jueves, 8 de abril de 2021

EL DIABLO A TODAS HORAS - DONALD RAY POLLOCK



        Suele afirmarse que Dios está en todas partes, y también en nosotros. Omnipresencia. Este libro trata sobre como también el diablo es omnipresente y alcanza todos los lugares, habita en nuestro interior. Es la primera novela del escritor Donald Ray Pollock, publicada en 2011, y se inscribe más o menos dentro de las tradiciones del dirty realism estadounidense y la literatura sureña más gótica y sucia (pero sin caníbales mutantes endogámicos, claro, se supone que es realismo, no ese gore barato de serie B, tan divertido por otro lado). Esa violencia tan sórdida, propia de Bukowski (entre otros).

        La novela tiene tres ubicaciones clave, y Pollock irá saltando de una a otra a lo largo del libro, e incluso moviéndose adelante y atrás en el tiempo, usando un ritmo ágil y dinámico, cambiando de personajes y lugares, que impide el aburrimiento. Esos tres lugares están en el sur de EE.UU: en primer lugar tenemos el pueblo de Coal Creek, en Virginia Occidental, y por otro lado las poblaciones de Meade y Knockemstiff, en Ohio (Meade es una población relativamente grande, al menos a nivel local, y Knockemstiff es un pueblucho cercano). Las tres pertenecen a ese sur castizo, republicano, ignorante y paleto, y por lo que leemos en la novela, casi se diría que nacer allí es igual a una maldición. Pese a la intensa religiosidad de toda la zona y sus gentes, parece como si Dios (el Dios bueno y benévolo en el que creen esas gentes) hubiera apartado la vista de esos pastos hace mucho tiempo, y ahora fuera solo el feudo del diablo.

        La novela empieza alrededor de 1945, cuando Willard Russell regresa de la guerra en Japón (arrastrando bastantes traumas de guerra, dicho sea de paso) a casa de su madre, en Coal Creek (Virginia Occidental). Pero no habrá de quedarse allí mucho tiempo, puesto que pronto se casa con Charlotte, una mujer de la que se enamora perdidamente al tomar un almuerzo en el pueblo de Meade (Ohio), cuando estaba de camino a su casa. Juntos se van a vivir al pueblo de Knockemstiff, donde tienen un hijo, Arvin. Viven en una casucha a las afueras del pueblo, al lado del bosque.



Willard (Bill Skarsgârd) y Arvin Russell (Michael Banks) rezando para que Charlotte se recupere, en la película.

        Los traumas de guerra de Willard (sobre todo un soldado al que vio crucificado y desollado vivo) sumados a su juventud religiosa sureña, convierten a Willard en un creyente compulsivo y fanático, de un fervor desproporcionado: se construye un centro de adoración con una cruz levantada por él mismo en el bosque, y se pega horas rezando y ofreciéndose a Dios. Lo único que rivaliza con este fervor a Dios en su corazón es su amor por su mujer (quien es bastante más inteligente y comedida). Cuando su mujer enferma de un grave cáncer de estómago que la devora a toda velocidad, Willard se sumerge en una espiral de dolor y rezos que alcanzará cotas de ritualismo vudú, incluyendo peticiones a gritos durante horas y sacrificios de animales que colgará de las cruces y los árboles, para ofrecerlos a Dios por la vida de su mujer. Y obligará a participar a su hijo Arvin, de unos 10 años por entonces, lo que lo marca de por vida. El momento en el que mata a un perro (en la adaptación cinematográfica es el perro del chaval, en la novela se lo acaba de encontrar) super majo y lo cuelga crucificado de la cruz central se me hizo mas duro que cualquier otra cosa de la obra, y esa muerte además quedará grabada a fuego en la memoria de Arvin para siempre, y jamás se lo perdonará a su padre.


Arvin no sabía que era peor, si la bebida o el rezo. Por lo que él recordaba, su padre llevaba peleando desde siempre contra el diablo.


        Mientras esto sucede, Pollock te va contando los pormenores en la vida de algunos otros personajes de la zona, tales como el predicador fanático y bastante rarito y tarado Roy Laferty y su primo guitarrista, paralitico y homosexual Theodore (quien ama en secreto a Roy, por supuesto).

        En un salto de tiempo tras los sucesos de la enfermedad de Charlotte, Arvin ya es un joven de 16 o 17 años que vive con su abuela paterna Emma y su hermana adoptiva Lenora en Coal Creek. Lo vivido junto a su padre le ha convertido en un joven callado y retraído, que no busca problemas, pero tampoco se corta un pelo a la hora de arrearle una paliza de muerte, huesos rotos incluidos, a quien le busque las cosquillas a él o a su feúcha y marginada hermanastra. Y si la paliza se la lleva Arvin, ya esperará su momento para vengarse, y sus venganzas son bastante dolorosas. Arvin crecerá en el corrupto ambiente sureño, un muchacho marcado por un duro pasado, que trata de encontrar su propio sentido de la justicia mientras vive rodeado de violencia, y a base de violencia es la única forma que conoce para sobrevivir.

        Por otro lado, Pollock cuenta la historia de Carl y Sandy (hermana pequeña del corrupto sheriff de la zona, Lee Bodecker), un matrimonio residente en Meade. Carl es un fotógrafo sin trabajo (no da un palo al agua en toda la novela, real) y Sandy una camarera de noche en un garito de mala muerte, y a veces se prostituye por diez o veinte dólares (cosa que Carl sabe y no le importa, en ese sentido debe decirse que son abiertos, LOL). Pero cuando llega el verano y los dos se van de vacaciones en algún destartalado coche, se dedican a pasearse por las carreteras recogiendo autoestopistas a los que luego asesinan para hacer fotografías “artísticas”. Llevan ya más de 20 muertos a sus espaldas. Conoceremos a fondo la toxica relación de la pareja, lo harta que esta Sandy de su vida de mierda, las perversiones de Carl, etc.


Esta era la verdadera religión, solo en presencia de la muerte podía sentir algo cercano a Dios.



Carl (Jason Clarke) y Sandy (Riley Keough).

        Todos estos personajes están íntimamente relacionados en un ciclo de muerte, tragedia y violencia que los irá uniendo a través de los años, con funestas consecuencias. Un ciclo donde se demuestra que los encuentros y las casualidades, la vida del lugar, no están dirigidos por Dios (al menos no por un dios benévolo), sino que es más bien el diablo quien mueve los hilos, para su sádica diversión. Añado que estas referencias a Dios y el diablo, por si le queda la duda a alguien, así como el propio título de la novela, son puramente metafóricas, no hay absolutamente nada sobrenatural en ningún momento.

        La historia es una reversión de la religiosidad: pese a todas las creencias sobre salvación, la muerte es constante, y la vida es lamentable. Además, no es una historia con un final claro, parece como si Pollock, a través de una ventana, nos mostrará un vistazo de las horribles tragedias y las perversiones que pueden poblar esos pastos. Pero solo un vistazo. Allí la violencia es una normalidad, y la gente convive con ella, sin grandes sorpresas (incluso los agentes de la ley). La oscuridad reside en esos lugares, pero no es la oscuridad de ninguna entidad sobrenatural, es la oscuridad que cada persona posee en su interior. La cotidianidad del mal. Y tranquilamente podría haber continuación, aunque por el tono del autor y de la obra, dudo que la haya (ahora es cuando dentro de 5 años, Pollock saca una secuela y me como mis palabras).

        El libro está muy bien escrito, y sus 333 páginas se pasan a toda velocidad. El centro del ciclo, donde podemos decir que el horror comienza, y el horror termina (al menos de la parte que nosotros llegamos a ver) es Knockemstiff (lugar donde nació y creció Pollock, y su inspiración): una ensenada abarrotada de misticismo barato, supersticiones religiosas dignas de unas gentes ignorantes que en su mayoría jamás han salido de ese entorno recargado de esa religiosidad enfermiza; crímenes, alcohol destilado ilegalmente, pobreza, etc. Como citaba el lema del Hospital Psiquiátrico de Arkham: “un lugar sensato para gente sensata” (nótese la ironía). Un caldo de cultivo séptico, una radicación que envenena a todo aquel que se expone demasiado tiempo a él, convirtiéndolo en la misma clase de persona. Pollock publicó en 2008 un libro de relatos centrado en este pueblo: Knockemstiff. El tono es el mismo que el de esta novela.



