viernes, 10 de junio de 2022

LUNA SANGRIENTA - RAMSEY CAMPBELL

        


        La verdad es que me encanta leer a Ramsey Campbell. Tiene algo como especial en lo que hace, algo puro. Hace unas semanas terminé Luna sangrienta (1986), y una vez más puedo decir que es rara, terrorífica, y…impresionantemente ambiental.

        Al igual que el resto de los libros suyos que he leído, se inscribe dentro de la rara tradición del quiet horror (“horror silencioso”), un poco conocido sub-genero del terror caracterizado por carecer de grandes matanzas, carnicerías inmisericordes, o escenas gore. Ni siquiera hay una abundancia de escenas de monstruos (aunque en esta hay alguna). Como ya desarrollé en la reseña de otra novela del autor, El sol de medianoche (1990), generalmente es todo pura ambientalidad, el autor trata de ofrecernos un ambiente aterrador pero no por lo que vemos, si no por lo que sentimos o no vemos. Detalles que se van sumando, formando una verdadera atmosfera. Un sonido, una sombra, un temor que va cobrando forma. No es muy animado, pero extrañamente estético y efectivo. Y Campbell es uno de los mejores en lo suyo.

        Ramsey Campbell es un autor británico de terror, nacido en 1946, especializado en este sub-genero, y fuertemente influenciado por Lovecraft (tiene antologías lovecraftianas), así como por Arthur Machen y por Algernon Blackwood. Estos autores pueden observarse fácilmente en la mayoría de sus libros.

        Luna sangrienta tiene como escenario principal a Moonwell, una pequeñita y aislada población inglesa, creo que por la zona de los Peaks. A nadie le importa Moonwell, nadie la visita, y su escasa población tampoco tiene mucho interés en recibir muchos forasteros, viven a gusto con su cómodo aislamiento. En ciertos aspectos Moonwell es una comunidad atrasada, que se niega a recibir los avances y las supuestas mejoras de lo que ellos llaman “esos urbanitas, gentes de ciudad”. Buena parte de la población son, hablando mal, un hatajo de paletos religiosos (o simplemente paletos), y aun sobrevive un fuerte racismo, machismo y homofobia entre otras cosas (intolerancias que Campbell se encarga de criticar). Junto a esa religiosidad cristiana (que tiene su gracia, porque el párroco oficial cuando comienza la novela es un hombre muy tolerante y majete, que huye de la religión reaccionaria) perviven una serie de tradiciones paganas tipo celta.



        Estas tradiciones celtas se articulan en torno al Foso de la Luna, una profunda sima cercana al pueblo, que por lo que sabemos nunca se ha explorado. Esta sima fue, hasta la llegada de la cristianización, objeto de cultos rituales y adoración por parte de las culturas druídicas de la zona: se dice que un antiguo dios lunar maligno fue encerrado en ella. Esas tradiciones perviven hoy en día en forma de festividades: por ejemplo, decorar con flores el murete que rodea al foso, y sus leyendas siguen poblando el valle, así como las de la criatura que allí mora, y que ahora se conoce como Harry el Lunático (Harry Moon).

 




Los romanos destruyeron a conciencia todo el culto druídico, porque deseaban que ese lugar fuera olvidado. Sabían que había un ser viviente allí abajo, y que ese ser podía ejercer su dominio sobre cuentas personas vivieran en los aledaños.

 

        El libro tiene diversos protagonistas, y vemos todo lo ocurrido desde la perspectiva de algunos de ellos. Geraldine Booth, una librera forastera que establece su negocio junto a su esposo en el pueblo, y que es víctima de los malos tratos a los forasteros. Craig, un hombre anciano de un pueblo vecino que junto a su esposa visita en Moonwell a su hija Hazel, quien vive allí junto a su esposo, y que no aprueban mucho el ambiente del lugar ni al esposo de su hija. Nick Reid, un periodista que llega al pueblo de casualidad e inicia una amistad y algo más, con Diana, otra de las protas, una profesora y educadora infantil estadounidense, con una importante formación en su campo que de poco le vale en ese ambiente recargado, pero que lucha con ahínco por ayudar a los niños mientras trabaja como maestra en la escuela local. Eustace, el cartero de la zona, un hombre tímido e introvertido pero con una curiosa habilidad para la comedia cuando se sube al escenario, y que como los anteriores, no está contento con el atraso del pueblo. Finalmente, Brian Bevan, un padre de familia que tras un cambio repentino se convierte en un religioso y creyente reconvertido de fuerte fanatismo, pero con un secreto que lo atormenta día y noche, royéndole el cuerpo y la mente, y su hijo Andrew, un niño aislado y marginado con problemas para relacionarse y expresarse, que ve como todo su mundo se viene abajo.

        Las luchas de la mayoría de los protagonistas por adaptarse a ese ambiente tan retrogrado (“lo que necesita esa chica es un hombre que le enseñe unas cuantas cosas”, ese es el nivel de los comentarios) y luchar contra él cambian cuando llega al pueblo Godwin Mann, un predicador californiano evangelista y extremista religioso, acompañado de un verdadero ejercito de fieles y creyentes. Estos fieles lo han seguido por todo el país, algunos desde California, son una especie de grupo de hippies fundamentalistas cristianos evangélicos, sin ningún tipo de tolerancia (“las niñas no han de querer a las de su sexo, ni los niños tampoco”, “estandarte de Dios en la cruzada contra el comunismo”, etc.), de una repelencia que cuesta expresar. Los peores son los críos que llevan con ellos, madre mía que criaturas más repelentes.

 

Piensa que ha sido elegido como paladín de Dios. Esta intoxicado por la fe, y son las asambleas las que le exaltan.

 

        La campaña de predicación de Godwin Mann empieza a ganar adeptos gracias a su fuerte personalidad y carisma, al aislacionismo del pueblo, a la presión que ejerce hábilmente con su creciente grupo de adoradores sobre los que se le resisten, etc. Poco a poco se hace con el control del pueblo, y mientras lo hace, va destruyendo todos los restos de la tradición druídica, sin mostrar ningún tipo de temor o respeto por las leyendas originales. El plan oficial de Godwin es bajar a la sima y demostrar así que no existe nada allí, que el único poder real es Dios, sin ser consciente del terrible mal que puede despertar. Quizá las leyendas estaban para algo.

 

Su intención era resucitar lo que había en la cueva, hasta que se dieron cuenta de que era lo que iban a reanimar.

 

        Diana, la principal de los protas, mientras lucha contra el creciente fanatismo (un verdadero ambiente policial, real), se va dando cuenta que puede que Godwin este arrastrando a toda la población a un destino muchísimo peor con sus sueños de gloria religiosa y mesiánica. En sus conversaciones con algunos viejos sabios que aún recuerdan parte de la tradición original, descubre que Harry Moon puede no ser una simple leyenda, sino un mal primordial, una criatura antigua ligada a la Luna que lleva siglos esperando para retornar al mundo y vengarse de la humanidad que lo encerró. Y solo ella lo ve venir, solo ella puede detener al psicotizado evangelista (que esta como una jodida maraca, en serio).



        Todo esto ocurre en ese ambiente de pueblo aislado donde no paramos de ver simbologías celtas (la misma iglesia está construida sobre un templo celta), lo que añade mucho rollo a la obra. Como de un pasado lejano que nos observa desde su celda, esperando a salir.



