, se ha recuperado, y ha vuelto a ser letal. Y está
furiosa, ha decidido vivir solo para vengarse de aquellos que la traicionaron,
mataron a su amado hermano y rompieron su cuerpo. Siete nombres componen su
lista, los siete que estuvieron presentes en la habitación donde fue
traicionada: Orso, Gobba, Mauthis, Ganmark, Fiel Carpi, Ario y Foscar. Y los
siete deben morir, aunque tenga que entregar su vida en ello.
La muerte nunca es segura... sino extremadamente probable.
No se trata de dinero. Sino de... venganza. Pensé que lo comprenderías.
Abocada a una venganza digna del
conde de Montecristo, al igual que este legendario personaje, invierte una fortuna secreta que ella y su hermano habían
acumulado como mercenarios, en sus saqueos; una fortuna digna de un rey; en
conseguir la muerte de algunos de los hombres más peligrosos y protegidos del
mundo, como el mismísimo Orso. Utilizando ese dinero, su viaje comenzará por
contratar a un viejo conocido nuestro: Caul Escalofríos, el guerrero norteño
(un Mejor Guerrero, nada menos) que luchó junto a Logen Nuevededos, el Sabueso,
y los soldados de la Unión dirigidos por el mariscal West primero contra Bethod en el Norte y luego contra los gurkhos en Adua.
Harto de sus dudas acerca de si vengarse de Logen o no por matar a su hermano hace muchos años, Caul decidió no participar en la traición contra el Nuevededos perpetrada por Dow el Negro, y simplemente abandona Carleon (así termina El último argumento de los reyes). Al igual que Logen en el pasado, Escalofríos está cansado del Norte y sus continuos combates, de su constante lucha para sobrevivir, así que decide dejar ese territorio helado para afincarse en Styria. Pero en la isla descubre un territorio en cierto sentido aún más brutal, donde todo el mundo mira solo por su propio beneficio y no existe la hermandad. Corrupción por doquier. Como un perro abandonado, pobre como las ratas, y ante la promesa de una recompensa digna de un gran jefe, y la perspectiva de crear un lazo de verdadera lealtad, Escalofríos se une a Monza en su sanguinaria cruzada de venganza, convirtiéndose en el más leal de sus brazos ejecutores. Se establece entre ambos una relación fuerte, pero que la ira y el fuego que consumen a Monza, su ansia de destruir a quienes osaron arrebatárselo todo, pone a prueba la lealtad del norteño.
La piedad y la cobardía son lo mismo.
Mientras Monza y Escalofríos van tachando nombres de la lista, eliminando a los traidores, viajarán por toda Styria para cazar a sus presas, y en su camino irán contratando nuevos personajes de esta singular familia letal que está naciendo. Hombres y mujeres extraordinariamente habilidosos en sus respectivas artes, y enormemente diferentes en sus personalidades, pero con algo en común: todos ellos son comerciantes de muerte. Algunos de ellos son desconocidos, y los conocemos en esta novela: el silencioso y obsesivo asesino a sueldo conocido como Amistoso, o el genio envenenador Castor Morveer y su aprendiza Day. Otros ya los hemos visto en novelas pasadas: la antigua Practicante de la Inquisición (llegó a trabajar para Glokta) Shylo Vitari, ahora retirada de esa siniestra orden y toda una especie de asesina ninja; o el conocido mercenario y vividor Nicomo Cosca, quien dirigió bajo órdenes de Glokta la defensa de Dagoska, y fue el general al mando de las Mil Espadas anterior a Monza.
Las relaciones que se establecen en esta disfuncional familia de inadaptados sociales (que es lo que son) son muy interesantes. Envidia, celos, admiración, deseo, odio. Mi favorita es la que existe entre Cosca y Monza: antiguamente maestro y discípula, Cosca enseñó a Monza todo lo que sabe, tanto en el arte de la guerra (táctica, intendencia, etc. como ser general vamos) como en el del combate, al final la discípula acabo superando al maestro (quien se abandonó a la bebida). Ninguno de los dos se fía ya del otro, su relación enturbiada por viejas deudas del pasado, pero Cosca no puede olvidar que ella siempre fue su favorita. En el fondo es un romántico.