Donald Ray Pollock, el autor, con el pueblo de Knockemstiff detrás.

        Como se habrá deducido, el 95% de los personajes de la obra son lo que antiguamente se llamaba “basura blanca”. Personas blancas (no sale nadie de color) del sur atrapadas en su propio mundo, consumidas por el republicanismo y el patriotismo más fanático, el racismo, el machismo y la misoginia, etc. Una población seriamente atrasada. Creo que la intención de Pollock, aparte de crear una obra usando todo esto como hilo conductual, era también denunciar todo este atraso, que en cierto modo sigue existiendo (no en la misma medida) en ciertas zonas de EE.UU. Y no se si es una lectura mía o era intención del autor, pero creo que también hace una denuncia sobre el peligro que supone criar a un hijo o hija desde tus propios traumas y obsesiones, y en una cultura y un ambiente tan restrictivos, abusivos, violentos, cerrados, etc. 


Este sitio esta lleno de hijos de la gran puta.


        A pesar de lo dicho sobre los personajes, algunos de ellos, incluyendo a algunos de los más despreciables, como Theodore (el paralitico) o Carl, son conscientes de que viven rodeados de inmundicia. De que ellos mismos son inmundicia.

        Toda la novela tiene un tono sórdido, malhablado, desagradable. La atmosfera esta tan bien conseguida que a veces da un poquito de asco, huele verdaderamente mal. Lugares y personas con una higiene repulsiva, alimentos en mal estado (incluso carne con gusanos siendo ingerida porque no hay otra cosa), alcohol de destilería (que puede dejar ciego si está mal hecho). La mayor parte de los personajes son repugnantes, caen mal; o no son mala gente pero es que son patéticos, y tampoco pueden caerte muy bien (aunque hay algunos que se salvan, como Arvin, o su abuela, o su tío). Y como he dicho, todo eso es la normalidad. Pollock llega a ratos a tratar todo esto con ciertos tonos de humor negro, y no puedes evitar reírte un poco. Por ejemplo, hay una escena donde dos viejos republicanos hablan sobre cómo habría que perseguir a todos los “melenudos” (hippies, rockeros, etc.) porque son el verdadero cáncer de la sociedad, unos pervertidos, y colgarlos en las plazas de los pueblos. Para dar ejemplo. Llega a dar risa, pero esas conversaciones existían en aquella época (los años sesenta). Humor negro.

        Pese a esto, el autor no utiliza demasiado la violencia grafica ni escenas gores, como por ejemplo si hace el gran Clive Barker. Es más minimalista, él transmite la sensación general de la zona. Sabes que lo que pasa allí es muy chungo, pero no está interesado en hablar de personas destripando a otras, cabezas cortadas, etc. Personalmente prefiero el estilo de Barker, mas visual, gráfico y estético (en su barbarie), pero ello no quita que sea una novela muy bien escrita.

        Quizá podríamos citar como una de las escasas críticas que Pollock abusa un poco de la sordidez en los personajes, y a veces se hace ligeramente forzado. El paralitico homosexual enamorado de su primo predicador rarito y fanático, la camarera prostituta y asesina con su mierda de relación con su marido pervertido, etc. Pero bueno, es lo que Pollock vende, es lo que esperas al leerlo, y es lo que obtienes, y además lo cierto es que es muy entretenido.

        Pollock, dentro del dirty realism (“realismo sucio”), es heredero directo de la tradición y rama llamada gótico sureño, y de autores como Flannery O’Connor, William Faulkner y Cormac McCarthy: esa violencia normalizada en ambiente rural, ese sabor castizo presente en todo el libro. Mecedoras en los porches, escopetas, garrafas de alcohol destilado, rancheras destartaladas, pequeñas poblaciones con congregaciones religiosas dirigidas por algún predicador, etc. Pero sin elementos sobrenaturales, que a veces están presentes en este estilo, y a veces no. Son especialmente conocidas las novelas de McCarthy: No es país para viejos (2005) y La carretera (2006), aunque lleva sacando libros desde el 65. Al igual que estos autores, Pollock también ha hecho su propia incursión en el western: El banquete celestial (2016).

        Finalmente, el personaje de Arvin recuerda un poco a otro conocido personaje del dirty realism: Holdem, el protagonista de El guardián entre el centeno (1951), de J.D. Salinger. Su vago (aunque en Holdem no es tan vago) temor ante un mundo amenazante, su forma de enfrentarse de una forma un tanto retraída a la mayoría de edad y el salto a ser adulto, su introspección, etc. Pese a todo lo ocurrido, se diría que el acontecimiento que más marcó la vida de Arvin no fue la muerte de su madre y lo que le siguió (no haré spoilers), es aquel que solo puede comprender como inútil y absurdo (lo que lo hermana con Holdem y su repulsa por los actos de una sociedad que no comprende o se niega a comprender, en su rebeldía adolescente): el sacrificio del perro a manos de su padre. La muerte de su madre fue un acto natural, el cáncer la mató, no podía hacerse nada. Y lo que siguió fueron consecuencias naturales, y hasta ve cierta justicia en ellas. Pero el perro no había hecho nada, era inocente, y su muerte no sirvió absolutamente para nada en la evolución de la enfermedad de su madre. Una criatura inocente muerta por un objetivo inútil y sin sentido, y por ello jamás perdona a su padre. Al final Arvin no ve el crimen en la violencia, él mismo la utiliza sin cortarse un pelo si tiene que hacerlo, si no en la violencia sin sentido. Por ello los sacrificios de su padre los ve como el crimen supremo. Y Arvin, como Holdem, se revela contra esa banalización del mal y la violencia. 


Le dio la impresión de que su vida entera, todo lo que había hecho, dicho, o visto, lo había conducido a aquel momento: por fin a solas con los fantasmas de su infancia.


        Es una novela que en general ha recibido la aclamación de los lectores, siendo la mayoría de las críticas positivas, tanto por parte de aficionados como de profesionales. Ha obtenido varios premios, sobretodo en Francia, donde ha tenido un reconocimiento impresionante, y la publicación literaria francesa Lire nombró a El diablo a todas horas la mejor novela de todo 2012. Solo en Francia ganó el Gran Premio de Literatura Policière de 2012 y el Prix Mystère de la critique de 2013. Además, obtuvo el Premio Thomas y Lillie D. Chaffin de Escritura Apalache (Thomas y Lillie D. Chaffin Award for Appalachian Writing) de 2012. Por último, obtuvo el tercer lugar en el Deutscher Kimi Preis de 2013, un premio alemán. El Gran Premio de Literatura Policière y el Deutscher Kimi Preis son los dos premios literarios mas antiguos y prestigiosos de sus respectivos países concedidos a la literatura de ficción criminal, policiaca, etc.  

        En 2020 Netflix sacó su adaptación cinematográfica, con el mismo nombre que el libro, dirigida por Antonio Campos y producida por Jake Gyllenhaal (el mismísimo Misterio de Spiderman: Lejos de casa, entre otros papeles) y Randall Poster. La película hace un importante esfuerzo por adaptar una linealidad bastante compleja, debido a esos cambios de perspectiva, de lugar, y de tiempo. Y el resultado es una película bastante entretenida y buena, y mantiene la originalidad de la novela, pero fracasa a la hora de plasmar su sordidez. Tal y como suele suceder con las producciones de Netflix, peca de ser excesivamente correcta, no se atreve a mostrar toda la inmundicia. La mayoría de escenarios son limpios, no reflejan ese ambiente repugnante, y tres cuartos de lo mismo con los personajes. Y no es que sean malos actores, más bien al contrario, pero no están caracterizados de forma lo bastante sórdida. Y es algo evidente, porque en la novela Pollock dedica mucho tiempo, escena a escena, pagina a pagina, a dejarnos bien claro esas pintas de personajes lamentables, decadentes, y patéticos. En el libro, Carl tiene un aspecto mucho más obeso y desagradable, sin lavarse nunca; Sandy mucho más delgada y avejentada, con dientes podridos. Lenora es, aunque quede mal decirlo, mucho más fea, la actriz elegida es guapita, y no es que se haga mucho para afearla en la caracterización. Y pese a la excelente interpretación de Robert Pattinson (porque es buen actor) como el asqueroso y pomposo reverendo Preston Teagardin, creo que no encaja bien, tiene un rostro demasiado reflexivo para ajustarse a semejante cerdo cobarde y libidinoso. Me recuerda un poco a como en Mortal Engines (película de 2018 basada en un libro homónimo de 2001), el personaje de Hester Shaw, que en la novela tiene la cara totalmente desfigurada por un golpe de espada (no tiene ni nariz), en la película solo tiene una cicatriz en la barbilla y en una mejilla, que no solo no desfigura su rostro, si no que casi la hace más atractiva con su aire salvaje. La gente del cine suele tener un considerable temor a afear en exceso a sus personajes, aunque lo marque la obra original. Aun asi es una buena película, merece la pena verla, y pese a su fracaso en el citado aspecto, tampoco traiciona al libro del que nace. Por otro lado, la interpretación de Tom Holland como el Arvin adolescente es especialmente destacable: es lo bastante serio e introspectivo, se le da muy bien reflejar la violencia que a veces sacude al personaje, etc.