Los druidas juzgaron este sitio idóneo para llamar a un dios que no era un dios, sino un monstruo.  

 

        En esta obra, por un lado Campbell nos expone su visión política y social contra la intransigencia y el atraso, a través de todo ese combate contra el atraso preexistente en Moonwell, más todo el ambiente de fanatismo e incluso de histeria religiosa que se forma con la llegada de Mann y sus discípulos. Mann es un manipulador y un fanático despiadado, con unos aires de grandeza y una megalomanía de categoría clínica, de una intolerancia verdaderamente peligrosa. Un sujeto agitador cuyos discursos y campañas pueden provocar víctimas mortales y hacer caer en el mismo fanatismo a jóvenes impresionables. Un adoctrinador. El autor también avisa contra el peligro que suponen este tipo de personas, que en EE.UU son bastante comunes.

 

Te explicaré donde radica la aberración de esa misericordia vuestra: en que sofoca los sentimientos que habríais de tener para ser honestos con vosotros mismos.

 

        Por otro lado tenemos la novela de terror: es una novela donde podemos observar muchísimo sobretodo de Arthur Machen. El ambiente campestre y aislado, toda esa mitología celta, etc. es absolutamente Machen. En este sentido y en otros (una divinidad antigua, un paraje aislado) guarda unos cuantos parecidos con El sol de medianoche del mismo autor. Al igual que este libro, también tiene una inspiración lovecraftiana, la criatura de la cueva es muy horror cósmico, muy Lovecraft. Podía ser un Primordial tranquilamente. Por otro lado es una novela que guarda una fuerte similitud con It de Stephen King, y no descarto que hubiera una fuerte retroalimentación entre los dos autores o que un libro inspirará al otro, porque ambas novelas son de 1986. Las criaturas de ambos libros son muy similares, e incluso se las combate de métodos parecidos. Aunque he de decir que me gustó mucho más It, y eso que no soy incondicional de King, al revés, hay muchas obras suyas que no me han dicho nada, pero esa me flipó.



Portada de una edición anglosajona de The Hungry Moon / Luna sangrienta.


        Como la mayoría de libros de Campbell, es muy bueno y además muy puro. Podía haber hecho una historia más comercial, pero él tiene su forma de escribir particular y la mantiene, muy ambiental y metafórica. Pero también, como la mayoría de sus obras, a veces es compleja de entender, las metáforas son tan rebuscadas que te cuesta entender que trata de transmitir el autor, y tienes que leer varias veces los mismos párrafos. A ratos es hasta pesada.

 

Lo que hay en la cueva es más viejo que el mismísimo Satán, eso te lo garantizo. Es lo que espantaba a los cavernícolas en la antigüedad, y lo que si Mann lo resucita, nos transformara a nosotros de nuevo en seres de las cavernas, nos tendrá justo como él quiere.  

 

        Por otro lado, algunos de los personajes sobran un poco, el matrimonio de viejecitos y el de los libreros no llegan a hacer nada en realidad, no van a ningún lado realmente.

        Pero en general es una buena novela que merece la pena leer, un terror distinto, más agobiante. Y es que es increíble como Campbell logra transmitir esas sensaciones de agobio creciente, conforme avanza la novela y la liberación del ser del foso se avecina. Es muy notable como Campbell aporta diferentes matices al agobio, como logra metértelo en el cuerpo, y como focaliza la mayoría de esos agobios y esas sensaciones sobre la misma Luna. La Luna vertebra toda la obra, su presencia es contante, siempre acechando desde arriba, y al mismo tiempo desde abajo, desde el foso. No es la que más me ha gustado de Campbell, mi favorita suya ahora mismo es Imágenes malditas y después El sol de medianoche, pero es muy chula. Es una novela oscura, densa e inquietante, entretenida, donde te sientes parte de la trama, notas como la oscuridad te rodea a ti, como la Luna que tienes encima en las noches que estás leyendo este libro es a ti a quien observa. Muy muy chunga.



        Finalmente, he de añadir que la traducción, Luna sangrienta, es algo deficiente, teniendo en cuenta que el titulo original es The Hungry Moon, o sea, “Luna hambrienta” o “La Luna hambrienta”, que tiene mucho más sentido en el contexto de la obra. Pero bueno, no es la peor traducción de un título que he visto. El libro está actualmente descatalogado en España, pero no es difícil conseguirlo en la venta de segunda mano (todocoleccion, iberlibro, wallapop, los de siempre), hay un par o tres ediciones circulando. La portada es un poco cutre, una luna ahí colgando con un rayajo de sangre metido con el Paint, pero bueno xD. Son ediciones viejas de libros baratos, hay que contextualizar.

 

La cueva no era un recinto sagrado, ni tampoco estaba muerta.

 



lunes, 6 de junio de 2022

LOS LIBROS DE TERRAMAR - URSULA K. LE GUIN

      



1. Un mago de Terramar (1968).
2. Las tumbas de Atuan (1971). 
3. La costa mas lejana (1972).
4. Tehanu (1990).
5. Cuentos de Terramar (2001).
6. En el otro viento (2001). 

        Una de las sagas más aclamadas, conocidas y al mismo tiempo reflexionadas de la historia de la fantasía, podríamos llamarla la reversión de El Señor de los Anillos, es Los libros de Terramar, escrito por Ursula K. Le Guin. Una importante escritora de ciencia ficción y fantasía, así como pensadora y yo la llamaría filosofa feminista. Una verdadera titánide al nivel de otros grandes como Terry Pratchett. En muchísimos aspectos, en lo que a fantasía y narrativa se refiere, caminamos por los senderos que ella trazó.

        La saga se ubica en la tierra mítica de Terramar (en inglés, “Earthsea”), un territorio tipo archipiélago, formado por un grupo de islas reunidas alrededor de la isla más grande: Havnor (de tamaño similar a Gran Bretaña), donde está también la más grande de las ciudades, del mismo nombre. Existen muchas más islas alrededor, cada vez más alejadas, hasta alcanzar unos territorios llamados Confines, uno por punto cardinal: Confín Septentrional, Confín de Levante, Confín Austral y Confín de Poniente. Estos territorios lejanos funcionan un poco a su bola, sus costumbres son algo distintas, etc. La mayor parte de los habitantes de estos territorios son de raza oscura, en unos territorios son más morenos, y en otros de tez más clara, pero siempre de tono marrón. Finalmente, existen unas islas totalmente alejadas del archipiélago, llamadas las Tierras de Kargard, con costumbres y sistemas absolutamente distintos (un poco tipo vikingos), habitadas por personas piel blanca, pálida.



Mapa de Terramar.

        Terramar está habitada por unas sociedades (una por isla) en general bastante interrelacionadas entre ellas (menos los kargos que van por libre), alfabetizadas (conocen la escritura y no es raro saber leer y escribir, aunque tampoco común en las zonas más rurales) y no industriales. Hay una cultura monetaria muy básica. En general están aún anclados en una temprana Edad del Hierro, y en muchos lugares donde el hierro es escaso, es normal que utilicen el bronce. Con esta mayoría de población negra, y esta cultura del hierro temprana, Le Guin trataba de criticar la suposición general de que las obras de fantasía debían tener una mayoría de población blanca, y ubicarse en una Edad Media.