En la novela, Nicomo Cosca es un hombre que en el pasado lo tuvo todo, fue el mejor mercenario del mundo, soldado de fortuna de profesión, su nombre resonaba por los mares y era temido y venerado en el mundo entero, cenaba con duques y reyes de igual a igual, pero su afición al exceso y a la bebida cavaron su tumba. Ahora, en la decadencia y el ocaso de sus días, un hombre ya más cerca de la senectud que de la juventud, se enfrenta a la dura decisión de si hacer algo con el tiempo que le queda, o seguir sobreviviendo día a día con las migajas. Un personaje complejo, trágico, pero valiente y arrojado, un estratega nato y de una gran inteligencia y sagacidad, aunque también es el superviviente definitivo, y por tanto, un cobarde (si, en este personaje se juntan admirablemente la cobardía y la valentía, y queda coherente). No le tiembla el pulso a la hora de entablar la retirada y huir. A veces es incluso cómico, con sus salidas de tono. Un verdadero sinvergüenza que ha hecho de la traición su medio de vida y su supervivencia, pero que porta en su interior la llama del valor y unos principios que busca por todos los medios mantener. Un caballero y un canalla. ¿Será Cosca el héroe o el villano de esta historia? ¿O ninguna? El mas complejo de la novela: intrigante, traicionero, leal, impredecible, enfrentado a si mismo...
Aunque huir del enemigo sea algo deplorable, la alternativa que a uno le queda suele ser peor.
En esta cruzada de muerte y venganza, que sucede en el punto crucial de los Años de la Sangre, los protagonistas, bajo el mando de Monzcarro Murcatto, se enfrentarán a bailes venecianos de máscaras, luchas callejeras, asedios, y batallas campales donde se decidirá el destino de la isla. Decisiones imposibles, traiciones, amigos o enemigos que no son lo que parecen. Un entramado de rencor con unas implicaciones políticas desmesuradas, ya que al tiempo que esta correría de asesinatos sucede, los Años de la Sangre y la guerra siguen su curso, y las acciones de Monza tendrán su repercusión.
Jamás temas a tus enemigos. Teme siempre a tus amigos.
Mientras los acontecimientos se desarrollan, los ojos del mundo están posados en Styria, para contemplar quien será el que se alce por primera vez con la corona de todo el territorio, para averiguar si es un enemigo o un aliado. El Archilector Glokta al frente de su Consejo Cerrado, moviendo los hilos de Jezal I; el Profeta Khalul agazapado en las entrañas de su monasterio fortaleza de Sarkant, oculto en el interior del Imperio de Gurkhul; la misteriosa red de la banca Valint y Balk y su oscuro amo. Todos ellos no apartan su codiciosa mirada de esta guerra, y quizá no imaginen que la ira de una sola mujer pueda cambiarlo todo y destruir sus planes.
En Monza descubriremos una mujer que no puede existir ya más allá de la venganza: como otros
personajes en la literatura, ha abrazado con tanta fuerza el arquetipo de la
vengadora, que no puede ya existir fuera de este. Como el propio conde de Montecristo o como V. Ese fuego que la consume abrasa
todo lo que la rodea, va propagando la destrucción allí adonde se dirige. No le
importan las consecuencias, ni a quien dañe, solo busca vengarse. Mientras avanza, irá llenando su país con cada vez mas victimas colaterales. Pero también descubriremos
su pasado: una niña que ha convivido desde pequeña con la traición y la
desdicha. Una mujer compleja, dispuesta a todo por lograr sus objetivos,
dispuesta a todo para vengarse, a quien la vida a dejado de importarle, pero también
una mujer que busca cariño y comprensión, que trata de estar más cerca de los demás, de ser comprendida y escuchada.