martes, 6 de abril de 2021

REGRESO A TITÁN - ARTHUR C. CLARKE


         

        Novela de Arthur C. Clarke, considerado sumo sacerdote de la ciencia ficción dura, llamada así por contener (como ya expliqué en la reseña de Esfera) un ambiente hipertecnológico y muchísimos desarrollos científicos. Presta mucha atención e importancia a esos detalles científicos, de hecho es muy común que sus autores, y Clarke no es ninguna excepción, usen sus libros como meros canales para desarrollar una serie de argumentos o teorías científicas, perdiendo importancia el argumento en sí. Esta novela pertenece a esta clase, y no es de las mejores del autor (que tiene verdaderas obras de arte, como Cánticos de la lejana Tierra y El fin de la infancia, que llegado el momento habré de reseñar). Es un libro bastante normalito y poco trascendente. Y de hecho le he sacado unos cuantos fallos.  

        En primer lugar, Regreso a Titán, publicado en 1976, cuyo nombre original era Imperial Earth (“Tierra Imperial”), podría haberse llamado perfectamente, tal y como leí mencionar a un usuario de la web Tercera Fundación, Viaje de ida y vuelta a Titán, porque eso es exactamente toda la novela.

        El libro nos ubica en el año 2276, momento en el que la humanidad se ha extendido por gran parte del Sistema Solar: se ha colonizado la Luna, Marte, Venus, y unos cuantos satélites de Saturno y de Júpiter, entre otros lugares. En este esquema cobra particular importancia el satélite Titán, perteneciente a la órbita de Saturno, debido a que su atmosfera rica en hidrogeno ha permitido abaratar muchísimo el coste de este elemento y así crear un sistema de transportes estelares basados en el impulso de hidrogeno, gracias al cual la humanidad ha viajado y colonizado tantos lugares del espacio. Clarke teoriza que Titán es la llave del Sistema Solar por estas razones (al igual que en 2010: Odisea dos teorizó que dicha llave era Europa, satélite de Júpiter). Además, y si lo que dice Clarke es cierto (y en principio las informaciones puramente científicas de sus libros suelen ser bastante veraces, al menos en lo que a astronomía y astrofísica se refiere), Titán es uno de los cuerpos estelares más habitables para los humanos, ya que posee su propia atmosfera (formada por hidrogeno eso sí), al contrario que la mayoría del resto de cuerpos. Y la presión atmosférica es prácticamente igual a la de la Tierra. Las temperaturas también eran más “agradables”, o al menos más viables para crear un sistema de sostenimiento vital: solían rondar unos -70ºC, cuando en la mayoría de planetas o satélites eran el doble de fríos, o infinitamente más calientes de lo habitable (Mercurio y Venus unos 400ºC).



Titán con Saturno al fondo. Diseño grafico, la imágen no es real.

        Toda la economía de Titán viene del comercio con la Tierra por el hidrogeno. Toda la colonización del satélite, y la construcción del sistema, fueron obra del actual presidente de la Republica de Titán, Malcolm Makenzie, y la familia Makenzie constituye una verdadera dinastía que rige los destinos de Titán. Malcolm tuvo problemas matrimoniales a causa de una hija nacida con discapacidades intelectuales (hablaremos de esto) que murió muy pronto, y como consecuencia, decide no tener más hijos. En su lugar, va a la Tierra, y se clona a sí mismo, y ese clon, Colin Makenzie, hace las veces de hijo. O sea, decide que solo su perfecta copia es lo bastante bueno para continuar su papel. El protagonista de la novela es Duncan Makenzie, el clon de Colin, o lo que es lo mismo, del propio Malcolm. Aclaremos que en esta novela, a través de los avances de la medicina, y de la menor gravedad existente en Titán, que se supone que alarga la esperanza de vida, la gente vive 150 años tranquilamente. Así que las tres generaciones Makenzie pululan por ahí con total normalidad, pese a que Duncan tiene ya como 30 y bastantes años, y Malcolm mas de 120.

        Duncan es elegido para ir a pronunciar un discurso en la Tierra en honor del aniversario número 500 de la independencia de Estados Unidos, ocasión que la familia Makenzie aprovechará para saldar diversas cuestiones en la Tierra, y para que Duncan se clone, añadiendo otro Makenzie a la dinastía.

        La vida en Titán es muy diferente a la terráquea. La mayoría de la población vive en una ciudad subterránea llamada Oasis, mantenida por un complejo sistema de sostenimiento vital (agua, oxigeno, eliminación de residuos, etc.) sin el cual no podrían vivir allí. Clarke no llega a concretar en ningún momento cuantas personas viven exactamente allí, pero no deben ser más de unos cuantos cientos, unos pocos miles como mucho. Se dedican a dos grandes actividades: la extracción de hidrogeno, como base productiva; y la investigación de cosas científicas varias, ya sea allí en Titán, o en otros satélites de Saturno. La gente tiene una mentalidad práctica para todo: por ejemplo no se concibe tener grandes bibliotecas de coleccionismo donde acumules obras y obras, u objetos históricos o artísticos, etc. Casi todo deber ser puramente funcional. En este contexto, el poliamor está más o menos aceptado (aunque parece que solo en contexto de juventud, luego tienes que sentar la cabeza), pudiendo mantener relaciones con varias personas, incluso practicar tríos. Tampoco hay problemas con la bisexualidad, aunque también se visibiliza que las relaciones entre personas del mismo sexo son cuestiones puramente sexuales y durante la juventud, antes de casarte.

        No hay problemas de razas, tanto en Titán (sobretodo) como en la Tierra, todas las etnias conviven en total armonía: los propios Makenzie son negros, aunque Clarke se refiere a ello de forma muy velada.

        Duncan mantuvo en la juventud una relación muy estrecha con un joven prodigio titaniano, su mejor amigo Karl Helmer, llegando a ser amantes. Esta relación se complica cuando entra en la ecuación Calindy, una joven y bella terráquea que pasa una temporada en Titán antes de volver a la Tierra. Ambos beben los vientos por ella y los tres mantendrán una tórrida relación, pero Duncan siempre fue la pata coja de ese trio, algo que lo marca de por vida. Tras la marcha de Calindy, Duncan logró superar esa astilla en el corazón (eso dice, pero luego la contraseña de su base de datos es KALINDY; a veces es algo contradictorio), pero Karl no. Algo que Duncan nunca llegó a saber (se averigua al final del libro) ocurrió en la despedida entre Calindy y Karl que le provocó a este una crisis nerviosa, y nunca volvió a ser el mismo. Desde entonces la relación entre los dos chicos titanianos se ve emponzoñada por el dolor, la envidia, la rivalidad, y el recuerdo de esa mujer. 

        Muchos años después de aquello, con Duncan casado y siendo el padre adoptivo de los hijos de su mujer, le piden pronunciar el discurso en el quinto centenario, y todo lo que hemos dicho anteriormente. Pero en este viaje, donde él planeaba aprovechar para volver a ver a Calindy, se enfrentará al misterio de lo que ocurrió hace tantos años, y los tres se verán de nuevo envueltos en temas que podrían complicar las relaciones políticas entre Titán y la Tierra, y también podrían abrir un nuevo horizonte de descubrimientos para la ciencia humana.