        Terramar en el pasado tuvo una monarquía bastante ideal (menos los kargos, por libre) con sede en Havnor, que nacía de una larga línea de reyes conectados a una saga mítica y de leyenda, y de ahí hasta la creación (una creación que al igual que en El Señor de los Anillos comenzó con una canción, con Segoy como el Creador). Fue truncada cuando el rey Maharion y el mago legendario a su servicio Erreth-Akbé murieron, y el Anillo de Erreth-Akbé, donde estaba grabada la Runa de la Paz, se partió. Una mitad cayó en la terrible oscuridad sin nombre de las profundidades de las Tumbas de Atuan, la otra mitad se perdió.


Heredará mi trono quien haya cruzado la tierra oscura con vida y regrese a las lejanas costas del día.


        Nadie fue capaz de gobernar Terramar desde entonces, y se inició una sangrienta y anárquica etapa de luchas de poder entre diferentes príncipes, reyezuelos y señores, que terminó cuando desde Roke, la Isla de los Sabios, el centro de la magia y de su enseñanza, los magos tomaron el control del archipiélago. El Archimago de Roke asumió el papel de la regencia, ejerciendo como árbitro y máxima autoridad entre los distintos poderes políticos de Terramar, hasta que alguien logrará ser nuevamente digno del trono de Havnor (lo que no ocurrirá seguramente hasta que el Anillo sea unido de nuevo, y devuelto a Havnor). Y desde entonces han pasado cientos de años, los Archimagos se suceden y ningún rey ha sido declarado.



Havnor. O así la imagino, mas o menos.

        En cuanto a los kargos, viven en una suerte de imperio fanático, oscurantista y aislacionista (no se relacionan con ningún otro territorio, más que para intentar saquearlo). La magia está prohibida, perseguida y condenada con la muerte. Todo el imperio está gobernado por un Rey Dios a quien se le rinde adoración incondicional. Por debajo del rey, están los sacerdotes, es un imperio sacerdotal.

        Existen una última facción: los dragones. Los dragones son unos seres inteligentes y poderosos, grandes como montañas, viven cientos o hasta miles de años, sus escamas son duras como el acero, y además hablan la Lengua Antigua, la lengua de la magia, la Lengua de la Creación, con naturalidad. Su magia es muy poderosa. Es la lengua con la que Segoy creo el mundo, y ellos la utilizan como nosotros nuestro lenguaje mundano. Generalmente no se inmiscuyen con los humanos, viven a su bola, en un extremo, e incluso a veces mantienen relaciones amistosas, pero a veces también atacan islas.




El dragón Yevaud.

        La magia de estos libros no funciona por estrictas reglas como la de Harry Potter, son poderes que nosotros apenas alcanzamos a entender. Invocaciones, transformaciones, etc. A través de la Lengua Antigua se puede alterar la forma de las cosas, doblegar la realidad, pero debe hacerse con sabiduría, o puede alterarse el equilibrio (esta es una constante en estos libros, el tema del equilibrio y de la sabiduría a la hora de usar la magia). Con el nombre de la roca, puedes controlar la roca, pero tienes que conocer el nombre de esa roca en concreto, e implica algo más de memoria. De esta manera, puedes incluso conocer el nombre de seres vivos (personas, incluso dragones) y doblegarlas a tu voluntad. Pero para ello se debe usar tu nombre verdadero, no el que se usa para dirigirte a ti coloquialmente, y ese nombre solo es conocido por aquellos a quienes más confíes.

        Me molesto en explicar todo esto porque la autora en un principio no pretendía más que sacar el primer libro, una novela y ya, pero más adelante fue ampliando ese mundo, y añadiendo facciones, historias, leyendas, etc. Y el mundo se hizo más complejo. Así que al empezar con el uno, a veces cuesta entender que está pasando, en algo que luego se ampliará. Toda esta información no se da de forma cohesionada, si no que Le Guin te suelta píldoras en distintos momentos y tu tienes que unirlas, y a veces es difícil acordarte de la capsula de información que en la escala cronológica se sitúa antes que la que acabas de leer. Te puedes liar. 

        En este contexto comienza el primero de los libros: Un mago de Terramar, que se sacó en 1968 (¡54 años ya!). Nuestro protagonista es Gavilán, un joven aprendiz de mago de la montañosa, rural y agreste isla de Gont. Gavilán (cuyo nombre verdadero es Ged) es un joven bueno y amable, pero consumido por sus deseos de ambición, poder, conocimiento,… Sus deseos son altruistas, pero quiere aprender mucho y muy rápido, es poco paciente. Su maestro de Gont, el poderoso mago Ogion, le envía a la isla de Roke, donde aprenderá bajo la enseñanza de los maestros. Este joven, destinado a convertirse en un mago formidable, despierta a causa de su orgullo y su impaciencia un mal terrible, un espíritu de la oscuridad y reflejo de su soberbia, y que si toma control de su cuerpo, extenderá un mal sin igual por todo el mundo.


Cambié toda la luz del sol, y las ciudades y las tierras lejanas por un puñado de poder, por una sombra, por la oscuridad. 


-No sé qué era esa cosa que se lanzó sobre mí.

-Tampoco yo lo sé. No tiene nombre.


        Este primer libro es la gesta de un joven mago tratando de reparar el mal que desató por el mundo, y aprendiendo sobre los peligros del orgullo. La primera de las aventuras de este gran mago, y aquella en la que no solo ganó un poder temible, sino también en la que aprendió el don de la sabiduría y la humildad.  


Ged, su amigo Algarrobo, y la sombra que ha invocado tras él. Deberían ser algo mas morenos para mi gusto, pero bueno.


        En Las Tumbas de Atuan (para mí el mejor de la saga de lejos), publicado en 1971, Le Guin da un giro de 180º, y nos encontramos en las tierras kargas, en las oscuras, prohibidas y sagradas Tumbas de Atuan. Desde este lugar, en un recinto tipo monasterio prohibido, una facción de sacerdotisas (auxiliadas por un grupo de eunucos, por lo demás está vedado a los hombres) rinde el más sacro de los cultos a las divinidades kargas: el Rey Dios y los Dioses Gemelos. Al frente, cada uno tiene su Suma Sacerdotisa y su templo. Pero existe un tercer culto, uno más oscuro y antiguo, y en parte incluso más sagrado por el temor que suscita: el culto a los Sin Nombre, los Poderes Antiguos que rigen los sectores más profundos de la magia. Este culto tiene su propio templo, pero solo una sacerdotisa, que al mismo tiempo es la más sagrada y poderosa del monasterio: Arha, la Devorada. Arha es una mujer elegida entre las niñas de Atuan, nacida exactamente en el mismo día y hora que murió la anterior, y se supone que es la misma persona reencarnada. Un ser que se supone que se rencarna infinitamente para rendir culto y al mismo tiempo ser la voz en la tierra de los Sin Nombre.


-Tu eres la dueña de todo eso, del silencio y la oscuridad.

-Todo cuanto yo conozco es la oscuridad, la noche subterránea. 


No tienen nada que dar. No tienen el poder de hacer cosas. Solo tienen poder para oscurecer y destruir.


        Las Tumbas de Atuan es el recinto más sagrado de todas las tierras kargas, e incluso el Rey Dios tiene que rendir cierto respeto y obediencia hacia este lugar (aunque como tiene su propia Suma Sacerdotisa allí, también ejerce cierto poder), pues en este imperio religioso, las tumbas son el centro de todos los cultos. Y la Devorada es la persona ante incluso el Rey Dios debe doblegarse, pues ni siquiera él se atreve a oponerse a los Sin Nombre. Aunque como vive confinada en las tumbas, tampoco es que participe activamente en la política karga, el Rey Dios se limita a mandarle sacrificios de vez en cuando y mantener la política alejada de ese lugar maldito.

