Antes de nada AVISO IMPORTANTE:
no me hago legalmente responsable de las consecuencias si leéis el libro y
empezáis a intentar llamar a vuestros colegas a través de salchichas Bratwurst
o alguna entidad descomunal y ultraterrena centre su atención sobre vosotros.
Vamos que no me responsabilizo de nada. Allá vosotros. El libro empieza
avisándote de que no leas el libro POR FAVOR, y de que si lo has cogido ya es
tarde, la has cagado. Si lo hacéis, es vuestro problema, a mí que no me llore
nadie.
La historia cuenta como protagonista a David Wong (si, el autor), aunque es un seudónimo, NO INTENTÉIS LOCALIZARLE. Dave y su inseparable, problemático, fiestero, yonkie, y divertido colega John (otro seudónimo) van a verse embarcados en un viaje que promete alterar su percepción de cuanto conocen…y vuestra propia percepción también. Y se enfrentarán a seres aberrantes…e improbables. En el primer capítulo, por ejemplo, mantienen un duelo con una entidad que se ha manifestado como un monstruo formado enteramente de piezas de carne congeladas. Chuletas, hamburguesas, salchichas, solomillos, piezas varias, y un pavo entero por cabeza. Más adelante, John tendrá un par de encuentros con un gorila a lomos de un cangrejo gigantesco. Y solo es el principio.
David y John son dos conocidos investigadores de lo paranormal, aunque algo peculiares: algo así como una mezcla entre Constantine, los Cazafantasmas, y Freddy el Colgao. Investigadores de lo oculto, y borrachuzos de taberna y concierto de punk guarro barato. Son bastante famosetes por internet entre los frikis del tema y se habla de ellos en varios foros. David acepta entrevistarse con un periodista llamado Arnie y comienza a narrarle como comenzó todo aquello y como ambos están conectados al fin de los tiempos. Cada X tiempo Arnie flipa en colores. De esta narración, un poco como cuando Kvothe comienza a contarle a Cronista (El Nombre del Viento) su verdadera historia, se extrae la mayoría de la novela. Es esta misma narración, con Dave en primera persona.
Dave es bastante normal (en
comparación con su amigo), aparte de ser bastante negativo, misántropo, y algo
callado. John por otro lado es extrovertido, fiestero, descontrolado, caótico,
funciona por impulsos, y suele llegar borracho del día antes a investigar. El
team perfecto. Son un par de deshechos sociales, fracasados profesionales con
empleos eventuales basura, a los que el destino ha elegido como lo único que se
interpone entre el puto Apocalipsis y el resto de la humanidad.
…cuando John afirma que se ha levantado “a las tres y media” para
llevar a cabo esta investigación, es mucho más probable que estuviera todavía
despierto y un tanto borracho de la noche anterior.
Todo comenzó en una fiesta en su ciudad (a la que solo se refiere en el libro como Oculta, para no revelar su nombre) en la cual John y David conocieron a un misterioso jamaicano llamado Robert Marley con poderes místicos y capacidad de levitar. Ambos entran en contacto con una poderosa sustancia o droga que el jamaicano suministra, llamada salsa de soja, y que parece estar viva. Esta droga hace que tu cerebro funcione al 300% (Dave es capaz de decir cómo se llama el encargado de la plantación que suministra el arroz de la paella que te estas comiendo, y si, sé que ahora estas comiéndote una paella); te permite ver y recordar cosas del futuro, que aún no han ocurrido; comunicarte con ese otro tiempo; e incluso ver lo que no debe ser visto. A ratos les acompaña una perra que en general no sabe ni adónde va, ni de dónde viene, Molly, pero que también está conectada a todo este despropósito cósmico. Joder, incluso Morgan Freeman y Jennifer López llegarán a intervenir en la trama.
Te abrirá las puertas a otros mundos, tío.
A partir de este punto irán
encontrándose con cada vez más entidades sobrenaturales y retorcidas, a veces cómicas
(arañas gigantes con aguijón, pico de loro y peluca postiza rubia), y a veces más
siniestras. Una de las más reiteradas son las gentes sombra, unos seres hechos
de sombra viva, como si recortaras un pedazo de la realidad con forma de
persona, que siempre parecen estar espiando e interfiriendo con John y Dave.
Quitando estas gentes sombra, en
general todos los seres que se cruzan en el camino de John y Dave son seres orgánicos,
insectoides, o bulbosos, masas de carne arrejuntada; como salidas de la mente
retorcida de un genetista esquizofrénico y muy drogado del futuro. Al final,
son conscientes de existe una mente maestra que desde algún lugar, está
manipulando los acontecimientos, buscando algo, preparándose. Y un nombre se
repite continuamente: Korrok, un extraño y poco conocido dios maligno, un amo
de esclavos cruel cuyo nombre se pronuncia entre susurros a través de las
galaxias y las realidades. “No sirvo a nadie más que a Korrok”.