        Una parte de la novela es gran parte de la extrañeza de Duncan ante muchas de las cosas que en la Tierra vemos como normales: la primera vez que ve un caballo se da cuenta que es su primer encuentro con un alienígena gigante (para él, que es de Titán, donde solo hay formas de vida humanas).  

        Bueno, pese a que yo cuento esto así como animado, realmente en general el argumento carece en gran parte de interés, es absolutamente tranquilo y calmado. Como hemos dicho, es más una excusa para que Clarke exponga sus teorías: por ejemplo, desarrolla la teoría de un motor que funcione gracias a una especie de singularidad cuántica o agujero de gusano en miniatura. Gracias a esa enorme fuente de energía, una nave podría viajar mucho más rápido que cualquier otro motor. Pues ok. Hablando en plata: como argumento es un peñazo soporífero, intrascendente. 

        Clarke se adelanta mucho a los tiempos en diversos aspectos: en una novela de 1976 él ya preludia el alzamiento de Internet. Los 70 eran un momento en que ya existía cierto concepto de crear una red mundial de información, pero aún era un proyecto muy larvario, principalmente a través del ARPANET, una red de computadoras creada por encargo del Departamento de Defensa de Estados Unidos, proyecto que nació en 1972. Clarke se adelanta y concibe una red bastante similar a nuestro Internet actual. 

        Además también se anticipa a la creación del móvil, un Smartphone: un dispositivo de comunicación que aparte de poder llamar a otras personas, haga las veces de agenda, base de datos, sistema para tomar notas o registrar grabaciones, e incluso para conectarte a la red o “Internet” que el concibe en la novela, y poder extraer información de ella. Un ordenador de bolsillo. A estos aparatos los llama minisecs.

        También preludia el vegetarianismo y el veganismo como forma de vida: matar se ha hecho innecesario. Se puede extraer esa cantidad de nutrientes y proteínas, incluso el sabor, de plantas de alimentación, usando técnicas científicas. Aun no existe en todo el mundo, pero casi. Este mismo tema ya fue tratado anteriormente en su relato de 1964: El alimento de los dioses.

        Por último, buena parte del argumento final gira alrededor de la posibilidad de la existencia de vida extraterrestre, y de que vida puede ser esta: ¿acaso seres mucho más allá de nuestra comprensión? Planteamientos similares a los de Esfera (aunque esta novela los lleva a cabo con muchísima mas extensión). Clarke plantea la posibilidad del contacto con ellos a través de la radioastronomía, o sea instalaciones gigantes de radiotelescopios que usan antenas parabólicas (radio antenas), con las que rastrillar el espacio a la caza de transmisiones alienígenas. Escuchar el espacio. Creo que esto es lo que inspiró a su amigo Carl Sagan para escribir su famosa Contact de 1985, que desarrolla este aspecto (el contacto con una civilización alienígena a través de la radioastronomía) en mucha más profundidad.



Grupo de radio antenas que forman parte del observatorio radioastrónomico Very Large Array, a 80 km al oeste de Socorro, Nuevo México (EE.UU).


¿Podría haber animales entre las estrellas, para quienes los hombres serían tan insignificantes como los parásitos de la ballena? (...) ¿Serán dioses? ¿O serán devoradores de dioses?


        Pero no todo es orégano, y hay muchos aspectos criticables, cosa comprensible por otro lado en ciertas cosas, estamos hablando de un señor que nació en 1917, la sociedad era distinta. Por ejemplo, el poliamor de la novela parece solo aceptable (aunque Clarke no se mojó mucho) como una cuestión sexual, puro deseo, y de juventud. Luego, a casarse, y en relaciones heterosexuales. Pero bueno, podemos aceptarlo; que en una novela de 1976 ya se hable de esto es un avance.

        Pero hay más, aunque para ello hay que presentar un poquito a este autor. Arthur C. Clarke (nacido en Inglaterra en 1917) era, aparte de escritor y divulgador científico, un astrofísico bastante renombrado con varias contribuciones a la ciencia, miembro de la comunidad científica, y dio clases en varias Universidades. Murió en 2008 en Colombo, Sri Lanka, a los 90 años. Clarke era un convencido “tecnócrata utópico”, creía que a través de los avances científicos la humanidad alcanzaría tal grado de superioridad donde desaparecerían la ira entre los pueblos, las rivalidades, los problemas ecológicos, etc. La ciencia es el único camino para el futuro. Y él creía firmemente en que la utopía podía alcanzarse, es algo que reflejan todas sus obras, todas tiene ese mensaje de esperanza.

        Por otro lado, teniendo en cuenta que este tipo de libros son verdaderos manifiestos de intenciones y teorías para sus autores, no pueden leerse con la despreocupación de otras obras, como La Primera Ley, que no reflejan absolutamente nada del ideario social del autor. En este caso, cuanto dice refleja los pensamientos de Clarke. En la mayoría de sus obras, Clarke refleja su idea de esa utopía tecnológica.



Arthur C. Clarke.

        Lo de la ciencia como camino para el futuro parece muy bonito, pero en la práctica no lo es tanto (al menos en este libro, tiene otros libros donde no mete tanto la gamba, e incluso envía mensajes bastante encomiables). En primer lugar, pese a su intención de vegetarianismo y veganismo, sin embargo ha relegado a todos los seres vivos no humanos al papel de casi meras atracciones turísticas a expensas de los humanos. Solo quedan unos pocos, todos bajo control humano (depredadores aún menos), y únicamente para diversión de la raza humana. Me parece de un paternalismo por parte de una especie que apenas hemos hecho sino destruir bastante considerable.

        También es posible hablar sobre que pese a haberse alcanzado una supuesta armonía total terráquea, que funciona como una sola nación más o menos, absolutamente todo se visibiliza no solo desde la perspectiva occidental, si no concretamente desde la anglosajona. Estados Unidos gobierna los destinos de toda la Tierra, y con ella, de todas las naciones o colonias establecidas en otros planetas o satélites. El acontecimiento del siglo no es la celebración de la unión de todos los pueblos o algo así, es el de la Independencia de Estados Unidos. Bien, ese patriotismo ahí (pese a que Clarke fuera inglés, no estadounidense).

        El libro está cubierto de los mensajes apoyando esta tecnocracia científica, y de connotaciones más de una vez bastante utilitaristas. Por ejemplo: cuando mencionan a la hija con discapacidad intelectual de Malcolm, Anitra, Clarke para describirla menciona que pese a ser muy guapita “no había nadie dentro” (cita textual). Me he molestado en leer la versión original en inglés de esa parte para asegurar que no fuera un error de traducción, y no lo es: “…and that there was really no one at home in the lovely shell their bodies had fashioned” (que viene a ser algo así como “…y realmente no había nadie en casa en el hermoso caparazón que sus cuerpos habían formado”). Hay que ser un tecnócrata bastante centrado únicamente en resultados a gran escala, y tener una mente muy utilitaria, para describir a una niña pequeña (muere con cinco años) como “vacía” a causa de tener una discapacidad intelectual. Citar a esa niña como un mero caparazón. Como si fuera una nuez de esas que abres y dentro solo hay un resto negruzco y nada de fruto. Fatal.

        Siguiendo con este aspecto, a mitad de la novela Duncan visita la instalación donde se llevan a cabo las clonaciones, y para ello no usan sistemas de úteros artificiales, cubetas, y cosas así de ciencia ficción. Clarke concibe algo mucho más sencillo: se implanta el embrión viable del clon, en una “madre de alquiler” que será quien lo gestará, pese a que no tendrá absolutamente nada de su ADN, que será enteramente de Duncan (o sea, de Malcolm). Del donante, vamos. Estas madres son mujeres con discapacidad mental (Duncan llega a pensar que de haber vivido Anitra, podrían haberla traído aquí), a las que Clarke llama abiertamente “subnormales”. Dejando aparte que el libro es de hace como 45 años, y que entonces creo que aún no se había tratado en profundidad que el término “subnormal” podía ser bastante insultante para estas personas, la forma de visibilizar a esas mujeres con discapacidad me parece más que nefasta. Clarke plantea que las mujeres con dicha discapacidad “deberían estar agradecidas” porque se les conceda la posibilidad de ser madres, aunque sea de un hijo que no lleva su ADN, siendo ellas solo el útero gestante, y de que solo vayan a poder actuar como madres un corto periodo de tiempo, ya que enseguida les será retirado él bebe para ser entregado al encargante. Llega incluso a afirmar que este “breve gozo” es lo más parecido que unas mujeres de esta condición podrán experimentar a la maternidad, todo esto evidentemente tratado desde un tono paternalista, como si esto fuera un favor que se les hace (y no que realmente las estas utilizando como un mecanismo de un proceso industrial y comercial, como si fueran incubadoras vivientes, es cosificación pura). Me parece discriminatorio a unos niveles bastante impresionantes. Que la discapacidad intelectual rebaje a unas mujeres a meras “cosas gestantes” que además deben agradecerlo… en fin. Creo que ha quedado claro el mensaje, y mi postura sobre él.