  

Templo de las Tumbas de Atuan.

        Nuestra protagonista es Tenar, la nueva Arha, quien ha sido criada desde niña para ser otra persona y al mismo tiempo todas las que le precedieron, anulada como persona única, su niñez, arrebatada en sacrificio a un rito olvidado. Ha sido “devorada”, y la nueva Arha aprende a esgrimir el poder del que es depositaria, y ejercer sus terribles responsabilidades y malévolos ritos a sus oscuros amos. Pese a ello, Tenar, en parte gracias a la ayuda de un eunuco, nunca llega a olvidar del todo su verdadero nombre ni quién es. Esto cambiará para siempre cuando recibe la visita de un joven mago del archipiélago que se encuentra en una misión legendaria.

        Es un libro muy interesante que habla sobre el poder ejercido por las mujeres, el poder religioso que reside en ellas. La magia no esta prohibida en el archipiélago, pero solo los hombres la ejercen alcanzando posiciones de alto poder (se reservan los puestos de magos, las mujeres solo pueden ser brujas de pueblo), pero sin embargo en Kargard las mujeres son las máximas depositarias de su contraparte: la religión. En Kargard hay sacerdotes, pero la máxima sacralidad es la de las sacerdotisas de las tumbas. Aun así, viven relegadas, ya que pese a esto, se las mantiene aisladas en las Tumbas, e intervienen poco en política. Y la figura de máximo poder, Arha, es la más anulada, tanto que se llama la Devorada. Le Guin abre aquí un interesante melón sobre el debate de los géneros, y las posiciones de poder ocupadas por las mujeres. Una sociedad matriarcal, pero donde lo matriarcal ha sido anulado en un exilio por un culto sacerdotal masculino, androcéntrico y machista. Además, también habla sobre la violencia psicológica (la Devorada) y sobre la violencia ejercida de mujer a mujer: a fin de cuentas el culto es controlado y sostenido por mujeres, las propias sacerdotisas, allí en las Tumbas. Ellas son quienes anulan a Tenar-Arha.


Te educaron para ser esclava, pero has roto tus ataduras.


        El tercer libro es La costa más lejana (1972), donde Terramar es sacudida por una extraña maldición: la magia está perdiendo poder, las canciones se olvidan, las tierras mueren, y las personas, animales y hasta dragones enferman y se vuelven locos. El origen del mal parece estar en un mago oscuro que en alguna parte del mundo ha liberado esa enfermedad. Alguien intenta destruir el equilibrio. Un ya maduro y poderoso Ged decide salir al mar en su pequeña barca, la Miralejos, en busca del mago oscuro, para frenar toda esa locura antes de que consuma todas las islas. Y lo hará con la única compañía de un joven príncipe del territorio de Enlad. Probablemente el libro más aventurero de la saga.


Negar el pasado es negar el futuro. El hombre no construye su destino: lo acepta o lo niega.


        Con la cuarta parte, la autora vuelve a cambiarnos la vista del todo: Tehanu (1990). Con un Ged gravemente debilitado tras su anterior batalla y retirado en su Gont natal, tenemos de nuevo de protagonista a Tenar. Esta vez una Tenar que viven en Gont, mayor, madura, que ha aprendido de la vida y se ha vuelto sabia, ha elegido exactamente el tipo de mujer que quiere ser, y lo ha hecho conociendo sus opciones y valorándolas, lo cual ya es un poder en sí mismo. Tenar es una mujer respetada en las islas y conocida, que podría ocupar una posición, pero ella ha elegido vivir libre y cómoda en Gont, a su aire. Prácticamente sin ser nadie. Pero sí que es alguien. Es Tenar, y ella lo sabe (y algunas pocas personas más), y le basta. Tenar adopta a una niña pequeña criada por su familia en el maltrato y el abuso, cuya mitad del rostro fue quemado en una hoguera dejándola tuerta. Tenar la cría como si fuera su hija, le llama Therru, la ama, comprende sus traumas y le da un hogar y una educación, ayudada por algunas otras  mujeres como la vieja pero extrañamente sabia (a su manera) bruja Musgo.


Therru.

        De nuevo tenemos un libro que nos habla sobre lo que significa ser mujer, tanto en nuestra sociedad (hay interesantes metáforas) como en el mundo de la fantasía. Para ello se vale de distintos ejemplos de mujeres: Tenar una mujer libre de un poder propio, de los nuevos tiempos, la extraña victima Therru, Musgo: una mujer que ejerce poder, aunque este poder este controlado realmente por los hombres (la magia). Musgo es muy interesante, es una mujer conocedora de su propio poder pero que no puede evitar pertenecer a una época pasada, ser de los viejos tiempos, y eso hace que tenga algunos pensamientos del pasado, incluso machistas. Pero es sabia. Tenar también es increíble, en el pasado fue la mujer mas sagrada y temida de Kargard, ostentaba un poder místico, secreto, terrible, oscuro; ahora ella misma ha elegido renunciar a la alta sociedad, a la magia, a cualquier cosa que pudiera exigir, para poseer el poder de ser libre, y no le constriñe el hecho de ser no poseer el poder de comandar tropas o pueblos, o no poder alterar el clima con magia. Y es que de eso habla este libro, de los espacios de poder de las mujeres. Un libro con apenas acción, todo reflexiones, conversaciones, escenas de cosecha o caminata, dudas, etc.

        El quinto libro es una recopilación de cuentos, que se recopilaron en este volumen: Cuentos de Terramar (2001). El primero de los cuentos, El Descubridor (2001) nos cuenta los primeros tiempos de la Escuela de Roke, la historia de algunos de los protagonistas de su nacimiento. Rosaoscura y Diamante (1999) es una historia de amor y magia ocurrida en cualquier momento de Terramar. Los huesos de la Tierra (2001) es la epopeya acerca de cómo Ogion (maestro de Ged) ganó su fama, y sobre la importancia de un buen maestro. En el Gran Pantano (2001) es un cuento sobre la importancia de usar bien el poder, ocurrida entre el segundo y tercer libro. Y finalmente Dragonvolador (1998) ocurre después de Tehanu y nos habla de una joven chica que encierra un gran poder en su interior. Este último cuento une con la última novela.

        Finalmente, la novela final: En el otro viento (2001). Las consecuencias de las novelas pasadas se están precipitando hacia un final catastrófico. Y el peor de los destinos se avecina: en la Tierra Seca (el lugar al que van a parar los muertos del archipiélago, un lugar árido, cruel y triste donde las personas vagan sin ilusión alegría ni esperanza eternamente) los muertos están tratando de atravesar el muro que separa la vida de la muerte. El desequilibrio está a punto de desbordar el mundo, y los protagonistas aun no conocen la clave para reequilibrarlo.



La Tierra Seca.