Todos sabemos que no eres una santa. Solo eres la hija de una era sangrienta. Pero la oscuridad de todas las cosas siniestras que has hecho no se te ha metido dentro.
Escalofríos, por otro lado, y en
contra de lo que pensaba, está a punto de vérselas con la más sanguinaria y
dura de las campañas en las que ha participado, y bajo el mando de la líder más
implacable. Una campaña de la que es posible que no salga indemne. Escalofríos se enfrenta mas que nunca a la crueldad de la vida en este libro: su corazón, ávido de buscar un objetivo que le llene tras su crisis, se entrega en cuerpo y alma a Monza, pero los acontecimientos le demuestran que a veces el corazón puede elegir mal. El objetivo de Monza es árido y muerto, ya que muerte es lo único que persigue. Muerte y venganza. Y de algo así no puede salir nada bueno. Escalofríos es un personaje que llega a Styria buscando ser mejor persona, y de hecho tras los acontecimientos de la La Primera Ley se ha mantenido bastante majo para lo que suele ser la gente en esta clase de novelas. Pero su pacto con la ex general le llevará por negros caminos, y poco a poco la oscuridad va llenando su alma.
Si te conviertes en algo demasiado duro, acabarás siendo demasiado frágil. Porque si algo de ti se rompe, se romperá todo lo demás.
Es una novela que representa toda
la dureza y crudeza del autor, y del Grimdark, donde los personajes no siempre
tomarán la decisión que nosotros pensamos. Como cualquier novela de este rollo,
es descarnada y mordaz, utiliza un lenguaje ordinario, irónico y sardónico, y
las muertes a veces son de una bestialidad que ralla lo cómico. El argumento de
la venganza puebla toda la novela, no solo por Monza, sino que la veremos representada
en muchos más personajes (Escalofríos entre ellos, y no solo porque en parte esté huyendo de la venganza contra Logen que al final decidió no culminar, cuando pudo), tejiendo una hábil alfombra de muerte, rencor y
dolor.
Una novela entretenida y muy dinámica,
muy bien escrita, que pese a sus 900 y algo páginas, se pasa volando. Épica,
divertida, de personajes carismáticos y apasionantes. Hay muerte, muerte, muerte, muerte por todas partes. Muere hasta el apuntador, da igual si son secundarios o protagonistas, es un festival de asesinatos y muertes violentas, traiciones y puñaladas. Alguno incluso explota. Y joder, es entretenido a morir, nunca mejor dicho. En esta novela no hay héroes. Solo hay gente que trata de sobrevivir como puede, y que trata de cumplir unas objetivos en su mayoría bastante mezquinos. Entre sus paginas, entre tanta muerte sangrienta y traición, también hay espacio para momentos épicos y grandiosos, grandilocuencia y soberbia, que de hecho, debido a ese tono descarnado de la novela, le confieren mas energía.
Un poco de oro podía costar un montón de sangre.
En España lo edita Alianza, que recientemente lo ha sacado en unas ediciones de tapa dura y portada de Raymond Swanland, bastante cucas y muy baratas, menos de 14 euros, que por 925 paginas esta genial. Lo único que hecho en falta es un mapa de Styria, pero pueden encontrarse muchos por internet, por ejemplo el siguiente. La novela es independiente, no pertenece a ninguna saga, pero si que se incluye en el universo del Circulo del Mundo, y es una secuela de La Primera Ley, así que para apreciarla de verdad esta debe leerse primero. Es seguida de otras dos novelas independientes, que también funcionan como secuelas y suceden después de La mejor venganza: Los héroes y Tierras Rojas, además del libro recopilatorio de relatos Filos mortales. Ante las dudas de cualquiera sobre como leer a este autor, en que orden, puede consultarse el siguiente enlace que contiene una lista de lectura.