        Añado a todo esto que soy bastante (incluso MUY) fan de algunas de las obras de Clarke, destacando Cánticos de la lejana Tierra (1986) y El fin de la infancia (1953), novelas que todo amante de la ciencia ficción creo que debería leer. Y bastantes de sus relatos también. Pero a veces, no todo lo que hacen ciertos autores es oro, y menos autores como Clarke que acabaron sacando libros y relatos en plan metralleta; creo que cuando se cogen ese tipo de ritmos es natural que salgan novelas de considerable mediocridad, con argumentos poco firmes e interesantes, y bastantes fallos. Este es un rasgo que en mi opinión, comparte con Stephen King, por poner un ejemplo.

        En definitiva, es un libro fácil de leer y con un ritmo ágil, porque su autor tiene bastante pericia al escribir. Se hace relativamente ameno, y además es cortito. Y algunas cosas planteadas, lo del Internet, lo del veganismo, etc. son interesantes. Pero por lo demás, la trama prácticamente no atrae nada, los personajes son bastante planos, y en general la obra es una excusa para que su autor nos hable de sus teorías y sus pensamientos, y su idea de una sociedad futura donde la ciencia “ha arreglado todos los problemas de la humanidad”. Mas todas las criticas que he sacado antes (y me he dejado cosas). A mi parecer es un libro bastante mediocre. Mi recomendación: pues si te mola mucho la ciencia ficción dura y eres coleccionista, es una vieja gloria (porque su autor es quien es, no por otra cosa) y es fácil encontrarlo por dos euros en cualquier Re-Read o librería de viejo; puedes plantearte comprarlo. Pero en general no merece mucho la pena, y no motiva mucho a leer sci-fi, hay cosas infinitamente mejores en este genero. Sin embargo, se le otorgó el Premio Gaylactic Spectrum de 2001, unos premios otorgados a aquellas obras (incluyendo películas) que visibilizan la temática LGTBI en los géneros de horror, ciencia ficción o fantasía. Sigo creyendo que se se le otorgó el premio mas por el nombre de Clarke, que porque la obra sea tan brillante. Pero bueno. 

        Como aporte final: existe un relato obra del autor español Javier Redal llamado Naufragio en Titán, publicado en 1979, donde su autor homenajea a Clarke, al tiempo que recuerda un montón a El vuelo del Fénix (libro de 1964, mas dos películas, una de 1965 y su remake de 2004). El relato trata sobre los primeros tiempos de la colonización en Titán, cuando todavía se está construyendo toda la sociedad y el sistema industrial para extraer hidrogeno, etc. en ese satélite. Funciona como una especie de precuela de Regreso a Titán. Se sacó en diversas publicaciones especialistas sobre ciencia ficción, yo lo leí en el ejemplar Nº2 de la revista española Ulthar: revista de fantasía, ciencia ficción y terror, editada por Alberto López Aroca, que recomiendo a cualquier posible lector de este artículo. La calidad de la revista, sus relatos, sus ilustraciones, etc. son excelentes. Cualquiera de los números de su revista se pueden conseguir en el siguiente enlace: http://albertolopezaroca.blogspot.com.





miércoles, 31 de marzo de 2021

LA PRIMERA LEY - JOE ABERCROMBIE






1. La voz de las espadas. 744 pags. 2006.

2. Antes de que los cuelguen. 776 pags. 2007.

3. El último argumento de los reyes. 903 pags. 2008.

        Esta saga es la primera parte del universo del Circulo del Mundo, obra del autor Joe Abercrombie, quien ha sido llamado Lord Grimdark, debido a su inclinación y habilidad dentro de este sub-genero; y La Primera Ley es un excelente ejemplo. El grimdark  es una rama de la fantasía oscura caracterizada por el uso de un tono, estilo, o escenario, particularmente amoral o violenta. Adam Roberts definió el termino como “donde nadie es honorable y rige la ley del más fuerte”. Son novelas donde los monarcas tienden a ser unos inútiles, y los héroes tienen defectos (pero defectos, DEFECTOS). George RR Martín y su Canción de Hielo y Fuego es un famoso ejemplo de grimdark (aunque su pasotismo para con los fans y sus novelas me tienen más que harto, pero no voy a entrar en eso, que me pierdo). Las novelas de Abercrombie tienen todas estas características, son bastante groseras, no se corta a la hora de soltar tacos o palabrotas, son agresivas y bestiales, tienen escenas brutales, y las muertes se reparten con ligereza (incluyendo niños).

        La saga de La Primera Ley, publicada entre 2006 y 2008 (el tío se puso las pilas pero a fondo, sobre todo teniendo en cuenta que son 3 libros de más de 700 páginas cada uno; el tercero 900) se ubica en el mundo conocido como el Circulo del Mundo. Desgraciadamente Abercrombie no hizo mapas para su primera saga, pero posteriormente, entre los libros posteriores, la publicación del comic del primer libro, etc. sí que se sacaron mapas, algunos de ellos fandom, otros más oficiales. Se pueden encontrar muy fáciles por internet, y sirven de una guía bastante útil.




Mapas del Circulo del Mundo. Midderland en el centro; Starikland y el Viejo Imperio al este (izquierda); Styra, con la ciudad de Westport al oeste (derecha); el continente Kantic con el Imperio Ghurkul y la ciudad de Dagoska al sur (abajo); y Angland y el Norte al norte (arriba).


        La saga comienza en un mundo (el Circulo del Mundo, llamado así por la forma circular) dividido en dos grandes imperios: la mayor parte de la acción se ubica en La Unión, una confederación de naciones bajo el gobierno de Midderland, la isla y país que se encuentra en el centro del mapa. La capital de Midderland es la gigantesca y bella ciudad de Adua, desde donde reina el Gran Rey de La Unión, gobernante supremo. Además de Midderland, al norte esta Angland, al este Starikland, más las ciudades-estado de Dagoska (al sur) y Westport (al oeste, en la isla de Styria), cada uno de ellos gobernado en nombre del Gran Rey por un Lord Gobernador. La Unión fue fundada hace varios cientos de años por el Rey Harod el Grande, con la ayuda y consejo de Bayaz, el Primero de los Magos. Gobernando sobre casi todas las tierras del sur (el continente se llama Kanta) con mano de hierro se encuentra el Imperio de Gurkhul, una especie de super imperio estilo persa a cuyo frente se encuentra el Emperador Uthman-ul-Dosht, un tirano cruel, y en las sombras, manejando los hilos del poder, esta Khalul, el Profeta, la Voz de Dios. Los gurkhos son una nación fanática y oscurantista, esclavista, rinde una adoración divina e incondicional al emperador y al Profeta, y poseen un férreo control de todas sus provincias, que es más de lo que se puede decir de La Unión. Vienen a ser como la visión que hay de los persas en 300 (2006), que históricamente es totalmente fantasiosa y equivocada, pero nos vale para el caso. “Nuestras flechas cubrirán el sol”, “nuestros ejércitos secan los ríos al beber”, y todo eso.

        La Unión se encuentra en absoluta decadencia: la Universidad se cae a pedazos y nadie les hace ya caso, la Orden de los Magos desapareció o se exilió hace cientos de años, ya no se cree en nada, impera la ley del dinero y la ambición personal (puro capitalismo y libre-mercado vamos), los Gremios de Mercaderes (Sederos, Especieros, etc.) y los bancos están en lo alto de la escala social, la política es un juego de poderes para satisfacer caprichos y resarcir ofensas personales, y el Ejercito se ha convertido en una guardería para niñatos ricos y/o nobles.