        Son unos libros que desbordan filosofía, lirica, poesía. Eso sí, no hay acción prácticamente. No hay batallas de magos o contra criaturas del averno, sino una magia lirica que transmite mucho acerca del mundo y de la sociedad. Le Guin pretendía que la fantasía no tenía porque ser batallas, magia de batalla y ejércitos. Ese no era el mundo de fantasía que ella quería transmitir. Y eso que era profunda admiradora de Tolkien, pero de alguna manera revirtió el libro. En esta saga todo sucede alcanzando pactos, con la magia, entre facción humanas, con dragones. Se llegan a acuerdos, se reinstauran equilibrios. No se mata para alcanzar soluciones de trama, no alcanzan respuestas simples. Quien esperé una fantasía de guerras, de acción, o de grimdark, desde luego esta no es su marca de vodka.

        Lo mismo para los personajes: todo son aprendizajes hacia una evolución trascendental, personajes muy reflexivos. No hay un regodeo en la tortura y la maldad, el monstruo necesario, etc. como mi amado Glokta de La Primera Ley. Son libros que hay que leer en su contexto.


Un sabio no pregunta, y un necio pregunta en vano. 


        Ursula K. Le Guin reflexiona muchísimo sobre las mujeres y sobre cómo ha evolucionado su visión, en el mundo, en la literatura, y en la literatura concretamente de fantasía, y sobre sus espacios de poder. Sobre las diferencias de género. Pero también sobre la muerte, la religión, el celibato como mecanismo de poder, sobre conceptos asociados comúnmente a la fantasía, etc. Como todos los libros de Le Guin, son un grito de su autora a la sociedad, una llamada sobre conceptos que ella creía importantes. A veces es posible que no estemos de acuerdo con alguno, y es que estos libros tardaron varias décadas en escribirse, y como la propia autora menciona en algunos apéndices, ella misma evolucionó. Y se sigue evolucionando. Es posible que haya cosas que estén ya algo desfasadas, y se hayan superado, pero han sido unos libros importantes para reconceptualizar el género (entre otras cosas) en nuestros reinos de fantasía, ella marcó una dirección que nosotros hemos seguido.

        En este aspecto concreto, el tema del genero y las mujeres, y su situación, Le Guin fue revolucionaria a unos niveles que requeriría una tesis doctoral analizar. Ella no se limitó a posicionar mujeres magas para reflejar que las mujeres pueden alcanzar el mismo espacio y nivel que los hombres, no. Ella planteó una sociedad machista a largo plazo, cristalizada. Las mujeres pueden acceder a la magia, pero su poder es despreciado como menor, y al mismo tiempo temido. Al haber sido marginadas de la enseñanza reglada y de la Escuela de Roke, las mujeres han aprendido a su manera, a través de tradiciones que se pasan de maestra a discípula y mas ligadas a las Antiguas Potestades (los poderes primordiales originales, la tierra, la naturaleza, las esencias de todo), lo que podemos relacionar a la brujería tradicional de nuestro mundo, un culto ctónico. Y la Escuela de Roke, la magia de los hombres, que ha intentado controlarlo todo (muy de hombres), teme aquello que no puede controlar: las Antiguas Potestades, el poder primordial. Y por ello, también teme la magia femenina y a las mujeres, a las brujas. Los hombres fortificaron su centro de poder, Roke, cerrándolo a las mujeres, y lo sellaron de forma tan profunda, que ser célibe se convirtió en requisito indispensable para ser mago: ningún hombre de poder podía ser contaminado con el sexo por una mujer. Podemos observar esto en nuestra religión: las monjas nunca pueden pasar de madres superioras, los hombres tienen muchísimo mas rangos que alcanzar, hasta el papado, y por supuesto, se debe mantener el celibato.

        Estos hombres magos no son crueles tiranos que tratan de someter a la mujer. En general son buenas personas, tratan de ayudar, se preocupan por los demás. Pero están atrapados en la tradición, una tradición y unas reglas que relega a la mujer. Y las mujeres también están atrapadas por esa tradición, incluso las brujas, ellas mismas no se ven capaces de alcanzar la magia de Roke, eso pertenece a los hombres. Incluso Tenar, que pertenece a la nueva era (creo que Le Guin se identificaba mucho con ella), aun se sabe constreñida, aunque lucha por su libertad con toda su fuerza. Estos libros no significan una revolución que termina con un cambio de todos los niveles, no se derriba la estructura. Significa trazar un camino. Seguir ese camino requiere muchos años, décadas como poco, y es una historia que la autora dejó a nuestra imaginación. Pero todo debe tener un principio. Es una historia de décadas de duración sobre como Terramar empezó (solo empezó) a abandonar un periodo petrificado y rígido. Creo que el único autor que ha llegado, en novelas, ha ser tan preciso con este tema, fue Terry Pratchett, aunque utilizará un mecanismo mucho mas humorístico y ademas sus libros son posteriores (de hecho, es posible que se inspirará en parte). 


¡Una maga! ¡Quizás eso lo cambiaria todo, cambiaría todas las reglas!  


        Ursula K. Le Guin es una escritora (ciencia ficción y fantasía sobretodo), poetisa, pensadora, y filosofa (para mí) nacida en 1929, muy influida por las escuelas de la antropología cultural, el taoísmo y el feminismo. Sus obras, especialmente las del universo de Terramar y el universo Hainish (La mano izquierda de la oscuridad), y ella misma, han tenido una influencia espectacular en el mundillo: alcanzando a autores como Neil Gaiman. Comenzó a alcanzar reconocimiento principalmente en 1968 con Un mago de Terramar, y ya no paró de recibir nominaciones y premios. Murió en su casa de Portland, en 2018, a los 88 años, posiblemente de un infarto.

        Entre las obras más famosas que inspiró que podemos detectar están Eragon (la cuatrilogía de El Legado) de Christopher Paolini y Crónicas del Asesino de Reyes de Patrick Rothfuss (El Nombre del Viento). En ambos podemos ver la influencia del concepto de la nominación de utilizar el poder de decir el nombre verdadero de algo para someterlo. El personaje de Kvothe es como Ged: de joven es llevado por su soberbia, más mayor descubre lo vano que es eso. El videojuego de Skyrim también tiene muchísima influencia de estos libros.

        Desde luego son libros para leer tranquilamente, reflexionando, pensando, etc. Yo he tardado un año y poco en leerlos todos, con la calma. He de admitir que a veces se te hace pesado, tanta reflexión, pero es lo que ella pretendía, y me han encantado. He pensado mucho.


-¡Pero si aún no he aprendido nada!

-Porque no has descubierto lo que estoy enseñándote.


        Hay muchas ediciones para leerlos, pero yo recomiendo la última edición sacada por Minotauro: Los libros de Terramar. Edición completa e ilustrada (ilustraciones de Charles Vess). Se puede comprar en cualquier libreria, en Amazon, o directamente en la web de Minotauro en este enlace. Esta edición nos trae TODA la obra de Terramar. Completa, casi 1.300 paginas de tamaño grande y letra relativamente pequeña, pesa como un muerto. Es cara, unos 50€, pero es una verdadera pasada, es una gozada leer libros así. Aparte de todo lo antes mencionado, incluye algunos cuentos cortos que no suelen venir en las recopilaciones, como La regla de los nombres (1964) o La palabra de la desvinculación (1964), así como el apéndice sobre la historia y cultura de Terramar: Una descripción de Terramar. Trae también el mapa de Terramar de la autora, además de los mapas de las Tumbas de Atuan. Muchos apéndices reflexivos de Le Guin acerca de los distintos libros, y su reflexión final sobre su obra Terramar revisada (1993). Además de un montón de ilustraciones chulísimas, muchas de ellas en color. Estas ilustraciones, obra de Charles Vess, son las únicas que para Le Guin reflejaban verdaderamente la esencia de su obra (incluyendo la raza oscura de sus protagonistas). 