Un ojo azul en la oscuridad. Poblaciones de mundos chapotean en sus
entrañas.
Un siniestro y frio ojo azul
gigante, de poder desproporcionado, ha posado la mirada sobre John y Dave, y está
muy interesado en ellos. ¿Qué puñetas han dejado entrar en nuestro Universo
tomándose esa mierda de droga? La próxima vez que toméis drogas (o absenta)
preguntar si proviene de otra realidad.
Estamos bajo el ojo de Korrok. Somos su comida, y nuestros gritos su
salsa Tabasco.
Esta entretenida historia de
terror y comedia a partes iguales, que parece sacada de algún estante extraño
de serie B, puede perfectamente pertenecer al Genero Bizarro. Tiene fuertes
dosis de gore (personas explotando, salpicando todo de vísceras y restos,
gente partida por la mitad), palabrotas, historias de sodomía y masturbación,
drogas, alcohol,… En fin todo lo que encanta al Genero Bizarro, como ya
expliqué en otras obras como Morder el bordillo. Y también contiene muchos elementos de ciencia ficción. Desde luego es una novela que desafía lo establecido.
La novela fue publicada en 2007, obra
de David Wong, que no es más que el seudónimo de Jason Pargin (nacido en 1975),
que trabajaba como redactor en un bufete de abogados, mientras en sus ratos
libros era editor de la web satírica Cracked. Jason comenzó en
2001 a publicar una webserial (formato escrito) con la historia de David Wong,
a razón de un capitulo cada Halloween. Esa webserie se hizo bastante viral, y
unas 70.000 personas leyeron lo que él escribió en internet (que se eliminó en
2008). En 2006 una editorial contactó con él para publicar su historia, y él
utilizó los comentarios que le habían dejado sus lectores para reescribir y
mejorar lo que finalmente se publicó como una sola novela en 2007.
John muere al final es una novela plagada de referencias y humor
chungo, a veces retorcido y a veces de ese humor malo del que te ríes por lo
malo que es. Por ejemplo… ¿John muere al final? ¿Se está riendo el autor de
nosotros todo el libro, o efectivamente la diña y nos lo cuenta en el titulo?
Parece un poco como Crónica de una muerte
anunciada (que no me gusta), que empieza contándote el asesinato de
Santiago Nasar por los hermanos Vicario, y durante el resto de la novela te
explican cómo ha pasado lo que ya sabes que ha pasado porque el autor te lo ha
dicho en el minuto 1. O no. Y Wong / Pargin se está riendo en tu cara.
El libro contiene referencias
(creo, es tan original que no son fáciles de detectar) al estilo humorístico de
Douglas Adams (Guía del autoestopista
galáctico, 1979), a películas como Los
cazafantasmas (1984) o La invasión de
los ultracuerpos de 1978 (que realmente, en origen, es una novela de 1955
de Jack Finney), e incluso posee muchísimo de la filosofía narrativa y estética
de la Nueva Carne de Clive Barker y David Cronenberg. Esa transformación de la
carne en algo nuevo, las metamorfosis aberrantes y gores, cosas que no deberían
estar vivas cobrando vida y formando órganos palpitantes, rezumantes, etc. Todo esto está
muy presente. Pero por encima de todo, el propio Jason Pargin reconoce en su prólogo
que su mayor inspiración fue una película de serie B del final de los 70: Phantasma (1979), dirigida por Don
Coscarelli. La historia de un joven muchacho, su hermano mayor, y un colega,
que se dan de bruces con un siniestro enterrador (el Hombre Alto) que utiliza
los cuerpos de los muertos para crear unos esclavos en miniatura. Hay varias
secuelas. Jason Pargin la vio de crío y se enamoró de ella.
Las gentes sombra son una referencia a una popular leyenda urbana pertenecientes al folklore moderno y urbano, acerca de las cuales se ha hablado mucho en programas sobre lo paranormal y en webs y foros de internet. Tipo Slenderman. Incluso salen en la Wikipedia: ver enlace.
Pero a diferencia de otras
novelas con muchas referencias, y guiños, John
muere al final no se pierde en ellas, y encuentra su propio camino. Solo
las usa como mecanismo para que te rías, pero toda la trama son puramente
originales, sacadas solo de la cabeza de su autor.
Además, no solo nos narra un
desfile de aberraciones divertidas y malrrolleras, nos adentráremos bastante en
la psique de Dave, y de algunos otros protagonistas, mostrándonos su lado más
humano, más vulnerable, pero también su pose más violenta o terrible. Los personajes
no son meros robots, son muy reales (dentro de que es una novela hiperbólica,
John nunca deja de ser ese gracioso héroe borracho y descontrolado, un poco
como Rocket el mapache de Guardianes de
la galaxia mezclado con el Sherlock Holmes de Robert Downey Jr.). A menudo
mezcla humor, con gore, y con tragedia.