        Mientras La Unión se sumerge en la decadencia, Ghurkul ya se ha recuperado de la guerra que hace como 10 años le ganó La Unión, ha forjado un ejército nuevo, y está preparado; el nuevo emperador es despiadado y no tolera la derrota. En las profundidades de su monasterio-fortaleza de Sarkant, el Profeta Khalul ha terminado de crear una nueva fuerza de sacerdotes misteriosa y terrible, a los que se conocen como Devoradores. ¿Es posible que Gurkhul esté dispuesto a lanzarse al mar para atacar a su más ancestral enemigo?




El rollito Gurkhul, muy 300. 


        Al mismo tiempo, en las heladas tierras al norte de Angland, en el territorio desgobernado y letal, incivilizado y terrible, donde solo impera la ley del más fuerte, conocido solo como el Norte, las cosas están cambiando drásticamente. Un nuevo Rey de los Hombres del Norte se ha alzado (algo que no ocurría desde hace 200 años), Bethod es su nombre, y ha tomado el control de casi todos los territorios, hombres y guerreros; ha sometido a cuantos se le han opuesto. Tiene su propia bruja, Caurib, junto a la cual ha llevado a cabo oscuros pactos con poderes antiguos; y un campeón que es más monstruo que hombre, casi un titán, Fenris el Temible. Junto a su ejército de soldados veteranos que han empuñado la espada y el hacha casi desde que nacieron, parece dispuesto a marchar sobre La Unión.


Eddard Stark from Game of Thrones in ink and paint on a 30x25in canvas. |  Ned stark, Stark, Game of thrones illustrations

Eddard Stark en el Trono de Hierro, muy Bethod. El rey guerrero con la espada, su poder forjado a base de hierro y sangre. El aire salvaje.


Pin on Warriors

Los guerreros norteños.

        Esta es la situación al inicio del libro: una doble amenaza se cierne sobre La Unión, desde el norte y desde el sur. Mientras tanto, el Gran Rey Gustav V es poco más que una ballena varada, una morsa gorda y senil apenas capaz de no mearse encima o comer solo, mucho menos gobernar nada, y el Príncipe Heredero, Ladisla, es un imbécil egoísta y fiestero rodeado de aduladores, incapaz de hacerse responsable de nada más importante que de elegir su próximo sombrero. La Unión es gobernada por el Consejo Cerrado, los doce hombres que controlan todos los mecanismos del Estado: el Ejército y la Marina, la Inquisición (como una policía secreta), la Casa Real, la ley y la Justicia, la economía y los impuestos, etc.

        Para narrarnos la historia, Abercrombie usa una serie de protagonistas principales de diversas características y procedencias, que se interrelacionan en mayor o menor medida entre ellos (y no siempre a buenas). Todos tienen aristas, todos son complejos, y la mayoría están, de una forma u otra, en la mierda.

        Logen Nuevededos es un norteño de oscuro pasado, su nombre es temido y odiado por todo el Norte, y se le conoce como el Sanguinario. Su figura está estrechamente relacionada a la de Bethod, Logen fue el campeón que lo encumbró, y más tarde Bethod lo traicionó y lo exilió. Pese a su terrible fama, y a su endiablada capacidad para matar, Logen es un hombre tranquilo y reflexivo, incluso filosófico, que carga con su pasado mientras trata de ser mejor persona. Además una siniestra maldición pesa sobre él, algo que descubriremos con el tiempo. Solo, con su familia muerta hace años, y tras perder a los únicos amigos que le quedaban en el primer capítulo del libro, decide que no queda nada para él en el Norte, y parte junto al mismísimo Bayaz, el Primero de los Magos (que estaba escondido en el Norte), a una misión secreta, de la que él mismo prefiere saber lo menos posible. Una misión que primero le llevará a Adua, y más adelante a los confines del  mundo, al lugar más lejano que cabe imaginar. Descubrirá en Bayaz a un hombre sabio, pero con un rostro oculto áspero y aterrador, su magia antaño poderosísima ahora está en decadencia, pero no ha dejado de ser un sujeto peligroso. No es el cercano, paciente, juicioso y preocupado Gandalf. Es un hombre implacable, más cercano a Saruman, que valora los resultados y no le importan los medios. Además, debido a sus cientos de años de edad, Bayaz representa la conexión a un pasado remoto que se asoma constantemente al presente de la novela.



Logen Nuevededos, el Sanguinario, dibujo por Randy Vargas. Tiene pinta de loco, ¿verdad? Y no lo parecía con esa descripción de tío majo que quiere mejorar, ¿verdad? Pues ya veréis.

        Ferro Maljinn es una mujer kantic que fue esclavizada por los gurkhos cuando era una niña, y tras años de confinamiento, torturas, violaciones, y abusos, logró escapar. Está absolutamente consumida por el deseo de venganza, matar al mayor número de gurkhos posible, cosa que se le da bastante bien. Tiene una puntería que casi parece divina con su arco. Junto a un hombre misterioso llamado Yulwei, que nadie parece capaz de encontrar ni localizar si él no quiere que lo hagan, inicia un viaje hacia Adua bajo la promesa de una venganza más completa que limitarse a matar soldados en las estepas.

        El capitán Jezal dan Luthar es uno de esos niñatos ricos, oficiales del Ejército, que hacen uso de su trabajo más como club social que por verdadera devoción militar o patriótica. Es vanidoso, egoísta, cobarde y odioso, solo le interesan las fiestas y conquistar mujeres. Pese a ello tiene cierta notable capacidad con la espada, y está entrenándose para el Certamen (un campeonato de esgrima anual donde compiten los mejores espadachines del momento) bajo la dirección del Lord Mariscal Varuz, el líder supremo del Ejército y miembro del Consejo Cerrado. Pronto se verá encerrado en los siniestros hilos de poder que se están urdiendo tras las bambalinas de La Unión, y se preguntará como podía haber vivido con tanto y disfrutarlo tan poco. Como podía haber dejado tan poco para los demás.

        El comandante Collem West, líder del regimiento del que forma parte Luthar, y antiguo ganador del Certamen, además de uno de los héroes de la anterior guerra gurkha, conocido como “el primero en atravesar la brecha de Ulrioch”. Su único factor en contra es que es un plebeyo sin sangre, ha tenido que esforzarse por ganar cada centímetro de reconocimiento, cuando a otros como a Luthar se lo han regalado. Y aun así, es observado por encima del hombro por todos los oficiales de alta alcurnia que le rodean. Pese a ello mantiene una relación de complicada y tensa amistad con Luthar. Es un hombre de buen corazón y que trata de hacer siempre lo correcto, pero la situación de continua injusticia en la que se encuentra, y la visión del trato que reciben los plebeyos en ese mundo, le han dotado de un temperamento furioso que pese a tratar de reprimir continuamente, a veces explota con resultados imprevisibles. Los acontecimientos en los que se verá embarcado le enseñarán que a veces lo único que puede hacerse es convertirse en alguien despiadado, y que el poder de dar órdenes, puede ser un regalo envenenado.

        Y finalmente, mi favorito, y el favorito de gran parte del fandom: el Inquisidor Sand dan Glotka. El Inquisidor en el pasado fue el coronel Glotka, ganador del Certamen y espadachín legendario; el mayor soldado de La Unión y de la guerra gurkha; el líder del regimiento en el que luchaba West; el azote de los gurkhos. Pero tras una arriesgada carga fue capturado y torturado durante dos años en las cárceles del Emperador. Después de un intercambio de prisioneros volvió vivo a Adua, pero convertido en un ser lamentable y monstruoso. La mitad de los dientes arrancados, una de las piernas tan torturada que es un pedazo de carne inservible que le produce calambres por todo el cuerpo, y está obligado a moverse de forma renqueante con un bastón (es como un Dr House en torturador, además es igual de irónico), la columna vertebral parcialmente desviada de tal manera que ya no puede colocarse derecho del todo. Tiene 35 años y parece que tiene 90. Pero Glotka es un superviviente nato, se negó a rendirse, se negó a postrarse en su cama y vivir el resto de sus días como un inválido. Un hombre de una sagacidad implacable y una inteligencia voraz, siempre a la búsqueda de la verdad, se une a la filas de la Inquisición, donde se convierte en su mejor torturador e investigador, acompañado de sus dos Practicantes o ayudantes, sus brazos ejecutores, Frost (un gigante albino silencioso) y Severard (un larguirucho rajacuellos con una útil habilidad para moverse en los bajos fondos). Los diálogos interiores, el humor negro, y la ironía de Glotka son puro oro, y sus escenas torturando gente tiene un punto de arte, de trabajo bien hecho. El tío es meticuloso pero no una bestia, hace lo que tiene que hacer, él ha elegido ser el monstruo que hace falta que sea.  