Portada de la edición completa de Minotauro de Los libros de Terramar.













Algunos ejemplos de las ilustraciones, el mapa, la portada, etc..

        En cuanto a adaptaciones, en 2004 SciFi Channel sacó una adaptación libre de Un mago de Terramar y Las Tumbas de Atuan, que se tituló La leyenda de Terramar. Se sacó en modo miniserie de dos capítulos, unas 3 horas de duración entre las tres. Es un puto desastre, y mira que tenían horas de metraje para ser decentes. Pero basura a saco. Unos efectos especiales y ambientación cutres de cojones, y se pasa la obra original por el forro. La ambientan en la Edad Media, todos los personajes (menos Ogion) son blancos, es una sociedad feudal al uso, y la convierten en una historieta de magia medieval normativa, simple, y nada destacable (excepto por lo cutre). La historia tiene que ver entre 0 y nada. Evidentemente Le Guin la criticó y no la aprobó, y eso que en general se calló. En 2006, Studio Ghibli sacó una adaptación de animación (anime), llamada Cuentos de Terramar. Pese al nombre, no se basa en ninguno de los cuentos, si no que adapta principalmente En la costa más lejana y un poco de Tehanu. Pese a que supone una mejor, y hay cosas estéticamente bonitas, sigue pasando la mayor parte de la obra por el arco del triunfo, nerfea y reduce hasta el absurdo las cicatrices de Therru y Ged, vuelve a poner a todos los personajes como blancos, retira el acento acuático y sobre el mar de la saga, etc. Se puede ver, pero como adaptación sigue siendo basura. Como admiradora de las obras de Hayao Miyazaki (Studio Ghibli), Le Guin se sintió profundamente decepcionada con esta película. No la dirigió Hayao, sino Goro Miyazaki, su hijo, y el propio Hayao consideraba que Goro no estaba listo para dirigir una película (e intentó que la productora no le pusiera al mando), y criticó el trabajo de su hijo, aunque lo aceptó.  

        Le Guin siempre lamentó que los directores y equipos creativos de sus adaptaciones, los ilustradores que se encargaron de las portadas de sus obras o de imágenes de propaganda, etc. en general omitieran que sus personajes eran negros. Siempre los retrataban como blancos. Las propias directrices de las editoriales decían que la sociedad no estaba preparada para aceptar una sociedad fantástica no medieval y negra, y por eso la "blanqueaban". Puro interés económico, otra de las cosas que Le Guin despreciaba. En general, muchos lectores omitían que Ged era negro, y lo imaginaban blanco y fuera. 



La leyenda de Terramar (2004).


Cuentos de Terramar (2006).

        En general es una saga muy recomendable de leer si buscas un estilo más reflexivo, diferente, que se aleje totalmente del mundo de la violencia, la espada, la ambición y el poder. Y a mi me encantan esas tramas, pero Le Guin se dio cuenta que existían otras historias aparte de estas, y también merecían ser contadas. Ha tenido una influencia enorme en la fantasía, su concepción de las figuras femeninas en la estructura narrativa creo que ha sido crucial para evolucionar en este aspecto dentro de la literatura. Sus historias están llenas de poesia, magia, lirismo, filosofía, transcendentalidad... Si vuelves a leerlos, descubres nuevos significados ocultos tras las palabras, nuevas sabidurías. 




miércoles, 1 de junio de 2022

EL OJO DEL MUNDO - ROBERT JORDAN

 


        El Ojo del Mundo es el primero de los tomos que componen la gigantesca y megalítica saga de La Rueda del Tiempo, escrita por Robert Jordan. Esta saga comenzó a escribirse en 1984, y el primer libro se publicó por primera vez en 1990, y costó un total de 29 años (contando desde 1984) terminar con toda la colección (se finalizó en 2013). Se compone de 13 libros, más una precuela (la mayoría de más de 700 páginas, muchos de más 1.000), lo que hacen de leerla un trabajo de larguísima duración. En España fueron publicados por diversas editoriales (Timun Mas, Atalaya, Planeta DeAgostini) en una serie de ediciones bastantes complicadas de seguir, ya que dividían los libros en varios tomos menores, cambiaban títulos,…. Un cristo de narices, y un coñazo como coleccionista. Recientemente Minotauro reinició desde 0 su publicación, sacando una colección completa y ordenada que es una gozada (que es como estoy leyéndola yo), y que presentaré más adelante.

        Robert Jordan (1948-2007) era un autor estadounidense de fantasía, western, etc., pese a ser diplomado en Física en una Universidad de Carolina del Sur. Participó en la Guerra de Vietnam, donde recibió varias medallas. Era un cristiano episcopal bastante conservador y firme en sus creencias (algo que como veremos puede observarse en su obra). Murió en 2007 a causa de una amiloidosis cardiaca que se le diagnosticó un año antes, con 58 años, y dejó La Rueda del Tiempo inacabada. Su obra fue terminada por Brandon Sanderson (autor de Nacidos de la bruma, El Archivo de las Tormentas y Elantris, entre otras), con tres libros que cerraron la saga (según se dice de forma más que notable, algo que me creo atendiendo a la calidad a las que nos tiene acostumbrados el colega Sanderson).

        La novela nos ubica en un mundo de fantasía al uso, de un estilo medieval. La Rueda del Tiempo hace referencia a uno de los conceptos primordiales de este mundo, según el cual el Tiempo es una rueda dividida en siete radios, cada uno de los cuales constituye una Era. Con el girar de la Rueda las Eras viene y van, dejando recuerdos que se tornan en leyendas y luego en mitos (“la historia se tornó en leyenda, la leyenda, en mito”, ¿os suena?, es de El Señor de los Anillos), para al final caer en el olvido cuando la Rueda da la vuelta. En este girar, los acontecimientos se repiten en parte (mito del eterno retorno), pero con diferencias.



La Rueda del Tiempo, que mueve las Eras, y la Gran Serpiente que simboliza el infinito, los dos grandes símbolos primordiales de la saga.

        En este mundo de fantasía existe una fuerza mágica de poder ilimitado, llamado el Poder Único, que nace de la Fuente Verdadera, la fuerza vital del Universo que hace girar la Rueda del Tiempo, y que se divide en la mitad masculina (Saidin) y la mitad femenina (Saidar). Aquellos capaces de encauzar y controlar este Poder Único, un don con el que se nace o no, son los llamados Aes Sedai (los magos de la saga, vamos), la orden de hombres y mujeres que desde tiempo inmemorial han regido el destino de la humanidad. Frente a estos poderes “benignos” (ya veremos que la distinción ente malo y bueno no es tan firme, existe mucha dualidad moral), está el Oscuro o Shai’tan, el origen de todo el mal, la antítesis absoluta del Creador. En el momento de la Creación, el Oscuro fue encarcelado por el Creador en las profundidades subterráneas de Shayol Ghul, una prisión fortaleza en los confines del continente y casi del mundo.