Era locura y desesperación y privación y tormento convertidos en una
supernova.
El estilo de Wong, aparte de lo
citado, es ágil y veloz, se entiende fácilmente, y usa un vocabulario sencillo
y accesible. Pero tiene un fallo, y es que en contra de lo que afirma el propio
Don Coscarelli en el prefacio del libro, John
muere al final no engancha. Probablemente a raíz de su naturaleza original
de webserie episódica (y también de ser su opera
prima), no es una novela donde cada
acontecimiento lleve al siguiente en un ritmo frenético y veloz que va in crescendo. En esta novela sucede en
episodios que se van conectado a través del hilo de la entrevista con el
reportero Arnie, y entre episodio y episodio a veces pasan meses o hasta años.
Y además el narrador vuelve atrás, adelante, y antes paso esto, pero luego
otro, pero antes de lo anterior te cuento esta otra cosa, etc. No cuesta
seguirlo, no lía, pero tampoco llega a enganchar. Eso sí, sigues apreciándolo, disfrutando,
y en muchísimos momentos gozas con la originalidad del autor. Y te partes de risa con la trama.
El villano final, Korrok, es una
gozada de original también, una idea cojonuda. Muy chulo.
Otro detalle, es que el final no
es conclusivo, mola, pero es como…huh? Y ahora? Pos ahora ni puta idea, es otra
risotada en la cara del autor. Hay varias continuaciones, pero creo que aparte
de tener los mismos protas, John y David Wong como dos disfuncionales detectives
paranormales, no sigue la trama de lo anterior, se enfrentan a nuevos retos.
Es una obra que ha recibido bastante reconocimiento, e incluso ha llegado a convertirse en obra de culto, aunque sea un poco a caballo entre la obra maestra y el serie B de “no sé porque ostias me gusta esta cosa rara, pero me gusta”. No es conocida a niveles mundiales, no es El Nombre del Viento, pero tiene su público, alcanzó su fama sobre todo entre ciertos cultos frikis. A lo mejor no llegaremos a saber exactamente porque nos gusta, pero eso no es problema. Tampoco sabemos porque nos encantan los paletos caníbales endogámicos, pero nos encantan. Son tan divertidos. Y esto contando que el propio autor no entiende el porqué del éxito de su novela, que para él debería ser clasificada como de riesgo biológico. Creo que en realidad piensa que sufrimos todos algún tipo de enfermedad mental.
Circula alguna edición pirata por
internet, pero su calidad es lamentable, lo mejor es estirarse y hacerse con la
cuidada edición de Valdemar, presente en su sello de la colección Insomnia. La
traducción de Marta Lila es excelente, y todos sabemos lo importante que es
eso. Las páginas son de mucha calidad, tapa dura con sobrecubierta, y viene con
todos los extras: prólogo del autor, prefacio de Don Coscarelli, y unas
sencillas ilustraciones cada x páginas. Es caro incluso para ser de Valdemar,
29.50, pero si os mola este rollo de flipar en colores y arañas con pelucas,
merece la pena a muchos niveles. Además, no existe otra opción en español (ni
menciono esas ediciones piratas).
Don Coscarelli, el director de la
Phantasma que tanto encantó a Jason
Pargin, es a su vez otro fan de John
muere al final, y en cuanto empezó a leerla supo que tenía que hacer la
película de este libro. Tras más de tres años con la idea, finalmente logró
estrenarla en 2012, con Paul Giamatti como uno de los productores ejecutivos
además de como actor (interpreta a Arnie, el reportero con el que habla Dave).
La película solo cuenta alguno de los capítulos más impactantes, y hace un
resumen-refrito bastante acelerado, ya que llevar a la pantalla toda la trama
como tal hubiera sido bastante complejo. A menudo los efectos especiales son
bastante cutres, ya que contaba con menos de un millón de dólares de presupuesto.
En general puedes ver cómo está montado el grafico digital encima de la imagen,
casi parece coloreado sobre la pantalla. Pero como en si siempre tuvo, incluso
el libro, ese tufillo a serie B tan familiar (para los que nos gusta), pues no
se sufre demasiado. Incluso es un motivo más de comedia. No es tan buena como
el libro, pero esta guay, te ríes, y es una flipada. Tuvo una crítica mixta,
hay quien la puso a parir, pero se convirtió, como el libro, en película de
culto.
La salsa de soja. De nuevo sentí su presencia en este espacio.
Latiendo. Con voluntad propia. La salsa de soja estaba viva. Pero por encima de
esta, además había algo más. Alguna cosa más. Y todas las cosas extrañas que
había encontrado trabajan en su nombre.
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