Estoy preparado para morir, pero me niego a perder.




El Inquisidor Glotka con Frost y Severard interrogando a alguien. Fanart por Kirill Svetlakov.



Glotka, fanart de autor que no encuentro. 

        Glotka no cuenta con buena fama entre la Inquisición debido a que es tan implacable que no sigue las reglas del juego de sobornos y poderes, y a veces destapa lo que no debe ser destapado. Y esto puede costarle la vida, pero antes de que eso ocurra es reclutado por el Archilector Sult, el líder supremo de la Inquisición y miembro del Consejo Cerrado, a quien muchos consideran el hombre más poderoso de La Unión. Sobre todo ahora que el hombre que manejaba el Consejo y el verdadero arquitecto del Estado, el Lord Canciller Feekt (conocido como el Canciller Dorado), ha muerto. Sult intenta por todos los medios tomar el mando ahora que Feekt ya no esta, compitiendo contra el Juez Marovia, el Lord Mayor de Justicia. Y Glotka pasa a jugar en el equipo de Sult en esa competición plagada de cadáveres, no dejando de juzgar (para sus adentros) la locura que supone ese absurdo partido mientras los gurkhos y Bethod se relamen en las fronteras, acechando a la presa. Pero Glotka no tiene otro remedio que jugar, Sult resulta ser un amo atroz que no tolera el fracaso. Glotka se encarga en las sombras, junto a Frost y Severard, de hacer los trabajos, cumplir las tareas, y realizar las preguntas necesarias para que las conspiraciones de Sult prosperen. Pero al mismo tiempo, empieza a hacer su propias preguntas, en la medida de lo posible, y jugar a su propio juego. Esta competición se verá agravada por la llegada de Bayaz, acompañado de Logen Nuevededos, a Adua. 


Nos encontramos en dos guerras. Una se lucha con fuego y con acero, y la otra es subterránea: una guerra que lleva luchándose cientos de años.


        Todos los personajes (no solo Glotka) se verán enrollados en una oscura partida de poderes donde quien a primera vista puede parecer un maestro jugador, en realidad no es sino un mero peón bajo las ordenes de alguien que se esconde más profundamente. Toda La Unión, y Adua en particular, se convierten en un misterioso laberinto de secretos y sangre, y en alguna parte de esos corredores se halla la clave para conocer al verdadero titiritero supremo. Nuestros protagonistas se verán forzados a elegir quien es el verdadero enemigo, y cuál es el mal menor al que están dispuestos a servir para evitar uno mayor.


Conozco destinos muchos peores que ser el primero entre los esclavos.

 

        Mientras tanto, Bayaz y siniestras fuerzas del sur compiten por hacerse con el control de una extraña arma antigua, de los Viejos Tiempos, que podría barrer todo lo que se conoce, que podría quebrantar La Primera Ley de la Magia: “no entrar en contacto con el Otro Lado”. Pues al Otro Lado, los Desveladores de Secretos, los demonios, siempre están acechando, intentando entrar…



Ilustración obra de Darey-Dawn, parece el poster de la pelicula. Aparecen varios de los protas: El calvo de arriba es Bayaz; el soldado con la espada es West; el tipo desdentado del bastón es Glotka, y detrás suya, de blanco, esta Sult; y el norteño de la espada es Logen.

        Ya sé que está siendo un post larguísimo, pero es que el mundo que Abercrombie plantea es considerablemente complejo, y además es que apenas puedo contar nada del verdadero argumento (aunque parezca mentira, ¡no lo he hecho!) ya que no empieza a desvelarse hasta el final del primer libro, o directamente ya en el segundo. En realidad el primer libro, La voz de las espadas, es casi una (entretenidísima, eso sí) introducción de más de 700 páginas. Apenas llegas a vislumbrar cual es el verdadero juego, los objetivos, o por donde van a tirar las fuerzas que están enfrentadas (o siquiera ver dichas fuerzas). Únicamente llegas a conocer bastante sobre los principales protagonistas que he citado anteriormente. Dicho así puede parecer, joder, para rato me leo eso si 700 van de introducción. Pero merece la pena, de verdad, los capítulos vuelan de lo bien escrito que esta, los personajes (Jezal es algo odioso a ratos, sobre todo al principio, pero bueno) son interesantísimos, etc.

        En definitiva, es un mundo en total decadencia (no solo en La Unión), la Magia está desapareciendo del mundo, los espíritus se están durmiendo hasta quien sabe cuándo, el mundo cambia de Era, y no puede evitarse. Pero por otro lado, hay cosas que no cambian: el mundo es un lugar terrible y violento, y si le dejas, te hará trizas. Cada paso que des, debe ser para sobrevivir, aunque cueste. La vida es dolor, y la gloria jamás está asegurada, y otras veces llega por caminos insospechados. Pese a que esta claramente inspirado por Canción de Hielo y Fuego de Martin, con los norteños y los sureños, no es ninguna copia, y toma totalmente sus propios derroteros. 

        Además de esto, como lectores no se recomienda pillar cariño a muchos personajes, pues esto es una carnicería; la probabilidad de que tu prota se muera, es alta. O del que te cae mal sobreviva, ya que estamos. Al final no acabas eligiendo al personaje majo, porque no lo hay (ni siquiera West al final, y eso que es el que más se acerca), acabas eligiendo al cabrón que más te gusta (Glotka, Glotka, Glotka). Y es que en estas novelas, si algo abunda son cabrones. Vaya rebaño de hijosdeputa. Aquí no hay visibilización LGTBI ni visiones del feminismo en clave de fantasía como hacían (o hacen) Le Guin, Terry Pratchett, Brent Weeks o Schwab (pese a que sí que hay mujeres con papeles importantes, como Ferro; y mujeres importantes de distintos tipos, no solo guerreras). Por no haber, no tiene por qué haber ni épica, ni finales gloriosos. Aquí lo que hay son hijosdeputa y cabrones, zorras implacables y sádicas vengativas. Y mucha megalomanía. Y el Lord Cabrón Mayor o la Lady Zorra Suprema, es quién gana. Y a veces este atajo de cabrones, llegara a cometer actos "heroicos" o clementes: a veces lo harán unicamente por liberarse de la correa, pero no por altruismo; a veces lo harán por autodesprecio por su propia cobardía; a veces por que tiene que hacerse, los monstruos son necesarios en un mundo monstruoso; a veces por venganza. O simplemente, por tener algo bueno en la balanza, por hacer algo decente por una vez en su asquerosa vida. 


Varios personajes de La Primera Ley en el comic. Me gusta mas la otra, refleja mas la oscuridad y la personalidad sanguinaria de la obra.

        Finalmente, en si la saga completa es una especie de precuela, porque deja un mundo perfecto para ser continuado. Para nada terminado, y a mí, lo cierto es que eso me mola. Le siguen 3 novelas independientes en las que se intercalan unos relatos recogidos en el volumen Filos mortales, a las que siguen una nueva trilogía llamada La edad de la locura, que aún no está terminada. Todavía no he leído nada de esto, pero en cuanto acabe algunas lecturas que tengo pendientes me pienso poner, porque madre mía como queda la cosa, que panorama.  


En algún lugar del mundo, todo hombre tiene un adversario que es mas astuto que él.




lunes, 29 de marzo de 2021

EL SOL DE MEDIANOCHE - RAMSEY CAMPBELL




        Esta novela de 1990 es tranquilamente una de las novelas más RARAS que he leído en toda mi vida. Especulativa de cabo a rabo, y escrita por Ramsey Campbell, autor de un terror bastante complejo, uno de los pocos autores (que yo conozca, el único publicado en español; yo al menos no he leído más) del raro sub-genero conocido como quiet horror  (“horror silencioso”, literalmente). Además, por lo que he leído en críticas anglosajonas, Campbell es uno de los mejores autores de este subgénero, muchas veces se le cita como el mejor de todos. Pese a que es un estilo bastante raro de leer, y no goza de demasiada popularidad debido a su falta de morbosidad, Campbell es reconocido como uno de los mejores autores de terror de Inglaterra y del mundo anglosajón, incluso por el académico especialista en literatura de terror ST Joshi. 