        En el pasado, miles de años antes, los y las Aes Sedai construyeron una paz dorada con su poder, de la que apenas se conservan vagos recuerdos y algunos monumentos y restos. Durante la Era de las Leyendas, unos 3.000 años o más antes del tiempo principal de la novela, el Oscuro comenzó a aumentar su influencia, y nació Lews Therin Telamón, un encauzador y Aes Sedai tan poderoso que más adelante sería conocido como el Dragón. Junto a su grupo de leales, los Cien Compañeros, cien encauzadores sumamente poderosos, dirigió los ejercitos de la Luz y el bien en la Guerra de la Sombra, para mantener prisionero al Oscuro y a sus criaturas malignas. Pero el poder benigno comenzó a desestabilizarse, envidiosos del poder y la gloria del Dragón, algunos de sus generales comenzaron a traicionarle, y se pasaron a las filas del enemigo, naciendo así los Renegados, los trece sirvientes más leales y poderosos del Oscuro. En una batalla final en la misma Shayol Ghul, Lews Therin y sus Compañeros reforzaron los sellos que mantenían prisionero al Oscuro y arrojaron a los Renegados con él, y fueron confinados en la misma prisión que su señor.



Shayol Ghul.

        Pero en una trampa final, el Oscuro aprovecho ese contacto en esa batalla para contaminar el Saidin, la mitad del Poder Único esgrimida por los hombres, y les volvió locos a todos. El Dragón y sus Cien Compañeros, así como el resto de los hombres portadores del Poder, enajenados, destruyeron la faz de la tierra, alteraron el curso de los ríos, provocaron maremotos, derribaron ciudades, hicieron nacer volcanes…La propia estructura del continente cambió: el Desmembramiento del Mundo se le llamó. Y fueron consumidos por su propio poder, muriendo. El daño que el propio Lews Therin provocó fue tan inmenso que pasó a ser conocido como el Verdugo de la Humanidad, y el apelativo del Dragón pasó a ser sinónimo del mal encarnado. Según una profecía, algún día el Dragón regresaría, reencarnado, y portaría con él el poder para destruir el mundo (también para salvarlo). 



Lews Therin Telamón cayendo en la locura, durante el Desmembramiento del Mundo.


        La humanidad estuvo al borde de la extinción en este momento, pero sobrevivió, gracias a la guía de las mujeres Aes Sedai: ellas no participaron en la batalla final, temerosas de una trampa, y gracias a ello pudieron proteger a los restos de la humanidad y guiarles. Se construyeron nuevas naciones, nacieron nuevos imperios, y la humanidad continúo su camino dejando atrás la tragedia. Pero a partir de este momento, solo las mujeres pudieron ser depositarias del Poder Único, ya que cualquier hombre que lo tocara sería contaminado por el Oscuro. Incluso existen Aes Sedai dedicadas a cazar a hombres que han tocado el poder y se han vuelto locos. Las mujeres se tornan así en un poder místico, una fuerza terrible y desconocida que gobierna por encima de reyes y reinas, guardianas de la humanidad, y con el acceso vedado a los hombres. Además son protegidas (y no es que necesiten mucha protección, porque sueltan unos hechizos de destrucción importantes) por su propio cuerpo de elite, los Guardianes, unos hombres ligados a ellas por vínculos mágicos, y con capacidades aumentadas, tipo sigilo, destreza, etc. Son la ostia también, muy rollo montaraces.



Reunión de Aes Sedai, en la serie. 

        Cada ciertos cientos de años, un encauzador hombre especialmente poderoso desataba una guerra y se le conocía como el Dragón, siempre creyéndose que era la resurrección del Verdugo de la Humanidad, pero siempre era derrotado y destruido por las Aes Sedai, revelándose como un falso Dragón.

 

Las Aes Sedai no libran guerras, mueven los hilos del mundo desde la Torre Blanca.

 

        Y así llegamos al punto de nuestra historia, 3000 años después del Desmembramiento el Mundo: la guerra contra el Oscuro se ha reavivado, todo indica que las cadenas que lo mantienen atado se están soltando, y su poder crece. La Llaga, las tierras malditas donde ejerce su fuerza y viven sus criaturas, hierven de seres malignos y se están extendiendo, los reinos fronterizos apenas pueden contener ya el empuje de este nuevo ejército. Además, las tensiones políticas por todo el continente, entre distintas facciones y reinos, son la orden del día. El Oscuro ataca cuando la humanidad no presenta un frente unificado, todo el mundo está dividido. Para colmo, en el sur, un nuevo Dragón ha surgido (esperemos que sea falso), y avanza con sus tropas sobre Tar Valon, la capital de las Aes Sedai.

 

El Cegador de la Vista está próximo a aparecer. Diles que permanezcan atentos ante el que despierta con el crepúsculo.

 

Las ataduras son cada vez más frágiles.

 

        Nos ubicamos en la versión perfecta de la Comarca: Dos Ríos, perteneciente al reino de Andor (ojo, un reino gobernado exclusivamente por reinas, el poder real reside en las mujeres). Dos Ríos es una comarca aislada y autosuficiente, nadie pasa por allí menos un par de buhoneros al año, y nadie sale en general. Nuestro principal protagonista, Rand al’Thor, vive feliz como hijo de un granjero corriente, en su granjita a unas pocas horas del pueblito de Campo de Emond (en la comarca hay solo unos pocos pueblos), y no espera mucho más de la vida (es un Eragon en toda regla, como se nota de donde se inspiró Christopher Paolini). Tam al’Thor, su padre, es un señor un poco misterioso pero todo OK. Todo cambia cuando el pueblo recibe la visita de una misteriosa mujer y su guardaespaldas, quienes resultan ser la Aes Sedai Moraine y su Guardián, Lan. Están buscando algo.

 

Todo de cuanto dispongo es de una espada y una guerra que no podre vencer, pero que no se me será permitido abandonar nunca.

 

        Ese mismo día sucede en toda la zona un ataque de trollocs, unas bestias medio animales medio hombres, bastante estúpidas (tipo orcos) pero que sirven incondicionalmente al Oscuro. Afortunadamente son derrotados gracias a la intervención de Moraine y Lan, pero saben que si siguen enviando hordas cada vez mayores, ellos solos no podrán defender a los aldeanos. Rand, así como sus amigos Perrin Aybara (un joven aprendiz de herrero de una considerable fuerza) y Matrim Cauthon (un travieso y bromista jovenzuelo que siempre anda haciendo trastadas), descubren que han sido marcados por el Oscuro, son su objetivo por algún motivo, y arrasará todo a su paso por atraparles. La única salida es abandonar el pueblo (para que no lo ataquen) y protegerse en Tar Valon, donde quizá puedan aprender a hacer frente al enemigo. Quizá sean los depositarios de un poder suficiente como para enfrentar al Oscuro. Siniestros poderes buscan algo que ellos portan en su interior. Además, de Lan y Moraine, en su viaje también los acompañan el juglar Thom Merrilin (un hombre misterioso que esconde mucho más de lo que muestra, bastante acostumbrado a los peligros del camino) y Egwene al’Vere (hija del alcalde y amor adolescente de Rand, quien ha sido identificada por Moraine como portadora del Poder Único y ha decidido acompañarla a Tar Valon para convertirse en Aes Sedai).



De arriba abajo: Rand, Mat y Perrin. Su viaje apenas ha comenzado, y aún son poco mas que tres mataos que intentan sobrevivir como buenamente pueden, mientras son el objetivo de poderes que apenas alcanzan a imaginar.



El misterioso juglar Thom Merrilin.



Lady Moraine, una respetada y poderosa Aes Sedai, y su Guardián, Lan, un hombre constantemente perseguido por los fantasmas de su pasado y su herencia. No, no se molan, el corazón de Lan pertenece a otra, pero el Guardian esta ligado a Moraine como su protector y protegido.  


        Mientras son perseguidos por trollocs y criaturas aún más peligrosas, como los Myddraal, unas especies de Nazguls que dirigen a los trollocs y son bastante poderosos y peligrosos, los protas descubren que las Aes Sedai, y Moraine incluida, pueden ser mujeres despiadadas, dispuestas a todo para impedir al Oscuro su objetivo. Y no dudará en sacrificarles si no le queda otra. Pero también es una mujer compasiva, quiere ayudarles de verdad, y salvarles, además confía en que en uno de ellos resida el secreto para ganar la guerra.

 

Parte del mundo se moldeará a ti, si no lo estas configurando ya.

 

        Su camino está lleno de peligros, y es lento, se perderán, tendrán que tomar sendas improbables a destinos fatídicos (la siniestra ciudad maldita de Shadar Logoth), se encontraran personajes increíbles, se perderán y reencontrarán… Y mientras tanto, un poder antiguo está resurgiendo, enemigos que creían vencidos retornan de un destino peor que la muerte.



Los jodidos Myddraal. Que mal rollo dan y como molan.

Las sospechas y el odio habían engendrado algo que se alimentaba en sus cimientos, algo encerrado en el lecho rocoso sobre el que se alzaba la urbe.

 

        ¿Muy Señor de los Anillos no? Incluso tenemos una entidad maligna e informe, indeterminada, del que nace todo el mal y de oscuridad absoluta e inexplicada, es malo porqué es malo, quiere mal, no le busquéis más vueltas. Aquí tenemos el extremismo moral, una posición muy de blanco y negro. Y si nos quedáramos con esto podría ser un poco rollo. Lo guay de Jordan es que nunca esta tan claro quien sirve al Oscuro, o quien esta corrompido, aunque no lo sea por él. Hay muchos hombres y mujeres malvados en esta saga, algunos sirven al Oscuro en secreto, otros se creen verdaderos santos pero vaya panda de cabrones, y hay gente que simplemente es mala, o quiere lucrarse, o tiene sus demonios. Además de mucha gente que se encuentra en la escala de grises. Y eso mola.

        Es una novela introductoria, es la definición perfecta. Son 800 páginas y apenas vemos por donde van a ir los tiros y plantean algunos de los misterios. El secreto tras Rand (el principal, al menos) no sorprende a nadie, es más que evidente. Casi diríamos que la única solución probable. Evidentemente Harry Potter es el elegido, gracias JK. Pero quitando eso, te abre diversos misterios que no tengo claro por donde pueden tirar, varias cosas están envueltas en la leyenda y no tengo dudas de que las iremos viendo resolverse durante el desarrollo de los libros. No todo es predecible. Ni mucho menos.

 

El Entramado está componiendo una trama, pero su forma final todavía no está establecida.

 

        Rand, Mat y Perrin, y en menor medida Egwene y una cuarta protagonista que no inicia el viaje con ellos pero que se reengancha un poquito más adelante (para mi es la más molona de todos), al principio son bastante paletos y no se enteran de la misa a la media, te das un poco de cabezazos. La quinta prota menos, ella empieza siendo más hábil desde el principio. Pero rápidamente irán ganando en capacidades, destrezas, y mentalidad, mientras asumen en qué clase de aventura se han embarcado, y el tipo de sacrificios que se verán obligados a realizar. Para el final de la novela los lectores/as ya podemos predecir por donde va a tirar cada uno, y cuál va a ser su modelo de personaje. Muy vagamente todo, pero una idea.

        El entramado de facciones que se plantea en el libro, y el nudo de relaciones políticas entre ellos es muy interesante. En el fondo el Oscuro y su guerra son poco más que un mecanismo conductual para dirigir el libro, pero lo que hay detrás…es chulo. Por ejemplo, por contraposición a las Aes Sedai, existe una orden llamada los Hijos de la Luz, un ejército (enorme) de caballeros monjes guerreros, todos de blanco rollo templarios cruzados, muy celosos de la fe y unos auténticos fanáticos, que ven en las Aes Sedai el mal encarnado. Nada más que unas servidoras del Oscuro encubiertas. Así que se deciden a cazarlas sin misericordia (siempre que ellas no les cacen a ellos).





La siniestra y tétrica Shadar Logoth.


     Sinceramente, la recomiendo. Es vieja, pero se me ha hecho amena e interesante, y hay TANTISIMO por descubrir, que es muy guay. Es como soltarte en un super Skyrim, una partida de rol de mundo abierto, y ale, a descubrir. Robert Jordan no introduce ninguna visión LGTBI, y dudo que esta surja en ningún momento de la saga, pero sí que introduce aspectos feministas interesantes, y aun embrionarios en la literatura de fantasía de los 90, muy influenciada por el mundo del rol que aún era muy machista y androcéntrica. Nada que ver por ejemplo con El ciclo de la Puerta de la Muerte. El poder mágico (hasta la llegada de nuestros protas) es custodiado únicamente por las mujeres, guardianas y guías de los reinos humanos, y entre ellas hay algunas bastante cabronas y otras menos. Tiene sentido joder, son el poder detrás de los reyes y reinas. Hay muchas mujeres fuertes, y fuertes por sí mismas, con sus propias capacidades, no mujeres con un sujetador de cota de malla dando hachazos a lo Conan y fuera.

        Existen algunas adaptaciones de comics, una de ellas obra de Dynamite Entertainment, bastante fiel. También una serie de TV, lanzada por Amazon. El problema de la serie es que la volvieron excesivamente adolescente e incluso estúpida, eliminando cosas muy importantes, introduciendo otras que no me importaban una mierda pero para contentar a un público adolescente (amores, besos, escenas de sexo que no vienen a cuento de nada)…. Fallaron muchísimo también en vestuario, Lan en vez de parecer un guerrero montaraz de barba de una semana, curtido y hastiado pero letal, es un japonés pijillo súper arreglado y perfectísimamente depilado. Hay algunas escenas destacables, por lo demás desastre total.

 



Odiaré al hombre al que elijáis porque no seré yo y lo amaré si alumbra con una sonrisa vuestros labios.

 

        No solo la novela mola mucho, y las ediciones en las que Minotauro (ver enlace) las ha sacado permiten una colección exquisita, cada una con una pared donde figura tallada la Rueda del Tiempo, combinada con la Gran Serpiente (un símbolo del tiempo infinito anterior la propia Rueda), y un objeto por libro. En este caso podemos observar la espada que Tam al’Thor entrega a su hijo Rand para realizar el viaje, una curiosa y valiosa espada con una garza forjada en la vaina, símbolo de gran maestría. Una espada que encierra una historia antigua. Además, cada libro trae un mapa de toda la zona donde ocurre la saga, las Tierras del Este del mundo en el que nos ubicamos, y cada ciertas páginas tenemos un mapa al detalle de la zona concreta donde se encuentran. Por ejemplo, Dos Ríos.


Las profecías se cumplirán. El Dragon ha renacido. 






Mapas del libro. El primero es el principal. Los otros son al detalle de diferentes zonas.







BALADA DE PÁJAROS CANTORES Y SERPIENTES - SUZANNE COLLINS

          Tras 10 años de parón, la autora de Los Juegos del Hambre ha sacado esta precuela de su saga: Balada de pájaros cantores y serpien...