        Campbell fue seguidor de los mitos de Cthulhu, el horror cósmico y de la obra de Lovecraft desde muy joven, así como de las propias inspiraciones de Lovecraft: Machen, Blackwood, Ambrose Bierce, Dunsany, etc. Llegó a colaborar con el mismísimo August Derleth, albacea y editor de Lovecraft, publicando sus propios relatos en la línea de los mitos de Cthulhu, la mayoría de ellos recopilados en el volumen El habitante del lago y otros indeseables vecinos. Después pasó a publicar novelas con un estilo propio ya consolidado, alcanzando éxitos reconocidos como El parasito (1980).

        El quiet horror es un estilo caracterizado por la falta o la escasez de morbo, sangre, sustos gratuitos, violencia extrema, etc. Sustituye estas características por un malrrolleo constante y creciente en toda la novela, muy psicológico, sabes que algo está ahí, pero no acaba de presentarse. Quiet horror es esa granja abandonada al final del camino rural, a la que has regresado una y otra vez, atraído (aunque quizás "obsesionado" es el mejor término) por su grotesca belleza, su ruina, su misterio. No sabes porque, pero estas obligado a volver siempre allí, y cada vez que vuelves, hay un punto más siniestro. Como ya he dicho, muy psicológico. Pero al contrario que en otras obras que incluyen elementos similares, los jump scares no suelen manifestarse abiertamente, eres tú, el lector, quien tiene que darse cuenta que ahí ha habido algo que no funciona, que algo acecha. Lo cual te mantiene en tensión constante, buscando los indicios, tratando de entender, tratar de saber que esta pasando. El "silencio", entendido como esa falta de morbosidad, sangre y violencia, es otra característica. Es incluso calmado, lo cual al final estresa más; a fin de cuentas, como sabemos los amantes del bizarro y similar, un baño de sangre puede ser totalmente cómico.

        La trama se desarrolla en un pueblito perdido del norte de Inglaterra, Stragrave, y la fría luz que emite la luna será una constante durante todo el libro. Frío. Esa es la palabra que define este libro, que el propio Campbell definió como “para leer junto al fuego”. El frío puebla toda la obra y va cada vez a más, y al final casi se te mete en los huesos. Adquiere su propia personalidad, se convierte en la principal amenaza, como el Hotel Overlook en El Resplandor.


Portada de una edición británica de Midnight Sun

        El protagonista es Ben Sterling, biznieto del folclorista local Edward Sterling, quien escribió un libro sobre mitos locales llamado Del sol de medianoche, del que existen muy pocos ejemplares. Ben pierde a toda su familia en un trágico accidente de coche cuando es un crio, y el chaval es criado por su tía. Pronto la escena se adelanta veinte años, donde Ben está casado, tiene dos hijos, y es un cada vez más popular escritor de cuentos infantiles. Su mujer, Ellen, es también su socia e ilustradora de sus libros, por lo que publican las obras conjuntamente. Ojo al dato con los libros, porque la temática de todos ellos es invernal, se ambientan en paisajes nevados, etc. Campbell ya empieza a darnos pistas de por dónde van los tiros de las obsesiones de Ben.

        La familia hereda la finca Sterling en el pueblo de Stragrave, donde Ben se crió, y opinan que puede ser un buen lugar para retirarse una temporada y para que Ben se inspire entre los recuerdos de su infancia. Pero el pasado dormido irá despertando ante la presencia de Ben, y algo oscuro y helado empezará su lento desperezar.

        Mientras Ben va sumergiéndose en sus recuerdos y en su creciente obsesión por pasear por el frío bosque que queda detrás de su casa, por el que siente una ineludible atracción, y por investigar la mitología local, irá dando forma a su mejor obra, su opera magna.







        Pronto descubre que en las leyendas de la zona siempre había existido la creencia de que no puede permitirse que la palida luz nocturna que emite la luna, que allí se conoce como el sol de medianoche, (de ahí el título del libro de su bisabuelo) se apague, pues es lo único que mantiene dormido a un antiguo, oscuro y congelado mal.

        El mismísimo invierno puede que sea una inteligencia acechante y no solo un efecto natural. ¿Qué es lo que está intentando entrar en nuestra realidad? ¿Qué clase de helada entidad le habla en fríos susurros a Ben? Al mismo tiempo, Ben se irá volviendo cada vez más frío, más siniestro, descendiendo poco a poco al abismo que lo llama, al frío que lleva en la sangre; llegando a despertar en él algo aterrador y violento.


Que el invierno penetre en tu interior.

El invierno que pondrá fin a todo.



        Podemos apreciar en esta obra la consumada capacidad de Campbell para aunar muchos de esos estilos y autores, de los cuales él mismo es voraz lector, en la misma obra, al tiempo que le da su propio sabor y originalidad. La forma de recrear el bosque y la siniestra llamada de la naturaleza, el ambiente helado, etc. recuerda inequívocamente a El Wendigo (1910), de Algernon Blackwood. En esta novela corta, unos exploradores, en el contexto de los deshabitados y solitarios bosques helados del norte de Canada, se enfrentan a una fuerza misteriosa conocida como Wendigo. Además, el cierto aire de cultismo y ritualismo, de folclore natural, que recubre el libro de Campbell, es muy propio de cualquiera de las obras de Machen, como El gran dios Pan (1894). Por supuesto, el escritor que se retira con su familia a un lugar alejado (y helado) para inspirarse y consumar su obra maestra, y una siniestra entidad hace presa de su mente y va descendiendo poco a poco a la locura, recuerda muchísimo a El Resplandor (1977), concretamente al personaje de Jack Torrance.

        Finalmente, toda la obra tiene un cierto aire de horror cósmico, de mitos de Cthulhu: el antiguo ser que comienza a despertar con la llegada de Ben podía tratarse perfectamente de una de las entidades cósmicas lovecraftianas, uno de los Primigenios o de los Dioses Exteriores. Concretamente, podría ser una vaga referencia a Ithaqua: el Caminante del Viento, Dios del Frío, el Silencio Blanco; un Primigenio que controla el frío, la nieve, etc. creado por Derleth en el relato Ithaqua (1941). Pero Campbell no se moja más en este aspecto, no hay en el libro ninguna referencia directa a Lovecraft ni a los mitos de Cthulhu, solo es algo que podemos suponer por el pasado y las tendencias literarias del autor, sumado al tono de la obra. 


Si algo vivió en las tinieblas antes de que hubiera estrellas, o planetas, o seres vivos, no sería ni remotamente parecido a nosotros.

Lo que le observaba era algo capaz de engullir las estrellas. 


        Es una novela lenta, tarda mucho en desarrollarse, y es tan especulativa, que hay muchas cosas que no entiendes, tienes que sobreentender muchísimo. Eso tiene su parte mala y su parte buena. A mí me gusta, pero he de reconocer que es bastante compleja de leer, y al terminarla no tienes demasiado claro de haber cogido todos los hilos. Por ejemplo, la entidad de invierno que va cobrando forma conforme avanza el libro es apenas una sombra durante toda la obra, es un ser poderoso que observa tras el velo de nuestra realidad, que esta intentando entrar. La principal intención de Campbell era crear atmosfera (una atmosfera helada, en este caso), y desde luego lo consigue. Incluso la creciente lentitud de la novela casa con el ritmo proporcional al que bajan las temperaturas dentro de la obra. Es interesante cómo se las arregla para dotar de tantos matices y tanta personalidad al frío mismo, como transmite su quietud. Yo recomiendo leerla, pero no esperes enterarte de todo. El estilo de Campbell es dejarte muchas preguntas en la cabeza. Pero es una novela excelente y que merece la pena leer, galardonada con el Premio August Derleth de 1991, un premio concedido a literatura de terror, y que actualmente pertenece a los British Fantasy Awards. 


Lo ultimo que vio fue el mundo tiñéndose de blanco. Este cuento trata de lo que ocurre cuando el hielo surge de la oscuridad.



BALADA DE PÁJAROS CANTORES Y SERPIENTES - SUZANNE COLLINS

          Tras 10 años de parón, la autora de Los Juegos del Hambre ha sacado esta precuela de su saga: Balada de pájaros cantores y serpien...